Un mes en silencio: Trump reaparecerá en público en Florida, con su primer discurso tras dejar la Casa Blanca

El entonces Presidente Donald Trump habla durante un acto de campaña en favor de la senadora Kelly Loeffler de Georgia y David Perdue en el aeropuerto de Dalton, el 4 de enero. Foto: AP

El expresidente participará el domingo en la Conferencia de Acción Política Conservadora, lo que es visto como una estrategia para permanecer al centro del Partido Republicano, donde cuenta con un alto respaldo.


Pese a que ha cultivado un relativo bajo perfil desde que dejara la Casa Blanca el 20 de enero pasado, el expresidente Donald Trump no ha apartado su interés en la política y busca permanecer en el centro del Partido Republicano. Ahora tiene previsto hacer un discurso en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Orlando, Florida, el domingo.

Según la agencia Reuters, Trump pronunciará su discurso el último día del evento de tres días, que se desarrollará del 25 al 28 de febrero. “Hablará sobre el futuro del Partido Republicano y el movimiento conservador”, dijo una fuente a Reuters. También se espera que critique las políticas de amnistía y fronteras del Presidente Joe Biden.

Desde que salió de la Casa Blanca el mes pasado, Trump ha permanecido en su residencia de Mar-A-Lago. Se dice que se relaja, llama a amigos, ve noticias por cable y pasa una cantidad significativa de tiempo en el campo de golf, según un informe reciente de Politico.

El portal Business Insider señaló que informes recientes dicen que Trump ha mantenido un bajo perfil porque está planeando su gira de venganza posterior al juicio político. “La etapa de CPAC será la oportunidad perfecta para que él la ponga en marcha”, indicó el portal.

El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en una conferencia en el Capitolio, el 23 de febrero. Foto: Reuters

La alineación de oradores en el evento hasta ahora está compuesta por aliados vocales de Trump, incluido el senador Tom Cotton, de Arkansas; el gobernador de Florida, Ron DeSantis; la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y el exsecretario de Estado Mike Pompeo.

A esta aparición se suma el altercado que tuvo con el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, a quien atacó en una declaración en la que describió al legislador como un “político aficionado, severo, hosco y serio”, e incluso advirtió que si los senadores republicanos lo mantienen como jefe de bancada “no volverán a ganar”.

El ataque de Trump a McConnell, señaló The Financial Times, “es la señal más clara hasta ahora de que pretende permanecer al frente y al centro de la política del Partido Republicano”. De hecho, se había mantenido fuera del ojo público desde que rechazó ir a la toma de mando de Joe Biden el mes pasado.

A diferencia de varios legisladores republicanos, Trump cuenta con el respaldo de la base republicana. En su carta el exmandatario dijo que tiene la intención de seguir siendo una fuerza en las próximas carreras electorales. “Cuando sea necesario y apropiado, apoyaré a los rivales primarios que defienden Making America Great Again y nuestra política de America First”, escribió.

Una encuesta de la Universidad Quinnipiac publicada el lunes 15 de febrero, reveló que el 89% de los republicanos se oponía a que el exmandatario fuera condenado. En tanto, un 75% dijo que quiere que Trump juegue un papel importante en el futuro del partido.

En la misma línea, la encuestadora Morning Consult encontró que el 59% de los republicanos quiere que Trump desempeñe un papel importante en el partido y el 54% lo respalda como candidato del partido a la Presidencia en 2024.

El entonces Presidente Donald Trump saluda a sus partidarios durante un acto el 6 de enero pasado en Washington. Foto: Reuters

“Sentimos que los republicanos no luchan lo suficiente por nosotros, y todos vemos a Donald Trump luchando por nosotros tan duro como puede, todos los días”, dijo al diario USA Today, Brandon Keidl, de 27 años, republicano y propietario de una pequeña empresa de Milwaukee. “Pero luego están los republicanos del establishment que simplemente están de acuerdo con los demócratas del establishment y todo eso, y nunca se oponen”, añadió.

Teniendo en cuenta este apoyo, Trump no ha descartado volver a postularse para presidente en 2024, pero enfrenta varias investigaciones criminales y litigios civiles que podrían obstaculizar sus ambiciones políticas.

Uno de los problemas que puede enfrentar tiene que ver con la declaración de impuestos. La Corte Suprema le dio un duro golpe el lunes al denegar la petición final de Trump para impedir que sus declaraciones a un fiscal de Nueva York. El fallo pone fin a una larga batalla legal para evitar que el fiscal de Manhattan, Cyrus Vance, acceda a los registros fiscales de Trump.

Exfiscales dijeron a la agencia The Associated Press que esos documentos pueden ayudar a determinar si Trump mintió al gestionar préstamos o a las autoridades impositivas. “Los fiscales tratan de detectar discrepancias. Por ejemplo, si Trump le dijo al IRS (Servicio de Rentas Internas) que estaba en la quiebra y a los bancos prestamistas que era rico. Ese es el tipo de discrepancia que podría tener consecuencias”, sostuvo Duncan Levin, un exfiscal federal. “Estos documentos son muy importantes en el armado del rompecabezas”.

No se sabe si los documentos revelarán delito alguno. Trump ha dicho por años que no violó las leyes y que está en la mira de los demócratas por razones políticas.

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