Los rápidos despliegues de la vacunación contra el Covid-19 en Israel, Reino Unido y Chile brindan una lección importante para Estados Unidos mientras navega de regreso a la normalidad: los riesgos persisten, incluso después de inocular a una parte significativa de su población.

Hasta ahora, los tres países han tenido experiencias contrastantes. Israel ha reabierto su economía y está cerrando sus salas de tratamiento de Covid-19. Chile, por el contrario, ha vuelto a confinarse y cerrar sus fronteras. Reino Unido se lo está tomando con calma, con una reapertura por etapas planificada para los próximos meses.

Los epidemiólogos dicen que el riesgo de la así llamada ola de salida de nuevas infecciones es real a medida que los países bajan la guardia mientras aumentan las inyecciones, ya que las vacunas no brindan una protección del 100% contra el contagio de Covid-19. Las nuevas variantes del coronavirus que pueden evadir la inmunidad conferida por la vacunación o una infección pasada aumentan el riesgo de otra oleada.

Alivien las restricciones demasiado rápido y el virus aprovechará su oportunidad, dicen los científicos.

“Estamos en una especie de carrera a pie entre la vacunación y el virus”, dijo Graham Medley, profesor de modelación de enfermedades infecciosas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Aún así, incluso con una nueva ola de infecciones, los científicos son optimistas en cuanto a que una amplia cobertura de vacunación debería brindar una protección significativa contra enfermedades graves y la muerte. Los datos de los tres países muestran que los grupos en riesgo a los que se les dio prioridad para la vacunación están en su mayor parte libres de enfermedades.

Hasta ahora, Israel ha administrado al menos una dosis de la vacuna al 62% de su población, Reino Unido al 48% de sus residentes y Chile al 40%, según los ministerios de Salud y los datos recopilados por el proyecto Our World in Data de la Universidad de Oxford.

Dos residentes de la ciudad israelí de Bnei Brak reciben una pizza tras la administración de una dosis de la vacuna Pfizer-BioNtech. Foto: AFP

Estados Unidos ha administrado una inyección o más al 39% de su población y los 27 miembros de la Unión Europea han vacunado juntos solo al 18% de los suyos.

Israel ofrece una lección sobre lo que sucede si la vacunación supera al virus. El país estaba promediando más de 8.000 nuevas infecciones por día en el peak de su última gran ola a mediados de enero. Los casos nuevos ahora están por debajo de los cientos. Algunos hospitales israelíes, incluido el más grande del país, el Centro Médico Sheba, han comenzado a cerrar sus salas de tratamiento de Covid-19.

Los residentes llenaron los restaurantes y los bares cuando la economía israelí reabrió en marzo y los estudiantes regresaron a las aulas, lo que generó la preocupación de que otra ola fuera inminente.

En cambio, los casos continuaron disminuyendo, lo que sugiere que la inmunidad generalizada de la vacunación o una infección pasada está controlando la propagación del virus.

“Mucha gente, incluyéndonos a nosotros, dijo que era posible que tuviéramos otra ola en marzo”, dijo Eren Segal, biólogo computacional del Instituto Weizmann en el centro de Israel y miembro de un comité asesor civil del gobierno sobre temas de coronavirus. “Estamos muy contentos de que no haya sucedido hasta ahora”.

El profesor Segal dijo que para el verano habrá una probabilidad aún menor de un resurgimiento, ya que se espera que Israel haya vacunado a muchos de sus niños de 12 a 15 años para entonces, disminuyendo aún más el tamaño de la población susceptible. Un extenso programa de pruebas tiene como objetivo mantener el virus bajo control en los niños más pequeños. Los investigadores ahora dicen que no esperan más peaks en las infecciones, a menos que una variante resistente a la vacuna ingrese al país.

La campaña de vacunación de Chile ha sido un punto brillante en América Latina, mientras sus vecinos luchan por asegurarse sus propias vacunas mientras son golpeados por una segunda ola de infecciones.

Pero el país está luchando con una oleada de nuevas infecciones que obligaron al gobierno del Presidente Sebastián Piñera a implementar un nuevo lockdown, cerrar las fronteras y posponer las elecciones que estaban programadas para este mes. Los nuevos casos de coronavirus aumentaron por encima de los 9.000 por día este mes, el total diario más alto, lo que llevó a los hospitales al máximo de su capacidad con una afluencia de pacientes más jóvenes.

Vacunación a domicilio en Renca. Foto: Agencia Uno

Los expertos en salud dicen que el aumento de las infecciones destaca el riesgo de aliviar las restricciones sociales antes de que se haya inoculado a suficientes personas para evitar la propagación del virus, y la amenaza de variantes como la P.1, identificada por primera vez en Brasil.

Algunos epidemiólogos dicen que Chile se apresuró a celebrar su rápido despliegue de la vacunación. A medida que los funcionarios aliviaron las restricciones, los residentes bajaron la guardia sobre medidas como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social, creyendo que la pandemia pronto terminaría, dijo Claudia Cortés, experta en enfermedades infecciosas de la Universidad de Chile.

“Dieron el mensaje equivocado”, dijo. “Para la población general fue muy confuso”.

Chile también ha dependido en gran medida de la vacuna Sinovac de China, que el gobierno de Chile dijo la semana pasada fue solo un 16% efectiva para reducir el riesgo de infección después de una inyección y un 67% efectiva dos semanas después de la segunda dosis.

Los funcionarios y los médicos dicen que las vacunas están comenzando a dar resultados. Si bien los casos aumentan entre las personas menores de 60 años, las infecciones están comenzando a disminuir entre los ancianos de alto riesgo, cuyas muertes se han estabilizado, según datos del gobierno. El régimen de dos dosis es 80% efectivo para prevenir la muerte por Covid-19, dijo el gobierno.

Adultos mayores esperan su turno para ser vacunados en Osorno. Foto: Agencia Uno

“Ahora hay una tendencia clara que podemos ver con la separación de las curvas entre los mayores de 70 años y los más jóvenes, que recién comienzan a vacunarse”, dijo Miguel O’Ryan, experto en salud pública de la Universidad de Chile.

Los funcionarios de Reino Unido, que están luchando con problemas de suministro de vacunas mientras trazan una ruta para salir de un estricto lockdown necesario para controlar la variante contagiosa B.1.1.7 detectada por primera vez en Inglaterra, ven la experiencia de Chile como una advertencia. El país ha sufrido el mayor número de muertes en Europa y los científicos y expertos en salud pública que asesoran al gobierno están instando a una liberación lenta y gradual de las restricciones para garantizar que las vacunas sigan superando al virus.

Los modeladores de enfermedades que asesoran al gobierno de Reino Unido han analizado el posible curso de la pandemia durante el próximo año si las restricciones a la economía y la vida cotidiana se alivian de acuerdo con la hoja de ruta de cuatro pasos del primer ministro Boris Johnson para salir del encierro.

Su trabajo destaca el riesgo de una ola de salida, con un modelo de epidemiólogos del Imperial College de Londres que sugiere que Reino Unido podría enfrentar otros cinco millones de casos hasta junio de 2022 si los controles se relajan según lo planeado. Eso es más de los cuatro millones de casos conocidos ya registrados, aunque las brechas en las pruebas al comienzo de la pandemia significan que el verdadero total de infecciones probablemente sea mucho mayor.

El primer ministro británico, Boris Johnson, sostiene un frasco de la vacuna Oxford/Astra Zeneca Covid-19 en un centro de inoculación en Cwmbran, Gales del Sur. Foto: AFP

La vacunación significa que es probable que las hospitalizaciones y muertes por Covid-19 sean mucho más bajas que en oleadas anteriores de la pandemia, según los modelos. Pero todavía son sustanciales, con el modelo del Imperial, por ejemplo, que apunta a hasta 15.700 muertes más hasta junio de 2022. Hasta ahora, Reino Unido ha sufrido 150.000 muertes con Covid-19 mencionado en el certificado de defunción.

Un panel de científicos que asesora al gobierno dijo en un informe que el tamaño de cualquier ola de salida será enormemente sensible a problemas que incluyen la velocidad y el nivel de aceptación de la vacuna, cualquier problema en el suministro y el papel aún incierto que juegan el clima cálido y el comportamiento del verano para limitar la propagación del virus.

Otro factor crítico es la eficacia de las vacunas para detener la transmisión, más allá de la simple prevención de infecciones o enfermedades graves.

Una vacuna que sea altamente efectiva para detener la transmisión probablemente significaría muchos menos casos y muy pocas muertes, dijo el profesor Medley, quien forma parte del panel asesor.

Los científicos aún están recopilando datos sobre el efecto de las vacunas en la propagación del virus. Los estudios de Israel y Reino Unido sugieren que la vacuna desarrollada por Pfizer Inc. y BioNTech es muy eficaz para prevenir la transmisión progresiva.