Hace nueve meses una muestra médica alertó sobre la llegada de una desconocida nueva variante del Sars-CoV-2 documentada por primera vez en India y bautizada por la comunidad científica como B.1.617 y últimamente como delta. Para junio pasado, esta variante del Covid-19 -que es entre un 40% y un 60% más transmisible que la inicial- había llegado a 62 países. En solo dos semanas se extendió a 80 naciones y en la actualidad más de 100 territorios han detectado al menos un contagio. Para los próximos meses, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que la variante delta sea la dominante a nivel global y su avance ha encendido las alertas en distintos rincones del planeta, motivando retrocesos en las incipientes reaperturas.

La mayor movilidad y el alza de reuniones sociales, principalmente en jóvenes, sumado a la nueva variante, generaron un alza de casos positivos de coronavirus en lugares que estaban en camino a retomar una cierta normalidad. Así, el verano en Europa incluirá el regreso de las restricciones, mientras las autoridades aceleran las campañas de vacunación ante un estancamiento de las cifras epidemiológicas en medio de recientes rebrotes.

Uno de los países en dar marcha atrás fue Malta, primera nación europea en cerrar sus fronteras a los viajeros no vacunados. Esta semana, el archipiélago de más de 500 mil habitantes y catalogado como un ejemplo de las campañas de inoculación contra la pandemia -al tener más del 79% de su población adulta con el esquema de dos vacunas completo-, anunció que desde el 14 de julio solo permitirá el ingreso de personas con el certificado de vacunación vigente desde el 1 de julio en la Unión Europea (UE).

Después de semanas sin nuevos casos positivos, a fines de junio Malta reportó 28 infectados en un día y para el viernes pasado la cifra de nuevos contagios diarios fue de 96. En total, desde el inicio de la pandemia, Malta suma más de 31 mil casos. El gobierno asegura que el rastreo de los contagios arrojó que más del 90% de los casos recientes está vinculado a población sin vacunas, especialmente personas que han llegado para estudiar en escuelas de inglés, por lo que estos establecimientos estarán cerrados hasta nuevo aviso ante el riesgo de la variante delta.

“La buena noticia es que todas las vacunas autorizadas para el uso de emergencia de la OMS protegen contra el desarrollo de enfermedades graves, hospitalizaciones y muerte por la variante delta”, apuntó la OMS, mientras los expertos advierten que ante la rápida expansión de la variante la inmunidad de rebaño se lograría cuando el 85% de la población esté inoculada contra el coronavirus.

Después de una serie de muestras aleatorias, el Ministerio de Salud español advirtió que alrededor del 30% de todos los nuevos casos positivos de Covid-19 corresponden a la variante delta, lo que permite estimar que se convertirá en dominante para el 17 de julio. Sin embargo, en Cataluña la variante es responsable del 60% de las recientes infecciones y la Secretaría de Salud Pública local espera que la cifra llegue al 90% en agosto.

La alerta epidemiológica se generó tras la reciente realización de una serie de festivales musicales y largas jornadas de fiesta. En dos semanas Cataluña pasó de alcanzar 3.500 casos diarios a 8.400 el lunes pasado, con un aumento “dramático” de infecciones en españoles entre 12 y 29 años sin vacunas, lo que triplicó la tasa de contagios en los últimos siete días, pasando de 58 casos a 156 por cada 100 mil personas. Se trata del índice más alto de Europa continental, según el Financial Times.

El Ejecutivo regional catalán ordenó nuevamente cerrar los espacios de ocio nocturno -el último sector comercial en reabrir el 21 de junio y el primero en cerrar ante los rebrotes- por al menos 15 días, aunque permitirán el funcionamiento en espacios al aire libre. Además, desde el fin de semana todos los actos públicos con música estarán limitados y solo podrán participar las personas con ambas vacunas o aquellos que se realicen un examen PCR o de antígenos 12 horas antes del evento.

Según el diario La Vanguardia, la Generalitat solicitará a La Moncloa imponer de nuevo el uso obligatorio de la mascarilla “en todos los casos”, incluido al aire libre, normativa estatal que fue levantada el 26 de junio. En tanto, la comunidad de Castilla y León solicitará el regreso a un sistema de toque de queda para evitar focos de la variante delta.

El gobierno de Portugal alertó que el 70% de los casos de Covid-19 son producto de la variante delta, lo que obligó al país a retroceder y ser el primero en el bloque europeo en volver a decretar un toque de queda en 45 de las 278 zonas con mayor incidencia de contagios.

Con más de 3.000 nuevos contagios diarios, Lisboa continuará sellando su área metropolitana desde las 15.30 horas de los viernes hasta la madrugada del lunes, para evitar las multitudes por festejos deportivos o fiestas, pero además disminuirán los aforos.

La última actualización semanal del mapa de riesgo de la pandemia de la Unión Europea tiene como “únicos destinos en rojo” del bloque a Chipre, Portugal y España. Por esto, Francia mediante un comunicado “desaconsejó” a sus ciudadanos viajar a estos dos últimos países, porque acusan que las visitas a estos destinos está vinculada a un aumento de los casos. El promedio de contagios de la última semana es casi un 50% positivo a la variante delta, justo cuando alrededor del 20% de los franceses mayores de 80 años no ha recibido ni una dosis de la vacuna.

Una noche de fiesta en una discoteca de la ciudad de Enschede dejó 180 jóvenes contagiados de Covid-19; la celebración de una junta estudiantil en La Haya provocó el contagio de 50 escolares, y otros seis dieron positivo en un colegio de Groningen. El Instituto de Salud Pública de los Países Bajos informó más de 6.000 casos el viernes pasado, y al día siguiente la cifra se elevó a 10 mil, lo que significa un incremento del 803% desde la semana pasada. La mayoría de los infectados son de Amsterdam, donde se calcula que un 40% de los contagios corresponde a la variante delta.

El gobierno acusa que la nueva variante “la han traído los jóvenes de vacaciones” y que las cifras han incrementado “más rápido de lo previsto”, lo que supone un riesgo que buscan atajar mediante el cierre de todos los locales nocturnos y la prohibición de eventos de varios días hasta al menos el 13 de agosto, cuando volverán a evaluar las cifras.

A fines de junio, los rebrotes volvieron a transformarse en una preocupación para el país con los mejores índices de vacunación. Más del 50% de los nuevos casos -más de 400 diarios en la última semana- son escolares, lo que catapultó la tasa de positividad a 0,7%, el índice más alto desde marzo pasado, lo que mantiene en cuarentena a 50 mil personas.

El Ministerio de Salud israelí confirmó que el 90% de los casos son de la variante delta y esperan para la próxima semana pasar de más de 500 casos diarios a mil cada 24 horas. Según el sitio Our World in Data, un 66% de los israelíes recibió al menos una dosis de la vacuna y un 60% completó el esquema.

La velocidad de esta variante del Sars-CoV-2 obligó a las autoridades a realizar testeos rápidos en niños en eventos públicos, exámenes PCR obligatorios para los residentes de hogares de ancianos y cuarentena obligatoria para los padres en caso que sus hijos den positivo. En un intento por buscar respuestas ante el alza, el primer ministro Naftali Bennett ordenó iniciar dos estudios para determinar si es necesario una tercera dosis de refuerzo de la vacuna.

“No salgan de su casa a menos que sea absolutamente necesario”, dijo la primera ministra de Nueva Gales del Sur, Gladys Berejiklian, después de que Sydney -con cinco millones de residentes- registró 44 nuevos contagios de coronavirus en un día. La ciudad australiana está en su tercera semana de cuarentena total, una radical medida que surgió cuando los contagios parecían controlados, pero el avance de la variante delta cambió el panorama. Hasta fines de junio, según la BBC, solo el 3% de los adultos de Australia había sido completamente vacunado, mientras que casi el 25% había recibido solo una primera dosis.

Hasta antes de junio, Australia celebraba no tener transmisión comunitaria del virus, pero con el alto porcentaje de personas sin interés de recibir las vacunas, Sydney prefirió tomar todas las medidas y, entre otros, prohibió el ejercicio al aire libre con más de dos personas.

El Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades en Estados Unidos (CDC) hizo un llamado a los habitantes de los estados de Alabama, Arkansas, Louisiana, Missouri, Wyoming y Mississipi para acudir a los centros de vacunación desplegados y recibir los inmunizantes contra la pandemia, ya que tienen los niveles más bajos de inoculación del país, lo que podría convertirlos en “epicentros” de las nuevas variantes.

El último recuento sanitario muestra que el 51,7% de las nuevas infecciones en Estados Unidos están ligadas a la variante delta y un 28,7% a la variante alfa o británica. “Si alguna vez hubo una razón para vacunarse es ésta”, aseveró el experto de la Casa Blanca, el Dr. Anthony Fauci.

Según Our World in Data, un 47,5% de los estadounidenses completó el esquema de dos vacunas y un 55% tiene al menos una dosis contra el Covid-19.

Una investigación de la Universidad de Georgetown evaluó los datos de vacunación de todos los condados de Estados Unidos y determinó que hay cinco grupos de riesgo, que representan a más 15 millones de personas, y de ellos, solo un 27% está completamente vacunado, “muy por debajo de la tasa nacional” de 47,5%, por lo que podrían desencadenar una nueva oleada de la pandemia.

Según CNN, el CDC eliminó el mandato de uso de mascarillas para vacunados en mayo, pero ante la variante delta algunos estados han comenzado a volver a imponer las medidas sanitarias, como Los Ángeles.