La Operación Victoria, uno de los mayores operativos realizados por el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) contra el terrorismo en Perú, se inició a las 5.00 de la madrugada del 12 de septiembre de 1992 con un objetivo claro: capturar al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán. La misión secreta fue exitosa, porque tan solo cuatro días antes, los agentes lograron confirmar los pasos del grupo tras seguir a Zenón Vargas, bautizado por las Fuerzas Especiales como el “Zorro” -y denominado como “Arturo” entre los senderistas-, cuando el guerrillero acudió a recoger a sus dos hijos a un colegio en Lima. La pista permitió que a las 11 de la mañana, el senderista fuera el primer detenido en la captura del siglo y ahora estaría preparado para asumir el liderazgo de la organización ante el reciente deceso de su cabecilla.
Zenón Walter Vargas Cárdenas llegó a transformarse en coordinador nacional y enlace entre la cúpula senderista y los comités regionales de la agrupación armada. Sin embargo, el amor a su familia terminó por desbaratar a Sendero Luminoso. El terrorista mezclaba sus operaciones con las labores domésticas. Vivía con sus hijos en una casa en Balconcillo, donde compartía techo con otra compañera de armas, Zulma Cruzzat, y desde este mismo punto salía a comprar alimentos a mercados cercanos, bajo estrictos protocolos de resguardo.
“Primero se detuvo al “Zorro” en la mañana, eso propició que la operación se adelantó tres días y en la noche del mismo día 12 de septiembre se capturó a Abimael Guzmán”, contó en 2017 el exagente de la GEIN José Luis Gil a este diario. Los policías lograron aprehender al astuto senderista aun cuando al ser interceptado en la calle gritó que lo estaban secuestrando y cuando portaba una identificación con el nombre de Germán Sipión Távara.
La detención de Vargas reveló parte de la organización de la agrupación terrorista, que de acuerdo a la Comisión de la Verdad y Reconciliación fue responsable de la muerte de 70 mil peruanos entre 1980 y 1992. Según el diario peruano El Comercio, el “Zorro” era uno de los encargados de dirigir a los seguidores que se movían a través de la sierra central del país en Huancayo, Huancavelica y otros distritos andinos. Después del arresto en 1991 de Nelly Evans, la encargada de la logística en el grupo, que proveía a los senderistas desde los medicamentos para no ser detectados en hospitales hasta el arriendo de casas para mantener ocultos a los líderes, “Arturo”, uno de los hombres de confianza de Abimael Guzmán, se trasladó a Lima para asumir el puesto faltante.
Entre las labores de Vargas estaba formar parte del Departamento de Apoyo Organizativo de Sendero Luminoso, así como el encargo de la seguridad de Guzmán, al que también debía informar sobre lo que ocurría con las operaciones realizadas en todo el país, como el uso de explosivos, autos bomba y “combates guerrilleros”. El exministro del Interior, el general Carlos Morán, señaló al diario limeño El Comercio que el “Zorro” era un hombre desafiante, hermético, cerrado, que nunca delató a nadie, ni que cambió su “lógica criminal”.
De acuerdo con el documento oficial de la Sentencia del Tribunal Constitucional de Perú, Zenón Vargas fue sentenciado a cadena perpetua por traición a la patria el 13 de octubre de 1992 y en 2003 se rechazó un habeas corpus tras declarar improcedente la solicitud de excarcelación por terrorismo.
La presunta rearticulación senderista
Leugo de pasar 23 años tras las rejas, Zenón Vargas quedó en libertad el 15 de septiembre de 2015, junto a otros 26 terroristas. Un año después, fue visto en Comas, donde estaba ubicado un mausoleo exclusivo para miembros de Sendero Luminoso, al que el camarada “Arturo” acudió para una reunión grupal en el marco de la marcha por el “Día de la Heroicidad”, que cada 19 de junio conmemora a los senderistas muertos en un motín en El Frontón. Según la Agencia Andina, en diciembre de 2018, el gobierno peruano retiró seis féretros del lugar para demoler el sitio.
No obstante, un halo de misterio envuelve al “Zorro”, del que se desconoce su paradero, así como su edad y otros datos de su vida. Sin embargo, en diciembre de 2020 su figura volvió a ser el centro de la polémica en Perú después que el entonces Presidente Francisco Sagasti nombró como ministro del Interior a Rubén Vargas Céspedes, quien debió renunciar al cargo después que el mayor en retiro y exmiembro de GEIN Marcos Castro aseguró que era medio hermano con el senderista.
El exjefe de GEIN Benedicto Jiménez defendió ante la prensa nacional que la información de Zenón Vargas fue tomada y cruzada en 1992, lo que comprueba el parentesco. Al haber nacido en el distrito Huancaray, una zona que no superaba los 4.000 habitantes, el policía retirado apunta que el extitular de Interior debió haber conocido a su hermanastro por parte de padre, que nació de una relación entre “Ismael Vargas, un reconocido agricultor, y Angélica Cárdenas Ramírez, su prima hermana, con quien tuvo cuatro o cinco hijos”.
De acuerdo con la investigación, Zenón Vargas fue inscrito en 1956 y Rubén Vargas, en 1971, en el mismo lugar, ambos reconocidos con firmas de su padre ante el Registro Civil. Sin embargo, el exministro no habría nombrado a su padre en la declaración oficial, lo que encendió las alarmas. En cambio, defendió que su padre, Ismael Vargas, y su madre, Gertrudis Céspedes, fueron perseguidos por la organización terrorista, que asesinó a a su tía Carmen. “En mi familia somos ocho hermanos, seis mujeres y dos hombres. Mi único hermano dedicó los mejores años de su vida a luchar contra Sendero Luminoso”, aseguró Vargas en su cuenta de Twitter.
La sospechas sobre una rearticulación de Sendero Luminoso con el “Zorro” como nuevo líder se dan después de la muerte de Abimael Guzmán, ocurrida el pasado 11 de septiembre. En los últimos años, Zenón Vargas fue visto con Douglas Silva, el “exbrazo derecho de Martha Huatay”, responsable de asesinar a cientos de personas en atentados terroristas.
Además, el gobierno del Presidente Pedro Castillo ha sido continuamente ligado al senderismo, debido a que su primer ministro, Guido Bellido, tiene abierto un proceso de investigación por “apología al terrorismo”. A su vez, el canciller Héctor Béjar debió renunciar en agosto pasado tras la viralización de unas declaraciones de 2020 en las que acusó a la CIA de ser parte de la formación de Sendero Luminoso y a la Marina peruana de haber iniciado el terrorismo en el país. Asimismo, documentos oficiales vinculaban al ministro del Trabajo, Iber Maraví, con ataques del grupo terrorista.