Chile y China: 75 años de amistad y cooperación para el futuro

Este año celebramos el 75° aniversario de la fundación de la República Popular China, un hito de importancia trascendental tanto para el pueblo chino, como para la comunidad internacional. Para Chile, esta fecha es también una oportunidad para reflexionar sobre la profundidad y la proyección de nuestras relaciones bilaterales y que solo se han fortalecido con el tiempo y que hoy miran hacia el futuro con optimismo.

Las relaciones entre Chile y China han sido ejemplares – y pioneras – en diversos aspectos, destacándose en áreas como el comercio, la educación, la ciencia y la cultura. Como es conocido, Chile fue el primer país de América del Sur en establecer relaciones diplomáticas con este país en 1970, un gesto visionario que sentó las bases de una relación bilateral que hoy se erige como una de las más importantes para nuestro país y que forman parte de nuestra política exterior de Estado. A lo largo de las últimas décadas, hemos trabajado de manera ininterrumpida para profundizar nuestros vínculos hasta alcanzar la asociación estratégica integral que tenemos hoy.

Igualmente, es importante destacar que los lazos que hemos formado trascienden, e incluso preceden, nuestras relaciones institucionales. Ya, en 1952, el pintor y muralista chileno, José Venturelli, el poeta Pablo Neruda y el entonces senador Salvador Allende, entre otros, fundaron el Instituto Chileno-Chino de Cultura, el primero de su tipo en la región. Este desempeñó un papel fundamental en el acercamiento entre nuestros pueblos, entendiendo que el arte y la cultura son esenciales en el entendimiento entre naciones y en la solidez de sus lazos.

Así, además de los robustos intercambios comerciales que caracterizan nuestros vínculos con China, la cultura también ha sido un eje central de nuestra relación. Desde 2007, los Institutos Confucio han provisto a chilenas y chilenos acceso a actividades de inmersión en la cultura y el idioma chino. Por otra parte, nuestra Embajada en aquel país ha trabajado incansablemente en promover la obra de autores chilenos, traduciendo al mandarín obras icónicas como “La Araucana” de Alonso de Ercilla, “La lámpara en la tierra” de Pablo Neruda, y “Mujeres del alma mía” de Isabel Allende. Estos esfuerzos no solo han ampliado el acceso a nuestra literatura en China, sino que también refuerzan los lazos entre nuestras sociedades.

Chile está comprometido en continuar fortaleciendo la relación bilateral y diversificar nuestra agenda común, avanzando en áreas que van más allá del comercio, ampliando la potencialidad de mayores proyectos mutuamente beneficiosos en el campo educacional y en áreas emergentes de las ciencias, la tecnología y la innovación.

Lo anterior fue parte del mensaje que llevó el Presidente Gabriel Boric a China durante su visita de Estado en octubre pasado. Esta gira permitió la firma de 13 acuerdos de cooperación en áreas como la economía, la agricultura y las relaciones exteriores, destacando nuestro compromiso con la Asociación Estratégica Integral que ambos países compartimos. La reunión entre los presidentes Boric y Xi Jinping reforzó nuestro mutuo interés en seguir avanzando y ampliando nuestra relación.

Igualmente, la realización por parte de ProChile de la Chile Week China, nos ofrece la oportunidad de coordinar esfuerzos públicos y privados para fomentar nuestros vínculos comerciales y de cooperación entre nuestros países. Este evento, que en 2023 fue inaugurado por el Presidente Boric en Beijing, tendrá su novena versión en diciembre de este año. En esta ocasión, se desarrollará en las ciudades de Beijing, Hangzhou, Chengdu y Guangzhou, lo que nos permitirá dar a conocer lo que es nuestro país, su turismo, su cultura, sus productos de exportación y sus oportunidades de inversión.

Chile y China han recorrido juntos un camino de amistad, cooperación y respeto mutuo durante más de cinco décadas. Hoy, al conmemorar el 75° aniversario de la República Popular China, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando juntos en la construcción de un futuro compartido, basado en los principios de la paz, el desarrollo y la prosperidad común.