La etapa preescolar es una etapa crucial en la adquisición de hábitos, como el de la alimentación. De acuerdo a lo que explica Joanna Rudman, máster en Ciencias de la Nutrición y académica de nutrición y dietética de la Universidad San Sebastián, esta etapa es fundamental para el desarrollo neuromotor y digestivo del niño, permitiéndole continuar con el desarrollo de los distintos aparatos y sistemas que componen su pequeño cuerpo.

"Desde el punto de vista del desarrollo, es una etapa de descubrimiento, personal y del entorno, de ahí la importancia de explotar este período al máximo en el desarrollo de hábitos que sean saludables y que potencien una buena calidad de vida", comenta la especialista.

En ese ámbito, la académica de la USS sostiene que para que la alimentación sea balanceada debe contener cantidades suficientes del conjunto de nutrientes, que se puede resumir en términos generales por una porción de una proteína preferentemente de alto valor biológico (cárneo, huevo, lácteo o legumbres) + una porción de cereal + una porción de vegetales/frutas.

"Otro punto que debemos señalar es que las porciones de los niños no son las mismas porciones que de los adultos, se debe usar una vajilla acorde a sus necesidades, de lo contrario estaríamos favoreciendo un consumo excesivo de alimentos que el cuerpo no necesita. Si pensamos en un plato infantil y dibujamos imaginariamente una cara (ojos + boca), un ojo corresponde a la porción proteica, el otro a la de cereal y la boca a los vegetales/fruta. A esto se le suma el consumo de agua y ¡listo!", afirma la experta en nutrición

Planificar la colación

Un consejo clave que entrega la docente la de la USS es que en el caso de las colaciones, los padres puedan planificarlas con anticipación: "Es bueno contemplar diferentes alternativas y muchas veces poco convencionales, de forma de promover la variedad de alimentos y ampliar el conocimiento y el gusto por los distintos sabores. Es importante que la colación que escojamos sea saludable, nutritiva y equilibrada".

La especialista nos entrega algunos ejemplos de colación:

  • Lunes

    - ½ Pepino o pimientos + 1 huevo revuelto + ½ durazno.

  • Martes

    - ½ Tomate o zanahoria + 1 sándwich (1 rebanada de pan) con un relleno: hummus, queso, mermelada, palta, huevo, atún, pasta de lentejas, etc.

  • Miércoles

    - Muffin o quequito pequeño casero + 1 pote pequeño de yogurt (de preferencia reducido en grasa y sin adición de azúcar).

  • Jueves

    - 1 pote pequeño de yogurt (de preferencia reducido en grasa y sin adición de azúcar) + 1 cda avena + ½ manzana.

  • Viernes

    - 1 lácteo pequeño con o sin sabor (de preferencia reducido en grasa y sin adición de azúcar) + 1 sándwich con vegetales.