El 1 de octubre, la República Popular China celebrará su 74° aniversario. En los últimos 74 años, bajo el liderazgo del Partido Comunista de China, cientos de millones de chinos, con una lucha ardua e incansable, han construido una sociedad moderadamente próspera en todos los aspectos y abierto con éxito el camino de la modernización china, proporcionando nuevas oportunidades para el desarrollo global.
Este año también marca el 10° aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta presentada por el presidente Xi Jinping, iniciativa que, siendo una propuesta china para impulsar la prosperidad común entre todos los países y promover la reforma del sistema de gobernanza global, ha sido bien acogida entre la comunidad internacional.
La familia de la Franja y la Ruta se está ampliando cada día. A lo largo de los últimos diez años, bajo los principios de consultas extensivas, construcción conjunta y beneficios compartidos, las cooperaciones enmarcadas en la Franja y la Ruta se han enriquecido y han avanzado constantemente, convirtiendo la iniciativa en el mayor producto público internacional con mayor participación y bienestar y notables éxitos. 152 países y 32 organizaciones internacionales han firmado más de 200 documentos de cooperación de la Franja y la Ruta, cuyo concepto ha sido incluido por varias organizaciones internacionales prestigiosas en sus importantes documentos.
La Franja y la Ruta ofrece oportunidades de desarrollo para los socios. Desde que ésta fuera impulsada, el volumen de comercio de bienes entre China y los socios se ha duplicado, la inversión mutua total alcanza casi un billón de dólares, se ha formado más de 3.000 proyectos de cooperación y creado 421.000 puestos de trabajo, sacando a casi 40 millones de personas de la pobreza y aumentando el PIB de los países de bajo ingreso en un 3,4 %. Los miembros del Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras (AIB) alcanza a 106, con 202 proyectos aprobados y un volumen financiero de más de 38.800 millones de dólares. Desde el Fondo de la Ruta de la Seda se ha prometido invertir más de 20 mil millones de dólares para proyectos que cubren más de 60 países y regiones, convirtiéndose en una importante plataforma de financiamiento para la construcción conjunta de la Franja y la Ruta. Los socios han llevado a cabo en profundidad intercambios culturales y personales, como el intercambio de estudiantes internacionales, la investigación arqueológica conjunta, la traducción mutua de libros, la coproducción de películas, etc., continuando y renovando la amistad milenaria.
La Franja y la Ruta está conectando estrechamente entre sí a China y a América Latina en un futuro compartido. Muchos países de la región se han adherido a la iniciativa y convertido en beneficiarios de la misma. Las interconexiones de las redes terrestres, marítimas, aéreas e informáticas están en continuo progreso, dando resultados como Aprovechamientos Hidroeléctricos del Río Santa Cruz (Presidente Dr. Néstor Carlos Kirchner y gobernador Jorge Cepernic) y el ferrocarril Belgrano Cargas de Argentina, el puerto Chancay de Perú, el puerto Paranaguá de Brasil y el metro de Bogotá, Colombia, mejorando el bienestar de la población local, creando puestos de trabajo y sentando las bases para el desarrollo económico y social a largo plazo.
No hay duda que la cooperación de alta calidad enmarcada en la Franja y la Ruta entre China y Chile es un referente para todos los socios. Cabe destacar que este año también marca el 5° aniversario de la cooperación chino-chilena de la Franja y la Ruta. En enero de 2018, el presidente Xi Jinping envió una carta de felicitación a la segunda reunión ministerial del Foro China-LAC celebrada en Santiago de Chile, proponiendo trazar un nuevo panorama para la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, crear un camino de cooperación cruzando el Pacífico y abrir una nueva era de relaciones entre China y América Latina y el Caribe. En la reunión se adoptó y proclamó la Declaración Especial sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que marcó la extensión oficial de la Franja y la Ruta a América Latina. Chile respondió activamente a la iniciativa china y firmó un MOU de cooperación de la Franja y la Ruta en noviembre del mismo año, abriendo una nueva y más amplia perspectiva para las relaciones bilaterales.
Bajo la dirección estratégica y la promoción personal de los jefes de Estado de ambos países, China y Chile han conectado activamente sus respectivas estrategias de desarrollo, mejorando continuamente los mecanismos de cooperación bilateral como la Comisión Permanente Intergubernamental, el Comité de Diálogo Político Parlamentario y el Diálogo Estratégico en Cooperación y Coordinación Económica, para tener una comunicación de políticas cada vez más estrecha. El Tratado de Libre Comercio China-Chile es el TLC de más alto nivel de apertura que China tiene hasta ahora en su comercio exterior. China ha sido el mayor socio comercial de Chile durante más de diez años consecutivos. Los vehículos y los autobuses eléctricos de marcas chinas, las cerezas y el vino chilenos, entre otros, han entrado en el mercado de la contraparte, y el comercio bilateral ha beneficiado a los pueblos de ambos países. Las empresas chinas han participado en los proyectos relevantes como el Puerto de San Antonio y la Ruta 5 de Chile, y proporcionado apoyo técnico y equipamientos para apoyar a Chile a tener los trenes más rápidos de Sudámerica y capturar las oportunidades de 5G, beneficiando continuamente el desarrollo económico y social de Chile con la conectividad de infraestructura.
Chile ha aprovechado al máximo las ventajas como tener el primer banco de compensación de RMB en Sudámerica y ser un país piloto de RMB Qualified Foreign Institutional Investor (RQFII) en América Latina, participado activamente en acuerdos de liquidez en RMB del Banco de Pagos Internacionales, y se ha convertido en miembro de pleno derecho del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), contribuyendo a la formación inicial de una red financiera entre ambos países. A pesar de la pandemia de Covid-19, China y Chile llevaron a cabo una serie de actividades culturales para celebrar el 50° aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas y el 70° aniversario del establecimiento del Instituto Chileno Chino de Cultura, la primera ONG de amistad con China en América Latina. Y los Institutos Confucio en Chile siguen aumentando el interés de los chilenos por el idioma chino, profundizando el acercamiento de los pueblos.
En 2017 y 2019, la presidenta Michelle Bachelet y presidente Sebastián Piñera asistieron consecutivamente a las primeras dos sesiones del Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta, donde discutieron los programas de cooperación con todas las partes; y el exministro de relaciones exteriores de Chile Andrés Allamand participó en la videoconferencia de alto nivel de cooperación internacional de la Franja y la Ruta. Chile ha respondido activamente a las iniciativas de asociaciones de vacunas y de desarrollo verde, apoyado a China en promover la integración económica de Asia Pacífico y defendido conjuntamente la apertura, la seguridad y la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales.
En noviembre del año pasado, el presidente Xi Jinping y el presidente Gabriel Boric sostuvieron un encuentro bilateral durante la 29° reunión informal de los líderes de la APEC, alcanzando importantes consensos en el fortalecimiento de la sinergia estratégica y la construcción conjunta de alta calidad de la Franja y la Ruta. En octubre de este año, por invitación del presidente Xi Jinping, el presidente Gabriel Boric asistirá al III Foro de Cooperación Internacional de la Franja y la Ruta y realizará una visita a China, convirtiendo a Chile el único país latinoamericano cuyos jefes de Estado asistieron y asistirán a los 3 sesiones consecutivas de dicho foro. Confío firmemente en que esta visita se convertirá en otro hito para las relaciones chino-chilenas y la construcción conjunta de la Franja y la Ruta entre China y América Latina.
Mirando hacia el futuro, confío en que con la profundización de la modernización al estilo chino y la construcción conjunta de alta calidad de la Franja y la Ruta, la asociación estratégica integral entre China y Chile tendrá un nuevo ímpetu de cooperación con mayor amplitud, mejor estructura, fuerzas motrices más potenciales y una calidad mejor, produciendo más oportunidades para ambos pueblos, trayendo más bienestar a la gente, generando prosperidad y estabilidad al mundo y a Asia-Pacífico, y dando pasos firmes en el camino por una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
