Luis Vives ha encabezado en Chile los avances de Cervecería AB InBev desde 2017, liderando en el país a la compañía presente en 50 países, que incluye marcas como Corona, Budweiser, Stella Artois y Becker, en su camino a convertirse en una compañía altamente tecnologizada, sostenible, reconocida por sus logros en materia de género, diversidad, inclusión de la discapacidad, fomento de la innovación y un sólido compromiso social.

¿Qué significa para AB InBev tener buenas prácticas en materia ambiental, social y de gobernanza?

Más allá de lo comercial, ponemos el acento en las diversas prácticas que desarrollamos en la compañía, sobre cómo entendemos la gobernanza moderna y convocante, el compromiso con lo social y lo medioambiental. Todas ellas generan o crean valor conjunto, lo que para una empresa como Cervecería AB InBev nos permite estar o instalar determinados tipos de discusiones que son vanguardistas, que de otra manera no tendríamos. Y lo hacemos buscando la experiencia y colaboración de otras compañías o de instituciones privadas o públicas, porque creemos que el éxito se basa en establecer redes de colaboración.

¿Cómo se hacen estos cambios? ¿Se decretan o dependen de la persona que en un momento dado está al mando de una compañía?

En mi experiencia, humildemente creo que el camino responsable de las compañías en materia ambiental, social y de gobernanza comienza cuando estos criterios se introducen en la estrategia de la compañía. No tiene que ser una impronta de un o una líder; tiene que ser parte de los pilares estratégicos de la compañía. En segundo lugar, tiene que haber convencimiento de los líderes; y tercero, tiene que haber metas concretas, reales, a corto plazo y a largo plazo. Por ejemplo, en materia de emisión de carbono, puedes poner la meta de ser neutral a 2040, en 17 años más; pero, como la vida es un camino más que una meta, también tienes que tener metas a corto plazo, reales y concretas, a 2025 por ejemplo. Y ello implica involucrar a todas las áreas de la compañía y a toda la cadena de valor, a todos nuestros proveedores, porque todos tenemos que aportar a ese cumplimiento por el bien del planeta, del país y de las nuevas generaciones.

Luis Vives: "Tenemos a la innovación dentro de nuestro ADN. Fuimos premiados hace un año y medio como la compañía más innovadora de Chile en el segmento bebidas". Foto: Luis Sevilla / La Tercera.

Cervecería AB InBev ha sido reconocida por ONU Mujeres en avances en materia de género y en inclusión de la diversidad sexual por Pride Connection. ¿A qué responde esta mirada?

Se trata de leer a tiempo las tendencias de la sociedad y no tomar palco, sino que alinearnos con los cambios. Por ejemplo, las nuevas generaciones no van a trabajar en un lugar que no sea de su agrado, y eso es evidente cuando van cambiándose de trabajo hasta encontrar un lugar en que puedan sentirse cómodos. Esta tendencia es mundial y se conoce como turnover (rotación), la que provoca perjuicios a las compañías. Por eso, una empresa que se dota y trabaja con políticas de género, diversidad e inclusión es una compañía mucho más atractiva, más productiva, más segura y que puede fidelizar su talento. Por eso, cuando uno habla de prácticas de diversidad e inclusión, instala temáticas que van más allá incluso de lo que la ley define. Lo mismo ocurre cuando abordamos la discapacidad. Tenemos la convicción de que formamos parte de la sociedad y por eso debemos intentar parecernos a ella, comenzando por su composición. Lo importante es que las personas puedan ser quienes son, sin tener que depender de rótulos.

¿Qué tan importante es la reputación para Cervecería AB InBev?

Nosotros entendemos la reputación como una consecuencia de la consistencia entre el decir y el hacer. Y cuando uno piensa en el consumidor, en el cliente, no existe futuro para una empresa si uno no es consistente entre lo que dice y lo que hace.

¿Qué importancia tiene para Cervecería AB InBev la relación con el sector público en Chile?

Nosotros no somos una entidad ajena a la sociedad; por el contrario, formamos parte de un país y estamos instalados en una comuna específica, que es Quilicura, que es donde producimos nuestros productos. El cumplimiento normativo, las buenas relaciones con la comunidad, la contribución que podemos hacer en diferentes temáticas como brindar agua segura a zonas donde no la poseen, y los avances que hemos logrado más allá de las normas laborales o ambientales, es nuestro sello como empresa. Así vamos construyendo con hechos una relación de colaboración con las entidades públicas y con las comunidades, basadas en el respeto y las reglas claras que nos permiten seguir operando en el país.

Para no ser tan teórico, quiero compartir un ejemplo. Cuando hace un tiempo vimos la necesidad de avanzar en equidad de género, incorporando más mujeres al ámbito operativo, fuimos a la comunidad de Quilicura donde constatamos el interés de ellas en trabajar con nosotros, pero no tenían la preparación técnica para ello. Entonces, generamos capacitaciones, con aulas abiertas para que las mujeres vinieran a aprender y, a partir de ahí, vino un proceso de selección e incorporación a la planta. Hoy tenemos colaboradoras empoderadas en un proceso productivo históricamente masculinizado.

¿Cómo ve a Chile en cuanto al ambiente de negocios e inversiones?

En Cervecería AB InBev valoramos la realidad de Chile y seguiremos invirtiendo e innovando para avanzar en una visión de largo plazo de creación de valor para nuestros consumidores, tal como lo hemos hecho desde 1991. Hoy, estamos ampliando nuestra planta en Quilicura con una inversión de 170 millones de dólares para potenciar nuestro crecimiento. El país nos abrió sus puertas y nuestra respuesta es que somos partidarios de la generación de valor compartido. Para ello es necesario el crecimiento sostenible, que lo entendemos como la combinación entre nuestros resultados económicos, pues somos una empresa, pero unido a lo medioambiental, lo social, al bienestar de nuestros colaboradores, a las comunidades y al país. Eso genera necesariamente esa creación de valor compartido que va mucho más allá del permiso para operar. La compañía ha realizado fuertes inversiones en Chile y las va a seguir realizando en el futuro.

Uno de los aspectos cruciales para las empresas con una mirada de futuro es la búsqueda constante de mejoras en sus procesos. ¿Cuál es la relación de Cervecería AB InBev con la innovación?

Tenemos a la innovación dentro de nuestro ADN. Fuimos premiados hace un año y medio como la compañía más innovadora de Chile en el segmento bebidas, y entendemos la innovación como una incomodidad necesaria. A nivel global, Cervecería AB InBev tiene el programa Accelerator 100+, que hemos replicado en Chile y hoy estamos en la cuarta versión, en un trabajo conjunto con Coca-Cola Andina, We Work y Socialab. Esto nos ha permitido forjar una relación con startups y pymes chilenas con un alto potencial de escalamiento y sus soluciones están siendo probadas en nuestras instalaciones para mejorar procesos asociados al uso del agua, a la logística y la energía. Una de ellas, Kran, que desarrolla una tecnología de punta con nanoburbujas, se instaló este año en Palo Alto, en Estados Unidos. Otro caso es el de Done Properly, que está transformando lo que queda de la levadura que usamos en la fabricación de cerveza en productos naturales para reemplazar la sal y potenciar los sabores de los alimentos. Ambas startups recibieron 100 mil dólares al ganar el programa global para emprendimientos de Cervecería AB InBev. Este programa nos ha permitido acercarnos a innovaciones chilenas realmente potentes que nos va a permitir tener mejoramientos constantes, en consonancia con la economía circular que nos inspira.