Trump y los efectos internos de las tarifas
La medida anunciada por el Presidente de Estados Unidos no solo generó confusión mundial, sino que desató también tensiones entre sus propios partidarios y al interior del propio gobierno.

La decisión del Presidente de Estados Unidos de fijar una pausa de 90 días al alza de tarifas a nivel global anunciada a inicios de mes, trajo algo de alivio a los mercados la semana pasada. La medida, sin embargo, no retrotrajo la situación al 1 de abril pasado, sino que dejó establecido un arancel base para todos los países afectados -con la excepción de China- de un 10%, el mínimo fijado por Donald Trump el 2 de abril pasado.
“La gente se estaba poniendo nerviosa, se estaban asustando un poco”, declaró el Mandatario. Detrás de la decisión no solo se encuentra el clima de confusión que se desató a nivel mundial, sino en gran medida también las tensiones internas que el anuncio comenzó a generar tanto en la propia administración como en el Partido Republicano y entre los partidarios del Presidente.
El alza de aranceles no solo representa un duro golpe al comercio internacional, poniendo fin a un modelo que el propio Estados Unidos había impulsado en las últimas décadas, sino que también va en contra de la línea mantenida por gran parte del Partido Republicano. El video del expresidente Ronald Reagan reflotado en los últimos días, donde cuestiona la conveniencia de los aranceles por los efectos que estos terminan generando a largo plazo, da cuenta de ello. Reagan es una de las figuras emblemáticas del partido y uno de los presidentes republicanos más relevantes e influyentes de la historia de Estados Unidos. Por ello, sus palabras, más allá de haber sido pronunciadas hace cerca de 40 años, siguen teniendo impacto e influencia en gran parte del partido gobernante.
Pero al margen de lo anterior, la medida despertó también preocupación entre legisladores republicanos por los efectos que pueden tener los aranceles en la vida cotidiana de los estadounidenses de cara a las elecciones de medio término de noviembre del próximo año. Una de las principales razones que explican el triunfo de Trump fue el descontento por la economía y, en especial, la inflación. Un tema que sigue presente. Para el 63% de los estadounidenses el alza de precios es su primera preocupación. Un sondeo Reuters/Ipsos dado a conocer el fin de semana pasado reveló, además, que el 73% prevé que los precios subirán en los próximos meses y un 57% rechaza el alza de tarifas. Un escenario que podría amenazar los escaños de varios legisladores republicanos en 2026.
El Presidente de Estados Unidos ha insistido que está consciente de que las medidas tendrán efectos negativos en una primera etapa, pero apuesta a que a largo plazo el beneficio será mayor para la economía estadounidense. Incluso promete una nueva edad de oro. Un punto en que no todos confían, ni siquiera dentro de su propia administración. Elon Musk protagonizó un duro cruce de palabras con el asesor comercial del Mandatario Peter Navarro y uno de los gestores del alza de tarifas. Y destacados inversionistas también han marcado distancia con las medidas y sus efectos en la reputación de Estados Unidos. Reacciones que revelan que más allá de la actitud impredecible de Trump, no le será fácil avanzar por el camino anunciado y que si persiste sus costos internos podrían ser mayores que los beneficios prometidos.
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