El crecimiento del empleo en la próxima década estará marcado por dos grandes tendencias: el avance tecnológico y la transición ecológica. En términos porcentuales, la demanda de roles impulsados por tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial (IA), está aumentando rápidamente. Esto incluye especialistas en big data, ingenieros en fintech y expertos en IA y aprendizaje automático.

Sin embargo, el cambio climático será el gran determinante de los empleos del futuro. De acuerdo al reciente Informe El Futuro del Trabajo 2025 del Foro Económico Mundial, de todas las profesiones destacadas, los trabajadores agrícolas figuran entre los que experimentarán el mayor crecimiento. La necesidad de una producción sostenible de alimentos y la adaptación de los sistemas agrícolas al cambio climático impulsarán la generación de 34 millones de empleos adicionales para 2030, sumándose a los 200 millones de trabajadores agrícolas actuales.

Los trabajadores agrícolas figuran entre los que experimentarán el mayor crecimiento.

Otras áreas con alta demanda en la economía verde incluyen las energías renovables, la eficiencia energética, la gestión de residuos, la restauración de ecosistemas y la movilidad sostenible. Sectores como la energía solar, eólica y el almacenamiento energético requieren cada vez más personal calificado. Además, la economía circular y las estrategias de reducción de residuos incrementarán la demanda de especialistas en diseño sostenible, reciclaje avanzado y producción con materiales biodegradables.

Las empresas van a requerir más profesionales en reciclaje avanzado.

Habilidades para una transición sostenible

La transformación verde exigirá una reconversión masiva de trabajadores. Industrias tradicionalmente dependientes de combustibles fósiles, como la minería y el transporte, deberán adaptarse a modelos más sustentables. Esto implicará programas de reskilling (nuevas habilidades para asumir roles diferentes en la empresas) y upskilling (capacitación en nuevas habilidades) para los empleados, especialmente en sectores donde la automatización y la digitalización juegan un papel clave en la optimización de procesos más sostenibles.

El informe del Foro Económico Mundial destaca que aproximadamente el 40% de las habilidades esenciales de los trabajadores cambiarán para 2030. Esto significa que las empresas deberán invertir en formación para desarrollar competencias en energías renovables, eficiencia en el uso de recursos y regulaciones medioambientales. La educación técnica y la capacitación continua serán cruciales para garantizar una transición justa, en la que los trabajadores de industrias en declive puedan integrarse en nuevos sectores más sostenibles.