El Consejo de Rectores y Rectoras de Universidades Chilenas (CRUCH) se ha consolidado como un actor fundamental en la construcción de un sistema educativo más equitativo e inclusivo en Chile. A lo largo de sus 70 años de existencia, el CRUCH ha promovido el acceso a la educación superior para estudiantes de todos los rincones del país, con especial énfasis en las regiones y en aquellos sectores históricamente excluidos del sistema educativo.
Actualmente, la realidad de la educación superior en Chile revela una desigualdad territorial que sigue condicionando el acceso y la permanencia de los estudiantes. En 2024, más del 65% de la matrícula universitaria se concentra en solo tres regiones: Metropolitana, Valparaíso y Biobío. Este fenómeno refleja la centralización persistente de la oferta educativa y las barreras que enfrentan los jóvenes de regiones menos urbanizadas, quienes deben sortear problemas como la limitada infraestructura educativa, la desigual distribución de ingresos y la falta de conectividad territorial.
El CRUCH ha sido clave para revertir estas desigualdades mediante iniciativas como el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE), que ha permitido a miles de estudiantes vulnerables acceder a la educación superior con el acompañamiento necesario para asegurar su éxito académico. Además, los sistemas de admisión inclusivos impulsados por el CRUCH han generado espacios para estudiantes de pueblos originarios, personas con discapacidad y talentos destacados, contribuyendo a una mayor diversidad y equidad en las aulas universitarias.
Sin embargo, los desafíos persisten, por lo que es fundamental avanzar en la consolidación de políticas que no solo amplíen el acceso, sino que también garanticen la permanencia y el éxito académico. Esto implica fortalecer el financiamiento a la educación superior, promover un sistema de evaluación más justo y sensibilizar a la sociedad sobre el valor de la inclusión educativa como motor de desarrollo y cohesión social.
Las universidades del CRUCH, como es el caso de la Universidad Católica de Temuco, continúan comprometidas con su territorio, adaptándose a sus necesidades y promoviendo una educación que respete la diversidad. Este compromiso es más relevante que nunca en una sociedad que busca ser más justa y equitativa.
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