María Ignacia Montt (28 años) se ha transformado en una de las máximas exponentes del atletismo nacional durante los últimos años. El 2 de noviembre de 2023, junto a Martina Weil, Isidora Jiménez y Anaís Hernández, se subió al podio de Santiago 2023 con su medalla de plata en la posta 4 x 100 del atletismo. Esta es la disciplina que marca su pauta diaria. La que práctica desde su niñez, poco tiempo antes de que le diagnosticaran diabetes.

Su agenda suele estar copada de competencias. Durante el último año, también estuvo llena de grabaciones, porque está a solo semanas de estrenar ‘11 Segundos’, un documental donde retrata gran parte de su vida. En diálogo con El Deportivo, la también embajadora del Team Novo Nordisk relata como ha sido competir en el alto rendimiento pese a la enfermedad, realiza un diagnóstico del momento del atletismo nacional y recuerda la polémica generada luego de Santiago 2023 con las acusaciones de discriminación a Ximena Restrepo contra Berdine Castillo.

¿Recuerda cuándo le diagnosticaron la diabetes?

Fue de chica, a los 11 años. Igual de a poquito me fui metiendo en el alto rendimiento. Al principio partí haciendo atletismo de manera recreacional, en el colegio, un par de días a la semana. Después fui entrenando más. Al tiempo empecé a ir con la selección de Chile, la primera vez a los 16 años, ahí me he mantenido hasta ahora. La diabetes me la diagnosticaron poco después de haber empezado en el atletismo. Todo el cuidado y lo que he tenido que aprender ha sido como a lo largo de mi carrera.

¿Nunca ha sido una complicación?

Yo siempre he dicho que la diabetes ha sido como una compañera. En los últimos años he tenido mejores resultados, pero porque logré encontrar la estrategia que me permitía entrenar en un alto nivel, hartas horas de entrenamiento y competir sin problemas. Sin embargo, fueron años de miles de aprendizajes. Mi carrera deportiva se destapó en el último tiempo, pero creo que ha sido por el trabajo anterior en el que fui buscando cómo poder competir.

¿Cómo fue esa búsqueda?

Lo primero fue encontrar el tratamiento y las tecnologías que me permitieran desarrollarme como deportista con diabetes. Yo partí con las multidosis, me pinchaba en cada comida y me pinchaba el dedo con las inyecciones de jeringa. Recién a los 17 años me puse una bomba de insulina. Esta ha ido cambiando con el tiempo y hoy en día tengo la última tecnología. En verdad el manejo y la calidad de vida, como ha ido desarrollándose todo, ha sido fundamental. Gran parte de todo este avance me ha ayudado a tener una mejor calidad de vida y me ha ayudado a poder ir más lejos en los entrenamientos y en las competencias. Aunque también es clave encontrar a alguien que te pueda guiar de la manera que necesites. Eso lo encontré con mi entrenador en el pasado.

Ina Montt se mudará a Europa para asumir sus próximos desafíos deportivos. Foto: Andres Pérez

De todo eso habla en el documental ‘11 segundos’...

Estoy súper emocionada... significó harto trabajo, fueron hartas jornadas de grabación. Lo teníamos listo en mayo, pero lo tuvimos que posponer hasta ahora para poder hacer el lanzamiento, porque no había estado en Chile, por las competencias. Está muy lindo el proyecto, estoy súper contenta. Recuerda muy bien todo lo que ha sido mi carrera, le muestro a toda la gente un poco toda mi historia con la diabetes y todo lo que yo en verdad no cuento mucho. Trato de siempre mostrarlo como un mensaje súper positivo, pero igual significa harto trabajo y creo que este documental da a entender un poco todo el trabajo que hay detrás de mi carrera. Es un honor desde la empresa que financió este documental y uno de mis principales auspiciadores para hacer una campaña para poder replicar el mensaje por todo el mundo porque para ellos es un caso único y que bueno poder aportar en todas partes y que así es.

Ha sido un proceso extenso...

Partimos antes de los Juegos Panamericanos, el año pasado, en julio. Creo que fueron 12 jornadas de grabación. Me estuvieron acompañando en los entrenamientos, en mi casa, en mi día a día, con mi familia, me acompañaron a competencias. Fue harta pega. Nunca había hecho nada de este estilo, conocí mucho de un mundo que no tenía idea. Estoy súper contenta de haberlo hecho, es muy distinto a lo que suelo hacer y estoy emocionada por que salga, para que la gente lo vea, pero nunca más vuelvo a hacer un documental.

¿Por qué no?

Es mucha pega. Nunca hubiese pensado que hubiese tenido tanta pega de por medio. No soy actriz, pero al final igual hay alto grado de coordinación, que hablar con la empresa, con la agencia, con la productora, que para acá, que voy a estar allá, que llegan a tal hora, que hay que avisar, así que fue mucho trabajo... pero estoy contenta porque al final retrata todas las cosas que vivo en el día a día, que rara vez comparto, entonces fue bastante entretenido.

¿Siente que se han derribado mitos sobre la diabetes?

Yo tuve la suerte que cuando me diagnosticaron, la doctora que me atendió era una exdeportista y ella sabía que sí se podía. Hemos ido abriendo caminos y hemos ido avanzando mucho. Mi hermana grande también tiene diabetes. Hoy día ella tiene 45 años y cuando la diagnosticaron creo que no estaba la posibilidad de que hubiese sido deportista de alto rendimiento. Antes los diagnósticos eran mucho peores, la expectativa de vida era peor. Hoy en día estamos llegando cada vez más lejos. Desde el 2022, soy parte del Team Novo Nordisk, que es el primer equipo mundial de deportistas con diabetes, principalmente ciclistas, pero han ido agregando otros deportes. Estoy ahí, representando a Chile y a Sudamérica hace un ratito. Ha sido un honor poder ser parte de ellos. Me están ayudando en la misión de demostrar que sí se puede competir en el alto nivel con diabetes.

¿Se ha enfrentado a prejuicios?

Todavía me preguntan mucho qué es lo que tengo en el brazo. Es mi sensor, que me mide la glicemia. Pero me ha pasado que viajando por otros países, por ejemplo, España, me dijeron, ‘ah sí, vi muchas personas en la playa con esto’. A medida que la gente va teniendo acceso, viéndolo más de cerca, se va dando cuenta de lo que es. Creo que en Chile vamos por un muy buen camino. El apoyo del gobierno ha sido importantísimo. A nivel de Estado nosotros recibimos mucha ayuda. Yo soy usuaria de la Ley Ricarte Soto, soy paciente GES también. Son cosas que me han ayudado a tener mi insumo.

María Ignacia Montt consiguió una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2023. Foto: Andres Pérez

¿Se siente una referente por todo lo que relata?

Creo que es inconsciente la responsabilidad que uno toma. A mí me hubiese encantado tener a alguien a quien mirar, que me mostrara cómo se hacían las cosas, a dónde se podía llegar. Cuando partí en el atletismo, nunca pensé que hubiese podido llegar a los Juegos Olímpicos, porque no conocía ningún atleta con diabetes en los Juegos Olímpicos. Entonces, pasar de no tener información a poder convertirme en un icono, en alguien que es un modelo a seguir para esos niños con diabetes que recién están partiendo con su diagnóstico, me llena de orgullo. Lo mínimo que puedo hacer es entregar todo lo que puedo para contribuir a la comunidad, porque fue lo que a mí me faltó cuando partí.

Usted ha destacado a Arturo Vidal por su rol en la lucha contra la diabetes, ¿ha podido hablar con él?

Nunca me lo he topado, pero públicamente le agradezco lo que ha hecho. Él tiene un tatuaje de una bomba insulina que se había hecho por su hijo diabético. Creo que es admirable que una persona tan power, que mueve tanta gente, que llena estadios, hable de temas de salud y ayude a la política pública del país. Espero que sigan habiendo personas como él que apoyen esto, porque a mí me cambió la vida de la Ley Ricarte Soto.

¿Cuáles son sus próximos desafíos profesionales?

Ahora estoy en un periodo de transición. Acabo de cambiar de entrenador. Estaré con coach francés, en Europa, así que me voy a vivir allá, a Luxemburgo. Tengo altas expectativas de que este lugar sea el lugar adecuado para mí, de poder adaptarme al grupo. La mitad de las atletas son olímpicas. Se me presentó una oportunidad increíble y es lo que necesito en este minuto. El próximo año tenemos varios campeonatos, hay sudamericanos indoor, sudamericanos outdoor, en los que espero pelear una medalla. También apostando por medallas con las Pumas, en la posta 4x100, tenemos Mundial de Relevos el próximo año también, que esperamos estar presentes. La gran meta del próximo año es clasificar al Mundial de Tokio. Quiero llegar a la élite del atletismo, es por lo que he estado peleando el último año.

¿Cómo vivió la polémica por las acusaciones de discriminación por parte de Ximena Restrepo a Berdine Castillo?

Era algo que nunca nos había pasado. Al ver que afectaba a otras compañeras... Yo no estaba en esa posta, así que no me corresponde hablar. Al ver que hay atletas involucradas, uno trata de apoyarlas porque uno nunca quiere estar en esas situaciones.

¿Cómo deportistas tuvieron comunicación con miembros de la Federación Atlética?

Prefiero no hablar más del tema.

¿Cómo vislumbra el futuro del atletismo en Chile?

Tenemos varias personas que están saliendo, tengo fe de que vamos a poder tener equipos fuertes. Los Juegos Panamericanos nos ayudaron mucho en visibilidad, así que queda ahora la pega de poder ocupar esa visibilidad, de saber que se pudieron llenar los estadios para poder hacerlo de nuevo y que se siga potenciando el atletismo. El deporte hace bien, a la gente le gusta, así que hay mucha pega que hay que hacer ahí para que nos puedan apoyar más, para que se llenen los estadios. Nosotros competimos muchas veces en el año y no siempre tenemos los estadios llenos.

¿Qué falta para que se llenen? En Santiago 2023 el Estadio Nacional se repletó por la disciplina...

Que se comuniquen las cosas que estamos haciendo en los campeonatos y que al final se armen buenos eventos. Hay una oportunidad de negocio para cualquier productora. Muchas veces los campeonatos no son con la mejor organización y siempre se pueden hacer un poquito mejor las cosas, así que creo que esta es la pega.