Corrían 35 minutos del primer tiempo y Colo Colo ganaba 2-0, con dos anotaciones de Esteban Paredes, cuando cuatro de los ocho focos del estadio Monumental, ubicados sobre las galerias Galvarino, Cordillera y Lautaro, se apagaron. Un cortocircuito y adiós al partido, que tuvo que suspenderse hasta que volvió la iluminación a las torretas. 17 minutos duró la espera.
Tiempo que fue utilizado por los hinchas para cargar contra el presidente, Aníbal Mosa, y por ambos cuerpos técnicos para dar instrucciones y replantear tácticas. Incluso el entrenador audino, Hugo Vilches (o Hernán Peña, su sustituto ayer ya que el titular cumple castigo), decidió mandar al campo de juego al delantero brasileño Sergi Santos en desmedro de Ariel Martínez.
El juez del compromiso, Felipe González, estuvo a punto de mandar a los jugadores a camarines. Pero finalmente decidió mantenerlos en cancha durante la espera. 17 minutos que tardaron en volver a encenderse las luces, a los que se le sumaron dos más por decisión arbitral, que llevaron a completar un eterno primer tiempo de 64 minutos. Durante el receso, práctica expresamente prohibida, se lanzaron fuegos artificiales desde el lugar donde se ubica la Garra Blanca.