$ 4 mil millones de déficit: el dramático escenario financiero que proyecta la ANFP para 2022 impulsado por los estratosféricos premios de la Selección
Los millonarios pactos con la Roja le pasan la cuenta a la administración de Pablo Milad, a quien el Consejo de Presidente le exigió una adecuación presupuestaria que permita afrontar la crisis que se anticipa para diciembre, que podría considerar cifras aún más abultadas. La clasificación administrativa al Mundial de Qatar asoma apenas como un salvavidas.
Pablo Milad está presentando el presupuesto de la ANFP cuando escucha una objeción de parte de uno de los timoneles que lo hace retroceder en su afán. “Pablo, no podemos aprobar eso sin saber cómo vamos a terminar el año”, le espeta el mandamás, mientras le exige que, junto al directorio, prepare una estrategia para enfrentar el agudo momento. El presidente del fútbol chileno estaba exponiendo el dramático escenario que enfrenta la entidad que rige al fútbol chileno, una realidad que se complicará aún más de cara a fin de año. La proyección es alarmante: según el escenario más optimista, en diciembre las pérdidas bordearán los $ 4 mil millones. La cifra puede crecer incluso más dependiendo de las derrotas legales que ha sufrido la corporación en los últimos meses. En ese caso, el caos sería total: el pasivo alcanzaría los $ 7 mil millones. “No tapemos el sol con un dedo, con los pasivos que tenemos que pagar, nuestro déficit de caja es de 7 mil millones de pesos”, dijo, a modo de ejemplo, el presidente de Palestino, Jorge Uauy, en medio de la discusión, que ya había subido de temperatura.
Parte del déficit responde a los abultados premios que ha recibido la Selección por su participación en las recientes Eliminatorias y las últimas Copa América. Eso explica, de hecho, el déficit que se producirá solo en diciembre, cuando las pérdidas se aproximarán a los $ 2.100 millones, según un estimativo “optimista”, como señaló Enzo Yacometti, gerente general de la ANFP. Un mazazo lapidario para las ya esmirriadas arcas de la asociación.
En ese contexto, la clasificación administrativa al Mundial de Qatar, que se disputa ahora en las oficinas de la FIFA y, eventualmente, en las del TAS, asoma como el único salvavidas disponible para enfrentar la situación. De ahí que Milad haya entregado una señal de optimismo. “Si prospera la demanda y clasificamos, nos recuperamos”, les planteó el timonel del fútbol chileno a los consejeros. El planteamiento no encontró, precisamente, la mejor recepción.
Aubert pone la alarma
Los millonarios premios que recibe la Selección fueron una de las materias que acapararon debate. Ciertamente, porque en esos abultados montos reside buena parte de la explicación de la crítica situación económica que enfrenta la ANFP. Frente a tal escenario, hubo propuestas para replantear el mecanismo de estímulos, considerando que Chile es uno de los países sudamericanos que más dineros les traspasan a los jugadores, aún en el escenario de que no consigan el objetivo. “Sin duda, pasamos el ciclo de los premios altos y hay que trabajar con harta anticipación antes que se empiece a jugar la próxima clasificatoria. Hay que ajustarlo a la realidad que tenemos nosotros. Debiésemos, como federación, cuando nominamos por primera vez a un jugador, en la categoría que sea, hacerlo firmar un tipo de documento que se relacione más al honor que a esto de estar asociado a premios y que sea un negocio”, planteó el gerente general de Azul Azul ante la asamblea.
Yacometti siguió la misma línea de Aubert. “Hace poco me reuní con funcionarios de las otras federaciones y la verdad es que los premios que pagamos aquí en Chile están fuera del mercado”, acusó. Mientras tanto, Uauy preguntaba por vía telemática si acasi había que pagar premios a los jugadores si es que clasificaban al Mundial de Qatar por secretaría y no en cancha. “Habría que hablarlo con los abogados, pero hasta Martín Lasarte podría reclamar ese premio”, anticipaba Milad.
En efecto, como plantea el presidente de la ANFP, la opción de que Chile se clasifique al Mundial a través de las gestiones que encabeza el abogado brasileño Eduardo Carlezzo producirían algo de alivio a la tesorería de la ANFP. Sin embargo, la solución está lejos de ser significativa, sobre todo considerando la realidad actual. Si efectivamente la demanda resulta exitosa, Chile se asegurará un piso de US$ 10 millones por entrar a la cita planetaria. Eso sí, la fórmula de premios pactada con el plantel que capitanea Claudio Bravo vuelve a transformarse en un dolor de cabeza.
El cálculo es simple. El acuerdo con los jugadores involucra que, de conseguir la clasificación, se repartirán la mitad de los premios que entrega la FIFA. En el contrato entre las partes no hay observaciones respecto de la vía por la que logren entreverarse entre las 32 escuadras que disputan la principal competencia del fútbol a nivel planetario. Milad, de hecho, insistía frente al pleno que pagarles los estímulos a los jugadores se transformaría en una posibilidad concreta. “Lo tendríamos que ver internamente. Lo mismo puede decir Lasarte. Hay que analizarlo con los abogados. No puedo hacer ninguna apreciación ahora sin hablarlo con los abogados y los integrantes”, explicó.
La inquietud ya se había instalado hace unos días en las oficinas de la ANFP. “¿Los jugadores van a cobrar premios? Seguro que van a pedirlos, pero que se lo paguemos es otra cosa. No puedes premiar una clasificación así”, adelantaba una alta fuente del organismo, que advertía de la conveniencia de adoptar precauciones para futuras negociaciones. “Entonces, tendríamos que hacer un contrato que incluya esa cláusula y nadie se atrevería a hacerlo. Es mejor ni pensar en que algo así pueda pasar”, explicaba.
¿Partidos sin VAR?
Ante la delicada situación financiera de la ANFP y los elevados costos de los torneos nacionales, hubo consejeros que apuntaron sus miradas contra el VAR, debido a su elevado costo de operación, el que bordea los mil millones de pesos anuales.
Incluso, pese a que en la Primera B las polémicas por los goles fantasmas son pan de cada día, los presidentes de la categoría parecían estar agradecidos de la ausencia de la tecnología en sus canchas, debido a lo oneroso de la operación. El sistema de videoarbitraje solo corre para la Primera División y los partidos definitorios de la Copa Chile, la Supercopa y la liguilla de promoción o ascenso.
En medio del debate, Milad lanzó una propuesta que causó diversas reacciones: “Podríamos bajar costos significativamente no teniendo VAR en todos los partidos, ya que gastamos más de mil millones en eso. Es cosa de ponernos de acuerdo como Consejo, es una alternativa”.
El asunto quedó ahí, por el momento. Lo que no quedó ahi fue la aprobación del presupuesto, ya que el Consejo le pidió al directorio que entregue propuestas concretas para solucionar la proyección negativa del flujo de caja, que podrían dejar a la ANFP sin dinero para funcionar, a fin de año.
Lo que sí se aprobaron fueron los estados financieros de 2021, que arrojaron pérdidas por $ 1.600 millones.
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