A 20 años de la presentación de Ronaldinho en el Camp Nou: el día que Barcelona recuperó la sonrisa

Ronaldinho
Foto: FC Barcelona

El vicepresidente deportivo de los catalanes, Sandro Rosell, quien jugó un rol clave para el fichaje en esos años, dijo a Mundo Deportivo, medio principal de la ciudad, que Ronaldinho “está aquí porque quería jugar en el Camp Nou”. Hoy se cumplen dos décadas de un traspaso que fue un golpe anímico para los años posteriores del club.



Un 20 de julio de 2003, Ronaldinho Gaúcho era presentado en el Camp Nou, la casa del Barcelona. Un día antes, aterrizó a la ciudad catalana y firmó contrato ante la directiva blaugrana que recién había asumido, encabezada por Joan Laporta, y era anunciado como el fichaje estrella para comandar el nuevo ciclo del club. De esa fecha, ya han transcurrido 20 años, que lo hinchas no olvidan.

En la temporada 2002-03′, previa a la llegada del astro brasileño, Barcelona terminó sexto en La Liga, eliminado en primera ronda de Copa del Rey y en cuartos de la Champions League. Un fracaso rotundo.

Según la prensa de esos años en la ciudad, como Mundo Deportivo y Sport, el club era opaco, triste y disminuido ante la hegemonía del Real Madrid no sólo en España, también en Europa, en donde ganó la Champions League en 2000 y 2002.

La recién asumida junta directiva, presidida por Joan Laporta, había prometido un fichaje estrella a la afición blaugrana para construir un equipo en torno a la contratación de un nuevo futuro ídolo. En esos meses previos, el elenco catalán buscaba quedarse con David Beckham, en ese entonces, jugador y estrella del Manchester United de Inglaterra.

Beckham no quería jugar por Barcelona pese a los deseos de los catalanes por contar con sus servicios. Tras conocer los deseos del jugador inglés, el Real Madrid, encabezado por Florentino Pérez, se adelantó en las negociaciones, arrebatándole la contratación a su clásico rival y sumando otra estrella más a Los Galácticos.

Tras el portazo a los Blaugranas por parte del astro inglés, el entonces vicepresidente deportivo del Barca, Sandro Rosell, comenzó a gestionar el Plan B.

Rosell, antes de presentarse en las elecciones del Barcelona junto a Joan Laporta, trabajó como director de marketing deportivo para Latinoamérica de Nike y el contrato más importante que gestionó fue con la Selección de Brasil. Por este motivo, Sandro Rosell mantenía muy buenas relaciones con jugadores de ese país, la Confederación Brasileña de Fútbol y Ronaldinho, a quien conocía desde los 17 años, debido al auspicio de la marca deportiva.

Finalmente, las negociaciones llegaron a buen puerto. Ronaldinho llegó al Barcelona a cambio de 25 millones de euros, proveniente del Paris Saint-Germain de Francia. El 20 de julio de 2003, fue presentado en el Camp Nou, desatando la locura en la ciudad con su llegada y en el estadio ante la presencia de 25 mil fanáticos ansiosos por verlo jugar y que le devolviera la alegría a un club que carecía de referentes, triunfos y sonrisas debido a los fracasos de temporadas anteriores.

“Ronaldinho se caracterizaba por su espectáculo (…). Lo que más transmitía era alegría jugando al fútbol”, dijo el histórico capitán del equipo Carles Puyol, quien fue compañero del astro brasileño, en el documental ‘Cuando el Barça recuperó la sonrisa’, realizado a diez años de la llegada de Ronaldinho al club.

Carlos Puyol y Ronaldinho
Puyol y Ronaldinho, levantando la Champions en 2006. Foto: Getty Images

Con su espectáculo, alegría, magia y capacidad de reinventarse dentro del campo de juego, haciendo jugadas nuevas y espectaculares todos los partidos, volvió a poner el nombre del Barcelona en lo más alto de España. También el club volvió a la cúspide de Europa, cuando ganaron la Champions League en 2006, la segunda en ese entonces de la historia del cuadro blaugrana.

Más allá de los trofeos obtenidos y las noches inolvidables en el Camp Nou, los goles y las gambetas fueron el mayor legado de Ronaldinho Gaúcho. Además, apadrinó a Lionel Messi cuando daba sus primeros pasos en el fútbol y a quien le heredó su camiseta 10 tras abandonar la institución en 2008.

“Aprendí muchísimas cosas al lado de él. Agradecido por cómo me trató desde el primer momento, fue una ayuda muy grande para mí porque nunca es fácil llegar a un vestuario con 16 años”, dijo Lio sobre el brasileño en el mencionado documental.

El nacido en Porto Alegre, en cinco temporadas, disputó 207 partidos, anotó 94 goles y entregó 71 asistencias. En cuanto a títulos, ganó dos ligas y supercopas, junto con la ya consignada segunda Champions League.

Terminó su ciclo en el elenco catalán siendo considerado uno de los “jugadores más importantes en la historia del Barça”, en palabras de Carles Puyol. Codeándose con grandes figuras blaugranas como Pep Guardiola, Joan Gamper, Johan Cruyff, Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Lionel Messi, quien es señalado como el jugador más grande de la historia de esa institución.

La historia de los Blaugranas no se explica sin la presencia de Ronaldinho. El padrino futbolístico de Messi se convirtió en el ídolo de toda una generación. El brasileño dejó un legado imborrable no sólo en el Barça, también en el fútbol. Demostró que, en menos de cinco años, se puede maravillar a toda una ciudad y devolverle la alegría que habían perdido tras múltiples fracasos en temporadas anteriores. Su fichaje fue todo un acierto de Joan Laporta, Sandro Rosell y toda la junta directiva catalana.

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