Universidad Católica se medirá ante Colo Colo este sábado en Santa Laura y significará oficialmente el primer clásico de Tiago Nunes al mando de los cruzados. Sin embargo, no será el único que tendrá su debut en duelos de esta envergadura. Uno de ellos es Thomas Gillier, el joven arquero de 19 años que reemplazó al lesionado Sebastián Pérez.
A los 11 años, llegó a las divisiones menores de los estudiantiles, donde rápidamente se hizo un nombre, lo que le valió ser considerado para las distintas selecciones nacionales juveniles, participando en sudamericanos y en los Juegos Odesur. En 2023 tuvo la oportunidad de debutar en un amistoso ante River Plate, dejando una grata impresión, y comenzó a ser considerado en las citaciones. Incluso, en esta temporada debió asumir la titularidad por los problemas físicos del Zanahoria.
“Tranquilo. Me centro en lo que depende de mí, no de alrededor. Si el club confía en mí, muy bien, pero lo importante es que yo estoy seguro conmigo mismo. El resultado es una consecuencia del proceso, hoy es un partido más, un debut, pero estaba tranquilo porque vengo entrenando bien”, comentó el deportista tras su estreno oficial ante Ñublense, rival al que incluso le atajó un penal.
Sin embargo, este ascenso vertiginoso en el fútbol profesional ha tenido que contrastar con durísimos golpes de la vida a sus cortos 19 años. Con pocos meses de diferencia fallecieron su padre y su madre, por lo que, en cierto modo, esas experiencias lo han hecho madurar rápidamente. Esto mismo fue resaltado por el técnico de la UC.
“Creo que la experiencia no es un tema sólo de edad”, expresó. Y añadió: “También es un tema de lo que se vive y principalmente lo que se aprende con las vivencias y experiencias de otros. Es un punto de sabiduría. Cuando uno es un tipo atento, que aprende con las experiencias de otros, eso también genera una madurez importante”.
“Es un muchacho que pasó por bastantes cosas en los últimos años y maduró de forma precoz, temprana para su edad. Quizá ese sea un punto que traslade a la cancha”, comentó el entrenador. De hecho, la pérdida más reciente del portero ocurrió en enero pasado cuando en medio de la pretemporada debió enfrentar el deceso de su madre, la destacada artista plástica Claudia Correa Bilbao, quien falleció tras una larga enfermedad que la aquejó durante tres años. Mientras que el deceso de su padre ocurrió en abril del año pasado, por un infarto fulminante cuando se encontraba de vacaciones en el país.
Fortaleza mental
Como su padre era francés e, incluso estaba radicado en Francia al momento de su muerte, en la familia hay una fuerte influencia francesa. De hecho, el portero estudió en el colegio Alianza Francesa y domina a la perfección el idioma de su familia paterna. Asimismo, también quiso seguir los pasos de su progenitor y se matriculó en Ciencias Políticas en la Universidad Católica. Sin embargo, debió congelar porque al poco tiempo subió al primer equipo y la carga horaria era incompatible con los entrenamientos. De todos modos, sigue en los registros de la casa de estudios.
De su madre heredó el gusto por las artes plásticas, la estética y todo lo relacionado por el arte, aunque pudo más la política y su pasión de conocer cómo funciona el sistema político. Aunque finalmente, el fútbol es hoy su prioridad.
También sus cercanos comentan que justo antes del repentino fallecimiento de su padre el portero comenzó a trabajar con gente del club y a recurrir a un psicólogo externo al que visita todas las semanas debido a su interés por fortalecer aspectos mentales. De ahí que haya podido asimilar con tanta entereza los momentos difíciles que ha vivido.
“Él enfrentó todo este proceso desde la aceptación y la responsabilidad frente a sus hermanos. De hecho, con su hermano mayor Mateo, que tiene 23 años, se propusieron llevar la situación como una fortaleza más que una pérdida. Incluso, aunque suena raro, ellos tratan de verle el lado positivo y decir ‘chuta, es lo que nos tocó, tenemos que aceptarlo y ser positivos para fortalecernos entre nosotros’”, cuenta un miembro del círculo cercano del futbolista.
La fortaleza se ve todos los días no solo en los entrenamientos, sino que a nivel familiar, ya que junto a su hermano se hicieron cargo de sus hermanos más pequeños, que aún están en edad escolar. La menor tiene 15 años. Los cuatro viven juntos y los dos mayores cumplen la función de madre y padre a la vez.
Frente a Colo Colo se producirá su debut en clásicos. Sin embargo, durante la semana sus compañeros han visto muy tranquilo al portero y con mucho aplomo. El técnico Tiago Nunes no dudó en poner todas sus fichas en su pupilo. “Es un tipo que está conectado, concentrado y sabe leer los momentos. Creo que hará un buen partido”, vaticinó.