La caída del jueves frente a Ñublense había generado ciertas dudas en Colo Colo. El equipo de Gustavo Quinteros, que hasta ahí seducía por su propuesta, por la inserción de valores juveniles y los resultados que había cosechado después de una temporada traumática, ahora estaba en la mira. Primero de sus hinchas más escépticos, quienes llegaron a temer un bajón más profundo en el rendimiento. Y luego, sobre todo, de sus rivales en la pelea por el título. Ayer, de hecho, la UC había aumentado la presión al vencer a otro de los aspirantes, Unión La Calera. Los cruzados se ponían a dos puntos de la escuadra alba y la obligaban a ganar para mantener la distancia.
El Cacique respondió a la altura. Venció a Palestino por 1-2, en un partido que no estuvo exento de dificultades, pero en el que apeló a la solvencia para resolverlas. De hecho, le bastó un tiempo para sellar el marcador. En la segunda etapa, más se dedicó a administrar y a soportar las consecuencias de una semana desgastante, que incluyó la resaca del Superclásico, el revés ante los Diablos Rojos en el Monumental y la visita al siempre complicado recinto de La Cisterna. De hecho, en los últimos minutos, forzado por las modificaciones obligadas por las lesiones de algunos de sus hombres, Quinteros replegó a sus jugadores sin complejos, para sentenciar el duelo.
Antes de eso, el rendimiento del Cacique tampoco había sido demasiado brillante. Si bien un remate de Óscar Opazo obligó tempranamente a una intervención de Cristopher Toselli, lo que auguraba una presentación más contundente, lo concreto es que la presentación alba más se acercó a lo pragmático. Los albos no solo tenían que hacerle frente al equipo de Graff, sino también a algunas variaciones obligadas como el retraso de César Fuentes a la zona defensiva, ante la imposibilidad de contar con Emiliano Amor, lo que derivó en la inclusión del juvenil Bryan Soto en la mitad. Y eso, a la larga, se tradujo en un rendimiento efectivo, pero poco vistoso.
Se resolvió temprano
Igualmente, los albos fueron más ambiciosos que el local. En esa faceta, volvieron a contar con el aliado de la presencia de Leonardo Gil, el barómetro del equipo en la mitad de la cancha. Eso sí, antes hubo tiempo para las revanchas. Iván Morales abrió la cuenta en los 21′, con un zurdazo de sobrepique que sorprendió a Toselli. El atacante no marcaba desde agosto, por lo que en el festejo acalló a sus críticos. Y también para la incertidumbre, cuando, en los 37′, Luis Jiménez igualó después de un arranque de Benítez por la izquierda y un centro que no encontró un receptor claro hasta que apareció el Mago para vencer a Cortés con un derechazo.
Esa sensación se disipó al filo del primer tiempo, después de una infracción de Cristián Suárez sobre Pablo Solari a la entrada del área. En la ejecución de la falta, Gil estuvo magistral. Le clavó un zurdazo a Toselli, quien no tuvo chances de detener el disparo y se limitó a ver pasar el balón. El Colorado marcó su cuarto tiro libre en el Campeonato Nacional.
La segunda etapa, como está dicho, fue más bien conservadora desde la perspectiva alba y poco productiva desde la mirada del cuadro local. De hecho, en la reanudación, los dueños de casa dispusieron de dos disparos, ambos de Misael Dávila, como las mejores chances para equiparar el marcador, pero los desaprovecharon. Más tarde, ya no hubo gran actividad en los arcos. Quinteros se enfocó en cubrir los espacios que dejaron los jugadores con molestias y lo más llamativo fue el debut del delantero venezolano Christian Santos, la última incorporación del Cacique, quien tampoco entró mucho en juego.