Tras la debacle del Atlético ante el Getafe, que le remontó en el cierre para imponerse 2-1, el Real Madrid tenía la obligación de ganar y lo hizo. Los merengues vencieron 2-1 al Rayo Vallecano e igualaron en la cima de LaLiga al Barcelona, a unos días de un nuevo derbi, válido por la vuelta de los octavos de final de la Champions League.
Carlo Ancelotti reservó a dos piezas claves de cara al crucial duelo que se disputará en el Metropolitano: Thibaut Courtois y Antonio Rudiger. Sin embargo, las rotaciones cumplieron.
Otros que tuvieron una gran actuación fueron Kylian Mbappé y Vinícius Junior, los autores de las anotaciones madridistas. En el 31′, el francés encaró y eludió a un rival, para posteriormente sacar un potente remate al segundo palo. Ya son 18 goles en liga para él. Tres minutos después, el brasileño marcó el segundo con una magnífica jugada personal. Recibió cerca de la banda, giro sobre su eje y encaró hasta ingresar al área. Golazo.
Pedro Díaz Fanjul marcó en los descuentos del primer tiempo, pero no fue suficiente. Lunin tuvo una impecable actuación ante las constantes llegadas del Rayo, mientras que en la ofensiva merengue Vinícius estuvo errático a la hora de estirar la ventaja.
Las dudas colchoneras
El triunfo le permite al Madrid dejar atrás al Atlético, que tiene 56 unidades, y escalar a los 57 puntos, mismos que tiene el Barcelona. Los culés tienen mejor diferencia de gol y un partido menos luego de que el cotejo ante el Osasuna se cancelara tras la muerte del médico del primer equipo.
Los colchoneros sufrieron en el Coliseum. Ganaban por la mínima gracias a un penal de Alexander Sorloth, en el 75′. Todo parecía bien encaminado, pero vino la expulsión de Ángel Correa en el 88′. Tras ver la tarjeta roja, el argentino increpó al árbitro: “Hijo de mil put…, cagón. La con... de tu madre”, le indicó furiosamente. Ahora, arriesga entre cuatro a 12 partidos de suspensión.
El Atlético desaprovechó la oportunidad de ser líder y meterle presión al Barcelona. Mauro Arambarri marcó en el 88′ y 90+2′, remontando el encuentro y desatando la algarabía en la afición azulona. Cuatro minutos de ensueño para los locales.