A fondo con Elías Figueroa: “En 22 años de carrera nunca fui reserva; fui capitán y nunca perdí con Pelé”
El mejor defensa de la historia del fútbol chileno repasa su trayectoria, en una entrevista a fondo en la que recuerda los hitos más importantes de su carrera y también habla del fútbol actual, de su pasado político y de su relación con los astros de este deporte.
Elías Figueroa (Valparaíso, 25 de octubre de 1946) disfruta sin prisas. Los fines de semana juega de centrodelantero, en un equipo junto a Mario Soto y Jorge Garcés, y en la semana se mueve por su ciudad de toda la vida. “Si alguien me pide fotos allá, no es de Villa Alemana. Me voy al centro con los amigos, tomo café. Es la vida que me gusta a mí. En agosto cumplo 60 años de casado”, relata mientras hace sobremesa en el restaurant Ocean Pacific de Vitacura, donde se encuentra para hablar de Don Elías, el señor del fútbol mundial, su biografía oficial, escrita por Nelson Osses y Pablo Arteche.
¿En qué momento de su vida se encuentra hoy?
Hoy estoy en un momento muy grato, porque disfruto a la familia. Ya pasaron las concentraciones, los viajes y puedo disfrutarlos. Eso es sumamente importante, estoy acompañando a mi hijo en los negocios que tenemos y estoy en una vida más tranquila.
¿Qué lo hace más feliz hoy?
Estar con mi familia. Antes pasaba muchas concentraciones y giras. De hecho, a uno de mis hijos lo conocí a los dos meses. Yo andaba en gira en Europa y mi señora tuvo que afrontar sola todas estas cosas.
Y usted jugó el Mundial del 82 siendo abuelo…
Sí, fui el único abuelo en jugar un Mundial. Es que me casé muy joven, yo tenía 16 y mi señora, 15. Seguimos casados, gracias a Dios.
¿Cómo se hace para mantener una relación de tantos años, siendo usted una persona tan mediática?
Siempre dije que la fama, el fútbol y todo eso es bonito, pero lo principal para mí siempre ha sido mi familia, y tener al lado a una compañera que supo comprender y entender con quién estaba.
¿Cuál es el recuerdo más bonito que le dejó el fútbol?
Hay dos recuerdos muy bonitos para mí. Cuando niño tuve problemas de salud en mis piernas, tuve traqueotomía (muestra la cicatriz). No podía correr, y la primera vez que pude pararme y andar sin muletas, que sería como a los seis o siete años, es uno de los momentos que más recuerdo. Recuerdo la preocupación de mis padres por mí. Y después, terminar ganándome la vida con las piernas es maravilloso.
Siempre se dice que su primer referente fue Raúl Sánchez.
Sí, pero lo que pasa es que jugaba de volante. Empecé de arquero porque mi mamá y papá no me dejaban correr. Después jugué de 6. A los 15 años llegué a Wanderers, en una selección juvenil jugué de volante y ahí me vio José Pérez, y me dijo que me probara con los juveniles, pero me vio el DT del primer equipo y me dijo que fuera a entrenar con el plantel. Me gustaba mucho Dubost, un volante de Wanderers, yo era wanderino de chico. Después me llamaron a la selección juvenil de Valparaíso, faltaba el central y el técnico me dice ‘tú grandote, juega atrás’. ‘No, si no quiero jugar ahí, no me gusta’. Jugué y nunca más salí de ahí.
¿Cuál fue el mejor equipo que enfrentó?
Vi varios buenos y excelentes equipos. Enfrenté al Real Madrid famoso, yo ya estaba en Peñarol. Peñarol e Internacional han sido dos de los grandes equipos en que jugué. Con Peñarol hacíamos gira por Europa y enfrentábamos al Bayern, al Real Madrid. También el Santos de Pelé...
Usted tuvo la posibilidad de jugar en ese Real Madrid.
Sí, el Real Madrid me quería como fuera. De hecho, me mandaron los pasajes y todo, pero yo de niño siempre tuve la inquietud de hacer inversiones con la platita que ganaba. Tenía una fábrica de calzados en Uruguay, y en Europa no pagaban tanto como hoy en día.
¿Pagaban mejor en Brasil?
No solo eso, sino que estaba cerca de la fábrica de calzados en Uruguay. La podía cuidar. Me fue bastante bien en los negocios y ahora tenemos los famosos vinos Don Elías.
¿Cómo tomó la muerte de Pelé?
Terrible. Pelé no solo fue un gran jugador, sino que una gran persona y un gran amigo. Recuerda que un día llamé a Pelé para que viniera a Chile y me dijo “para ti, Elías, sí”. No me pidió dinero. Pelé cobraba mucho dinero por salir. Fuimos a la Isla de Pascua a inaugurar el estadio.
Cuando le preguntan por Pelé o Maradona. ¿Con quién se queda?
Maradona era extraordinario. Quizás una de las diferencias de Pelé era el salto y el cabezazo. Pelé cabeceaba muchísimo mejor que Diego, era muy completo en ese aspecto y una gran persona. Ojo, estuve con él y fue muy respetuoso conmigo y eso me llamó mucho la atención. Todo el mundo tenía una idea de Maradona, pero no. Un tipo respetuoso y un gran jugador.
Y ahora que se habla de Messi. ¿Cree que está para discutir en ese podio?
Creo que le falta un poquito todavía. Es extraordinario, no podemos negar lo que es, aunque no me gusta hacer esas comparaciones.
En el último tiempo ha habido exjugadores con enfermedades neurodegenerativas por cabecear tantos balones. ¿No le preocupa eso?
Mira cómo tengo acá, roto. Me pegaron una patada cuando me tiré en palomita y se me cayó el párpado. Me lo levantaba para poder mirar. Pero nunca me ha dolido la cabeza y no me he tomado ni una aspirina.
Usted estuvo en tres mundiales y en 1974 fue donde estuvo más cerca de avanzar de fase ¿Qué le faltó a esa Selección?
El gran problema que tuvimos en esa selección fue que internamente nos faltó estar más juntos. Había algunas separaciones ahí dentro.
¿Era por asuntos políticos?
No tanto por lo político, sino porque algunos venían de otros lados y creían que eran más. Partió por ahí.
¿Y la del 82?
Fue muy buena esa selección, pero estuvimos seis meses concentrados y ese fue el gran problema. Lo único que queríamos era que terminara todo para llegar a casa. Teníamos un buen equipo, pero cuando tú estás conviviendo todos los días por cualquier cosita ya discutes con el compañero. Imagínate estar un par de meses sin poder ver a la familia o que iban un ratito y se tenían que ir, eso también influye. No había redes sociales ni celulares.
A propósito de redes sociales, ¿qué siente cuando lo comparan con Alexis y Vidal?
Me siento muy bien. Yo hice lo mío y cada uno tiene que hacer lo suyo. Yo dejé ahí una meta: tres veces el mejor de América, dos veces mejor del mundo… A lo mejor son mejores que yo, pero ahí está la meta.
También hay voces que dicen que ellos jugaron 15 años en Europa…
Pelé nunca jugó en Europa… Pero hay que recalcar que la selección actual tiene grandes jugadores. En 22 años de carrera nunca fui reserva; fui capitán y nunca perdí con Pelé.
Usted, a comienzos de los 90, debió salir de TVN. ¿Se sintió discriminado o fue una factura por haber estado en la Franja del Sí?
No, entiendo que es parte de… Además, yo soy provinciano…
Hace unos días usted habló de su participación en la Franja del Sí…
En la época uno trataba de cooperar con lo que viniera. No era el Sí o el No. Con la gente del No tenía grandes amistades y jugábamos a la pelota juntos. Mi hermano Juan fue candidato a diputado por el Partido Socialista y fundó el Partido Socialista. Para el terremoto de principios de los 70 hicimos un partido a beneficio y le entregamos personalmente la recaudación a Salvador Allende. También fui amigo de Pablo Neruda, una gran persona.
¿Cómo fue esa amistad?
Siempre me gustó escribir, siempre me preocupé de eso y seguí estudiando. Cuando conocí a Pablo Neruda, fue una cosa extraordinaria. Siempre tuve admiración por él y afuera también hablaba de él y de lo que significó. En Chile no se le dio la total importancia que realmente tenía Neruda.
¿Qué le parece que Chile quiera organizar el Mundial del 2030?
A mí me parece que puede. Hicimos el 62, en el que había menos condiciones. Creo que la gente y el pueblo chileno lo merece.
Después de su retiro, ¿qué jugador lo hizo mejor?
Pasaron varios jugadores.
¿Y en su puesto? ¿Gary Medel?
Gary Medel juega muy bien atrás, pero me gusta más de seis. Juega bien atrás. Me gusta él porque tiene eso de marcar encima.
¿Hay un déficit de calidad en los centrales?
Hay centrales buenos, lo que pasa es que cada cierto tiempo salen jugadores en diferentes lugares. Es normal y siempre ha pasado. En la época de Leonel, todos querían ser puntero izquierdo.
¿Ha podido ver a la Selección?
Tiene buenos jugadores, el fútbol ha cambiado. Yo antes a veces me pagaba hasta el pasaje para venir a jugar por Chile. Brasil me puso un cheque en blanco porque me quería Zagalo. Y Zagalo dijo “si Figueroa es brasilero, la Selección empieza con él”. Pelé también quería… (muestra una foto de la época posando con la camiseta de Brasil).
¿Y quién es el Figueroa de Europa?
Franz (Beckenbauer), gran persona también…
¿Le faltó algo a su carrera?
No, porque conseguí todo.
¿Qué opinión tiene de los representantes? Usted nunca tuvo.
Para algunos jugadores es bueno, a los que les falta la personalidad de enfrentarse a un dirigente y decirle “yo quiero esto”. Algunos les llenan a los jugadores la cabeza de pajaritos y ellos, en vez de seguir trabajando, no lo hacen, cuando hay que trabajar más. Yo seguía trabajando después de los entrenamientos. Para las vacaciones me iba cuatro semanas a Villa Alemana: dos descansaba y las otras dos entrenaba, y cuando volvía les sacaba ventaja a todos mis compañeros.
¿Cómo le gustaría ser recordado?
Me gustaría que la gente me recordara como una buena persona, como un tipo humilde. Cuando empecé mi papá me paró el carro inmediatamente. Debuté a los 15 años, salía en los diarios. Me agarró y me dijo “última vez que se lo digo: usted estudie, esté tranquilo y nada que se le suban los humitos a la cabeza, sino yo mismo lo saco de Wanderers. ¿Estamos?”. Antes existían los malones y mi papá no me dejaba ir. Un día que llegué tarde, y en la mañana me pegó un correazo en la espalda el viejo. “Última vez”, me dijo. Tenía partido al día siguiente y llegué a las 12 de la noche.
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