A menos de un día que largue una nueva edición del Rally Dakar, su puñado de participantes sigue disminuyendo. Problemas con los vuelos son la principal razón por la que siete corredores hayan desertado en la antesala a la carrera.
No es un misterio lo complejo que se ha transformado viajar durante los últimos meses, lo que sumado al cierre de las fronteras en Arabia Saudita, complicó de sobremanera a los organizadores, que debieron implementar decenas de vuelos chárter para terminar de transportar a los más de 2.000 que llegarán a participar del evento.
Entre las bajas de última hora se encuentra el argentino Carlosa Verza, quien no podrá correr en quads por la suspensión de su vuelo, o el peruano David Chávez (motos) que no pudo viajar por no tener a tiempo los resultados del examen PCR.
Otros, en cambio, se quedaron abajo por estar contagiados. Tal fue el caso de los españoles Dani Oliveras (copiloto del dos veces campeón Nani Roma) Francesc Ester y Jordi Ballbé, navegantes en camiones, o el ruso Konstantin Zhiltsov, copiloto de Dennis Krotov, quienes no pudieron estar presentes por estar infectados con Covid.
Pero algunos, pese a haber llegado a Arabia Saudita, tampoco podrán estar en la prueba, ya que la organización exige a los competidores un segundo PCR negativo para poder largar. Así, el ruso Alexey Titov, debutante en los autos, el eslovaco Ivan Jakes, cuarto en motos en 2019, y el colombiano Giordano Pacheco (motos), debieron despedirse de la prueba sin siquiera correr.
El último en bajarse fue el local Abdulmajed Aakhulaifi, aunque él se restó por problemas económicos.