A lo grande: el Betis de Pellegrini y Bravo se mete en Europa League con una remontada épica

Una hazaña épica, digna de admiración. El Real Betis de Manuel Pellegrini obró el milagro y dio vuelta un 2-0 parcial del Celta de Vigo, resultado que los privaba de clasificar a la Europa League. Sin embargo, el conjunto de Claudio Bravo, quien fue titular los 90 minutos, convirtió tres goles en 20 minutos y remontó para ganar y clasificarse al segundo torneo de clubes más importante del Viejo Continente, un increíble premio para la gran campaña de los chilenos en el conjunto blanquiverde.

La tarea no era fácil para el Betis, puesto que el rival era nada más ni nada menos que el equipo que en la fecha pasada sacó al Barcelona de la carrera por el título de la liga española. El Celta de Eduardo Coudet, gracias a ese 2-1 frente a los culés, llegó al partido final con cinco victorias consecutivas y totalmente libre de cualquier peligro de descenso. Sacarle puntos de visita sería muy difícil.

A eso se le sumó la falta de actitud del Betis en el primer tiempo. Salieron a la cancha sin ser conscientes de la oportunidad que se estaban jugando. Dependían de sí mismos para clasificar a la Europa League, pero eso no se notó en el desarrollo del partido. Gracias a eso el Celta no tuvo que hacer demasiado para apoderarse del partido, guiado principalmente por Iago Aspas. El delantero probó las manos de Claudio Bravo tras un excelente control, pero el chileno estuvo espléndido yendo al piso.

El equipo del Chacho Coudet se puso en ventaja gracias a la complicidad del árbitro, Gil Manzano. El réferi cobró un dudoso penal sobre Santi Mina que ni siquiera fue revisado por el VAR. Aspas convirtió pese a que Bravo adivinó el lugar, a los 32′.

El cuadro de Sevilla tampoco salió al segundo tiempo con la intención de dar vuelta el partido. O al menos, así parecía. El Celta lo aprovechó y a los 49′ Brais Méndez marcó un golazo de media distancia, imposible para el guardametas criollo. Este resultado, más la victoria parcial del Villarreal sobre el Real Madrid y el empate de la Real Sociedad, condenaban al Ingeniero a conformarse con la Conference League.

Todo cambió, no obstante, gracias a un absurdo penal de Nolito sobre Emerson que Borja Iglesias concretó de gran manera, a los 53′. Un gol que le devolvió la vida al Betis, las ganas de competir y el entendimiento de que dependían de sí mismos para lograr el objetivo. A eso se le sumó el ingreso de Diego Lainez, quien revolucionó el juego bético y empujó por el empate.

Fue una falta al azteca fuera del área de Aspas —que pudo ser roja perfectamente— lo que Fekir transformó en el 2-2 con un zurdazo magistral, al ángulo, imposible. La hazaña estaba más cerca que nunca, pero aún faltaba un gol. Gol que llegó en los pies de Víctor Ruiz al frente del arco, tras un rebote luego de un córner.

Esta victoria bastaba para que el Betis se clasificara a la Europa League, el segundo torneo más importante de clubes después de la Champions League. Pero no valdría sin sufrimiento: en una extraña secuencia, Gil Manzano le mostró doble amarilla a Cristian Tello a los 75′ y el Betis se quedó con un hombre menos por quince minutos.

En esos minutos apareció la jerarquía del equipo y sobre todo de Claudio Bravo, que a los 87′ salvó un cabezazo espectacular tras un córner. Todo valió la pena: el Betis es de Europa League.