“Un partido para toda la vida”. Esta frase era la consigna que acompañaba la despedida de uno de los grandes talentos del fútbol argentino. Si bien se retiró en enero de 2015, con la camiseta de Argentinos Juniors, el club donde se formó, este domingo cerró el círculo. Sucedió con los colores de Boca Juniors, su casa. Juan Román Riquelme tuvo el punto final de su carrera con una fiesta a tope, en La Bombonera, con cerca de 57 mil personas en las tribunas.

Fue un fin de semana especial para el fútbol del país vecino, porque dos de sus estandartes disputaron sus respectivos partidos de despedida. El sábado fue el turno de Maximiliano Rodríguez, quien tuvo su propia fiesta en el Estadio Coloso Marcelo Bielsa de Rosario, el recinto de Newell’s Old Boys. Al día siguiente llegó el momento para Román, quien contó con una nutrida participación de figuras. Eso sí, el invitado especial fue Lionel Messi.

Tal como sucedió en el partido de Maxi Rodríguez, la Pulga se llevó casi todos los focos en La Boca. El ex PSG fue compañero de Riquelme en la selección argentina en el Mundial de Alemania 2006, así como en la Copa América de Venezuela 2007 y en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, donde consiguieron la medalla de oro. El partido fue entre figuras históricas de Boca Juniors ante figuras de la selección argentina. Como era de esperarse, cada uno fue el capitán de los respectivos equipos.

En la lista de invitados por la Albiceleste estaban Pablo Aimar, Ángel Di María, Javier Saviola, Esteban Cambiasso, Fabricio Coloccini, Leandro Paredes y el propio Lionel Scaloni, uno de los más aplaudidos, entre otros. Quien inició como el arquero suplente fue Cristian Muñoz. El Tigre, quien hizo carrera en Chile, coincidió con Riquelme tanto en Boca como en las selecciones juveniles transandinas. El ex Huachipato y Colo Colo entró en el segundo lapso y recibió un gol de Riquelme.

Por su lado, la lista de históricos xeneizes tenía a Óscar Córdoba, Hugo Ibarra, Sebastián Battaglia, Mauricio Serna, Jorge Bermúdez, Marcelo Delgado, Sergio ‘Manteca’ Martínez y Blas Giunta, entre varios más. En las bancas, los entrenadores eran Carlos Bianchi, Coco Basile y José Pekerman.

Dos grandes ausencias tuvo el evento homenaje a Román. Uno fue Guillermo Barros Schelotto, actual técnico de Paraguay. El otro es Martín Palermo, con quien conformó una dupla letal con la camiseta azul y oro. El ex DT de Unión Española y Curicó Unido está al mando de Platense y le tocó su partido de liga, ante Arsenal de Sarandí, justo antes del arranque del amistoso en La Bombonera. El Titán justificó su ausencia: “Por los tiempos se sabía que iba a ser difícil llegar”.

Como generalmente sucede en este tipo de compromisos, el resultado importa poco (ganó Boca por 5-3). El evento era un pretexto para ver juntas a una serie de estrellas del pasado y del presente. Mientras tanto, la barra de Boca (conocida como “La 12″) tenía claro cuál era su favorito en la jornada. “Messi, Messi, Messi, Messi... me tienes que perdonar... En la Boca el más grande, el más grande es Román...”, cantaban durante el juego.

El crack fichado por Inter Miami estuvo en el partido hasta los 18 minutos del segundo tiempo, reemplazado por Saviola. Tras su salida, dio breves impresiones. “Es una sensación muy linda de estar en el homenaje, por lo que significa (Riquelme) para el fútbol argentino, para Boca. Es un día especial, para disfrutar”, dijo Messi a la TV Pública. “Me voy de vacaciones y después arrancaré en mi nueva ciudad, en mi nuevo club”, selló.

Luego del encuentro, Riquelme declaró que “fue lindo (el evento), los bosteros estamos contentos. Estoy muy agradecido a los jugadores. Y a la gente le tengo que decir gracias. Carlos (Bianchi) es el culpable de todo lo que está pasando, me enseñó a competir. Creo que el hincha lo disfrutó muchísimo. ¿Si la gente de Boca me quiere? Más de lo que imaginaba”.

Sigue en El Deportivo