El tenis vive momentos claves. En medio de batallas entre los circuitos por el dominio del calendario y la irrupción de otros deportes de raqueta en los grandes escenarios, son los propios jugadores quienes plantean sus quejas y críticas en torno a una disciplina con historia y nivel, pero que en el último tiempo no ha sabido reinventarse.
Las generaciones han cambiado, los acuerdos comerciales han cambiado, pero el tenis no. Por lo mismo el debate está servido e incluso algunas de las voces más importantes del circuito no temen dar su opinión sobre el tema.
Ese fue el caso de Novak Djokovic, quien tras avanzar a los octavos de final de Wimbledon se colgó de una pregunta de la prensa para dar con una profunda reflexión sobre el momento que vive su deporte y los cambios que necesita hacer para no perder la batalla comercial frente a otras disciplinas. Todo comenzó sobre su opinión sobre si los Grand Slams deberían jugarse al mejor de tres sets, pero también se extendió a la disputa con el pádel, las ganancias de los jugadores fuera del Top 100 y el trabajo mediático que hacen los circuitos.
“Son un aspecto muy importante de la historia y también del futuro de este deporte. Apoyo los partidos a cinco sets, especialmente en las rondas finales de los Grand Slams. He visto que hay mucho debate sobre eso, que están preguntando mucho sobre si los Grand Slams deberían ser al mejor de tres sets. No lo creo. Creo que deberían seguir siendo al mejor de cinco sets”, arrancó mencionado el número tres del mundo, quien en esa reflexión puso como ejemplo la final de Wimbledon que en 2019 disputó ante Roger Federer.
Eso sí, el serbio admitió igual tener una visión particular sobre el caso: “La única cosa que quizás pienso que podría ser positiva es considerar que las primeras rondas sean al mejor de tres mangas. Más adelante, te mueves hacia ese formato híbrido de jugar al mejor de cinco sets a partir de la cuarta ronda o los cuartos de final”, apuntó.
Innovación
Esa opinión sobre los cinco sets fue solo el comienzo de un discurso potente sobre el presente del tenis y los cambios que tiene que hacer de cara al futuro. “Debemos, más allá de los Slams, averiguar cómo atraer a un público joven. En cierto modo, el tenis está en una gran posición, pero al mismo tiempo, si miramos deportes como la Fórmula 1 y lo que han hecho a nivel de marketing, creo que ambos circuitos debemos mejorar en cuanto al crecimiento de nuestro deporte. Los Grand Slams siempre van a ir bien. Nuestros circuitos deben mejorar”, señaló.
Incluso ocupó un estudio realizado por la Asociación de Tenistas Profesionales para exponer su punto de vista. “Uno de los estudios que la PTPA hizo hace tres años mostró que el tenis es el tercer o cuarto deporte más popular del mundo, el más visto, junto al cricket. El número uno es el fútbol, el segundo el baloncesto, y luego está el tenis y el cricket. Sin embargo, en cuanto a oportunidades comerciales y cómo aprovechar esa popularidad, el tenis está noveno o décimo en la lista. Hay un espacio enorme para el crecimiento. Estamos fraccionados como deporte, hay cosas que podemos mirar de forma colectiva y mejorar”, sostuvo el siete veces campeón de Wimbledon.
La explosión del pádel
Nole sabe que el momento del tenis es crítico, sobre todo por los problemas que hay a nivel amateur, donde la explosión de otras disciplinas han borrado el dominio histórico del tenis.
“El pádel está crecimiento y emergiendo, la gente se lo pasa bien con él, pero sigue pensando que el tenis es el tenis. El tenis es el rey de los deportes de raqueta, es cierto, pero a nivel de clubes está en peligro. Si no hacemos algo al respecto, el pádel o el pickleball van a convertir los clubs de tenis en pádel o pickleball, simplemente porque es más económico. Para el dueño de un club, es mucho más viable a nivel financiero construir tres pistas de pádel en el espacio que ocupa una pista de tenis. Son matemáticas simples”, abordó Djokovic.
Una realidad que según el serbio muchas veces se deja fuera de la discusión. “Hablamos mucho sobre que el ganador de un Grand Slam se lleva esto y aquello. El foco siempre se pone en el gran premio. ¿Qué pasa con las raíces? El trabajo en ese sentido es pobre, muy pobre. El tenis es un deporte global, amado por millones de niños que quieren tomar una raqueta y jugar. Sin embargo, no lo hacemos accesible. No es tan asequible, sobre todo en países como el mío, sin una federación fuerte con Grand Slams o grandes presupuestos”, mencionó antes de aclarar que todas estas críticas son netamente para evidenciar que se necesita mejorar el diseño del circuito y el trabajo de quienes lideran el deporte en cada nación.
“Estas son algunas de las cosas que me gustaría compartir. Si miramos de manera amplia y global, estos son los desafíos que debemos abordar. Llevan un largo tiempo ahí, pero creo que no los estamos abordando de manera correcta”, dijo a modo de cierre.