Una jornada histórica vivió el vóleibol playa chileno. Por primera vez dos parejas nacionales definieron el cupo país a los Juegos Olímpicos, obtenido el domingo en la Continental Cup en Iquique. Los legendarios Esteban y Marco Grimalt y sus discípulos Noe Aravena y Vicente Droguett se enfrentaron en una serie al mejor de dos partidos, con un Golden Set, en caso de igualar.
Las sensaciones tras la contienda fueron encontradas. Por un lado, la alegría de la mejor dupla histórica nacional al conseguir representar por tercera vez consecutiva a Chile en unos Juegos Olímpicos, luego de hacerlo en Río 2016 y Tokio 2020 tras ganar sus dos encuentros. Por el otro, la tristeza hasta las lágrimas de los jóvenes retadores, quienes mostraron todos sus progresos, sin embargo, no fueron suficientes ante la jerarquía de sus rivales. Todo esto envuelto en el cariño, admiración y el recuerdo de los momentos compartidos por ambos binomios.
Los duelos se llevaron a cabo en el Parque Peñalolén, con la presencia solamente de familiares y allegados a los deportistas, autoridades y los medios de comunicación. Por la mañana, se midieron en el primero de los duelos, que se decidió por un cerrado 21-16 y 22-20, donde el segundo set mostró un alto nivel y que se definió en gran parte por los notables bloqueos de Marco Grimalt.
Por la tarde y con una temperatura mucho más agradable, se llevó a cabo el segundo encuentro. Tácticamente, los “Pollos”, como se les conoce cariñosamente a Aravena y Droguett, buscaron a Esteban Grimalt, a diferencia de lo ocurrido en la mañana. El cambio se planes iba en la sintonía de resolver los problemas que experimentaron en aquel duelo inicial.
En tanto, la estrategia de los primos se centró en buscar a Droguett en los servicios. También la potencia y el oficio de los primos se hizo notar en los momentos claves. Así, pudieron establecer una pequeña ventaja en la primera mitad del parcial, lo que les permitió poner apretar a sus rivales. “Sigamos con la intensidad y presión”, le decía Esteban a su compañero antes de enfrentar la parte final de ese capítulo.
Justamente, esa disposición de los Grimalt provocó errores no forzados en sus adversarios, estirando la diferencia. Al final, la tónica se mantuvo y el primer set se fue con un marcador de 21-16.
El epílogo
No quedaba otra que jugársela para Aravena y Droguett en el segundo set. Intensificaron los riesgos, mientras que sus experimentados rivales se mantuvieron muy sólidos y con bastante aplomo para resolver cada uno de los problemas que les plantearon. Así, la situación en la mitad inicial del primer capítulo se repitió y el desenlace también.
A pesar de los esfuerzos de redoblar las convicciones, los “Pollos” no pudieron cambiar la dinámica de lo que venía sucediendo. No obstante, esa presión de verse abajo en el marcador los llevó a cometer errores con los servicios y con los toques en la red. Los Grimalt, en tanto, estuvieron implacables en los bloqueos y en la faceta ofensiva, lo que tuvo su justo premio, lo que terminó con un claro 21-13.
Un emotivo abrazo entre los cuatro jugadores selló el compromiso. Luego, Marco se acercó a consolar a Vicente Droguett. Los primos ratificaron sus pergaminos y sus jóvenes contendores se fueron con la convicción de que son un promisorio recambios para los próximos ciclos olímpicos.
“Los sentimientos son un poquitos encontrados. Sin duda que estamos felices. Cuando comenzamos, nuestro sueño era clasificar a los Juegos Olímpicos por primera vez y ya vamos por nuestros terceros. Hemos hecho una carrera que va a dejar huella y queremos seguir escribiéndola”, expresó muy emocionado Esteban Grimalt, en conversación con el canal CDO.
“Teníamos un objetivo en este ciclo olímpico, que era clasificar por ranking mundial y teníamos un sueño que compartíamos, que era meter a dos equipos y no lo conseguimos por poquito. Es algo que duele porque el sueño era de los cuatro y todos fuimos responsables de conseguir esta clasificación. Es un poco difícil, tenemos vóleibol playa para mucho tiempo más. Ahora vamos a representar al país de la mejor manera posible”, añadió.
Mientras que Noé Aravena agradeció a sus rivales. “Estoy contento de haber podido al menos disputar contra ellos el cupo y haber formado parte de su equipo, que es algo que voy a llevar conmigo siempre, y agradecerles y felicitarlos por lo que han hecho. La verdad es que siempre van a ser grandes figuras y admirados por mí”.