Abreu queda fichado

La situación de Sebastián Abreu empieza a complicarse. Si bien el sábado, después de que el delantero uruguayo les lanzara una mesa a un grupo de hinchas que lo insultaban tras el empate frente a Antofagasta, recriminándole por su bajo rendimiento, no hubo mayores consecuencias, los problemas pueden comenzar hoy.

Y es que el juez César Deischler incluyó la incidencia en el informe del partido. "Antes de abandonar el terreno de juego, observamos que a la distancia, el Jugador Nº 13, Sr. Washington Abreu, antes de ingresar a su vestuario observamos discute con gente de la tribuna para posteriormente levantar una mesa y lanzarla hacia la tribuna", consigna, textualmente el documento. A partir de la denuncia del árbitro, el Tribunal de Disciplina debe abrir la respectiva investigación. El organismo sesiona hoy, en Quilín y, además del informe de Deischler, puede considerar pruebas documentales y, además, debe evaluar la defensa del delantero antes de emitir el veredicto.

Abreu, pese a lo evidente de la escena, no será sancionado hoy. Sólo será citado por el Tribunal para la próxima semana, cuando deberá exponer sus razones y esperar sentencia.

El Loco se expone a ser sancionado en virtud del artículo 63, letra C, número 3 del Código de Procedimientos y Penalidades de la ANFP: "Agredir de hecho a cualquier persona distinta a las señaladas anteriormente en este artículo, dentro del recinto donde se efectúe el partido". Puede recibir entre cuatro y diez partidos de suspensión. El antecedente más próximo en este sentido es el que involucra al entonces delantero audino Sebastián Pol quien, en octubre de 2016, agredió a un hincha de Universidad Católica en San Carlos.

El Loco ha manifestado su intención de irse de la entidad de La Florida. En el club itálico dicen que se lo ha revelado a los compañeros más cercanos en el plantel. Ya estaba incómodo después de la escasa continuidad que había tenido con Hugo Vilches en la banca, una tendencia que se ha mantenido con Juan José Ribera. Ahora, más aún. De hecho, el único incentivo que le queda es la revancha frente a Botafogo, uno de los equipos a los que defendió en su carrera, por la Copa Sudamericana. En esa llave, los audinos perdieron en la ida por 1-2. La revancha se juega el miércoles 9, en Río de Janeiro.

El exceso del sábado que, según sus palabras, responde a los insultos de carácter privado de los fanáticos, viene a reforzar esa convicción. "Es algo personal ante la actitud de un mala leche que lo tengo bien identificado, donde utilizó términos que no son los típicos que ya están instalados en el mal llamado folclore del fútbol, metiéndose con detalles de mi vida privada y mi vida personal que me han afectado y dolido. Son heridas que uno tiene en la vida", posteó en su cuenta de Twitter este lunes. A través del mismo medio, ofreció disculpas.

En Audax esperarán a conocer la magnitud del castigo del Tribunal de Disciplina para determinar qué figura utilizarán ante una eventual desvinculación del atacante, que incluso podría llegar a ser unilateral, considerando la gravedad de la situación. También para definir los plazos. En el club aspiran a que, pese a la evidencia, operen atenuantes como la irreprochable conducta anterior del jugador. En el caso de Pol, dicho antecedente le permitió recibir dos fechas menos que la máxima pena establecida.