“Abuelo, lo hicimos”: la historia detrás del mensaje de Ryan Crouser tras obtener el oro en el lanzamiento de la bala

Crouser. Foto: EFE

El deportista estadounidense le dedicó la medalla a su "mayor admirador", quien había fallecido días antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Había perdido la audición y se comunicaban por mensajes.



Llegaba la hora del último lanzamiento de la bala para Ryan Crouser. El estadounidense de 28 años, que ya había batido su propio récord olímpico, se paró en la zona habilitada y comenzó a prepararse. Estiró el brazo derecho con el peso en la mano y lo apoyó en el cuello. Dos giros y el implemento ya está en el aire. El estadounidense finaliza su esfuerzo con un grito que pasa a ser celebración.

Con este intento Crouser logra batir otra vez su récord olímpico con una marca de 23,30 metros y comienza la celebración con aplausos. Luego, recibe los abrazos de los demás competidores mientras se acerca a sus cosas. Abre un bolso y saca un papel. “Abuelo, lo hicimos. Campeón Olímpico 2020”, indicaba el cartel que había escrito mientras estaba en la Villa Olímpica, impulsado para sentirse más cerca de él.

Y es que la dedicatoria es especial. El abuelo de Crouser, Larry, había fallecido días antes de que el atleta viajara a competir a Tokio. También sufría una pérdida en la audición, por lo que las notas escritas eran una de las formas que tenían para comunicarse.

Fue una buena manera de ayudarme a aclarar mi mente y sentir que podría escribirle una última nota”, explicó tras obtener la presea.

Ryan Crouser
Ryan Crouser (derecha), junto a su padre Mitch y su abuelo Larry celebrando la obtención del récord mundial. Foto: @mitchcrouser/Instagram.

Un homenaje que tenía un sabor especial, pues fue justamente en la casa de su abuelo donde el actual poseedor del récord mundial dio sus primeros pasos en el lanzamiento de la bala.

El patio trasero de su abuelo tenía una plataforma de hormigón y luego una pequeña sección de arena más allá del césped. “El objetivo era lanzar desde el concreto y aterrizar en la arena, pero el mío aterrizaba en el césped porque no podía lanzar seis metros”.

Su abuelo, además fue testigo del récord mundial de 23,47 metros que consiguió en el clasificatorio de Oregon en junio de 2021. “Me senté con él durante unas horas después de las pruebas y pude escribir que yo tenía el récord mundial y que él vio ese lanzamiento en el iPad miles y miles de veces y por eso ha sido mi mayor admirador”.

Su padre, otro pilar

Otra de las personas que han sido fundamentales en su desarrollo ha sido su padre y entrenador Mitch, quien fue suplente del equipo de lanzamiento del disco en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.

Fue él quien lo motivó cuando niño y quien lo estuvo acompañando en el estadio olímpico, siendo uno de los pocos deportistas que pudieron estar cerca con un familiar en unos juegos marcados por la ausencia de público debido al Covid-19.

“Mi papá irá como mi entrenador, así que es bueno tenerlo allí. Trabajo con él de forma remota la mayor parte del tiempo, así que será agradable estar en el mismo lugar”, había señalado en una nota para la página del equipo estadounidense hace algunos días.

De Tokio se va con un balance más que positivo. En su primer lanzamiento, Crouser estableció su primer récord olímpico de 22,83 metros, rompiendo su propio récord de Río.

En su segundo intento, mejoró en 10 centímetros, luego lanzó 22,86m en su tercer intento, seguido de 22,74m, 22,54m y el monstruoso de 23,30m.

Fue la mejor serie que he tenido en términos de consistencia”, analizó tras el evento. “Lo que más me tiene emocionado es lanzar las 23.30 en la ronda final después de una competencia larga y calurosa, a miles de millas de mi casa, y una cama diferente y comida diferente. Eso me tiene emocionado para el futuro”.

Con la vista en París 2024

Ahora el trabajo de Ryan Crouser comenzará a centrarse en la clasificación para los Juegos de París 2024. De conseguirlo, podrá pelear en esa instancia el tricampeonato olímpico e intentar saldar quizás la única cuenta pendiente que le faltó en Japón: batir su propio récord mundial.


Más de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.