Todo marchaba con tranquilidad en el partido de octavos de final del US Open entre el alemán Alexander Zverev y el italiano Jannik Sinner. Ambos estaban dando un notable espectáculo, que se vio empañado por la actitud de un simpatizante en las gradas.
Cuando el marcador estaba igualado 2-2 en el cuarto set, con Sascha liderando por dos mangas a una, el aficionado lanzó un grito propio de los peores tiempos de Alemania: “Deutschland über alles” (Alemania por encima de todo), una frase del régimen nazi, que descolocó al tenista, quien de inmediato detuvo el partido.
“No, no. Detengan esto. Él acaba de decir la frase más famosa de Hitler. Dijo la frase más famosa de Hitler que existe en el mundo. Esto es inaceptable, es increíble”, le dijo el natural de Hamburgo al juez de silla.
Ante la situación, el árbitro se dio vuelta hacia la tribuna y preguntó: “¿Quién dijo eso? ¡Que ponga las manos arriba!”. Rápidamente, el hombre fue identificado y el réferi indicó: “Vamos a hacer que lo expulsen”. Tras ello, al menos cuatro miembros de la seguridad del evento se acercaron al sujeto y le pidieron que se retirara del estadio Arthur Ashe, solicitud que obedeció.
“No estoy orgulloso de esa historia”
Después del incidente, Zverev terminaría imponiéndose en cinco sets, por 6-4, 3-6, 6-2, 4-6 y 6-3 para avanzar a cuartos de final, donde enfrentará mañana al número uno del mundo Carlos Alcaraz.
Luego, en la rueda de prensa posterior a la victoria sobre el italiano, el tenista alemán reitiró su repudio al hecho. “Él empezó a cantar el himno de Hitler. Fue demasiado. Como alemán, no estoy orgulloso de esa historia y no considero correcto hacer eso”. Y añadió: “Estaba sentado en primera fila, así que mucha gente lo oyó. Si yo no hubiera reaccionado, hubiera estado mal de mi parte”, expresó.
La victoria del europeo lo deja a las puertas del top ten, ratificando la gran temporada que está teniendo, en la que poco a poco remontó posiciones tras la dura lesión que sufrió el año pasado cuando enfrentaba a Rafael Nadal en Roland Garros.