Lo que era un secreto a voces, finalmente se hizo realidad. A sus 41 años, el exitoso arquero Claudio Bravo dio a conocer su retiro de la actividad profesional. A través de un video colgado en sus redes sociales, el propio arquero dio la noticia a los hinchas que esperaban con ansias conocer los siguientes pasos que daría en su carrera.
“Voy a dejar el fútbol profesional, es una decisión acertada, meditada, conversada a nivel familiar”, comenzó la alocución del oriundo de Viluco.
En el mismo mensaje agregó que “es un momento de cerrar un ciclo importante en mi vida. Comenzar otra etapa familiar que será igual de exitosa que esta etapa que me brindó tantas satisfacciones (...) Me gustaría agradecer a la parte fundamental de mi vida, al motor de lo que ha significado mi carrera durante estos más de 23 años ligados al fútbol profesional. Agradecer a mis padres que son mis hermanos, que es mi esposa Carla, mis cuatro hijos, que hemos tenido la posibilidad de crecer juntos en esta carrera y aventura maravillosa de la vida”, complementó.
Acto seguido, el meta recordó su paso por las cinco camisetas que lo cobijaron en la actividad, al margen de su exitoso periplo por la selección chilena. “Me encantaría repasar un poco los agradecimientos a todos los clubes que me han podido dar la oportunidad de crecer. Agradecer a Colo Colo, a la Real Sociedad, Barcelona, Manchester City, Real Betis, a todos los compañeros que he podido tener a lo largo de toda mi carrera, a todos los técnicos, directivos. Agradecer a todos los hinchas que a lo largo del mundo han estado apoyándome y dándome cariño, respeto y admiración”, expresó el ahora exjugador. Sumó 22 títulos en su exitosa carrera, sumando la mayor cantidad durante sus pasos por el Barcelona y Manchester City.
Asimismo, agregó que “quiero dar las gracias a todos lo compañeros que he podido tener. A los técnicos, directivos, al personal que me ayudó en todos los momentos, sobre todo en los no tan buenos. Aquellos instantes en que se requiere la adaptación cuando se llega a otros lugares, donde las cosas se hacen de manera distinta”.
Lo cierto es que la decisión de Claudio Bravo venía siendo trabajada desde antes de la Copa América. Sin embargo, tambaleó, precisamente, después de la presentación ante Argentina en el certamen continental. A punta de atajadas, capturó el interés de dos mercados emergentes, que afirman su naciente prestigio en el reclutamiento de grandes figuras: la MLS y la liga de Arabia Saudita. Desde ambos lo llamaron para manifestarle interés. A Bravo le alcanzó a seducir la posibilidad de partir a Estados Unidos. A su círculo, de hecho, le confidenció que le entusiasmaba la propuesta de Los Ángeles Galaxy, la más cercana que tuvo. El país norteamericano ha sido siempre uno de los destinos apetecidos por el golero y su grupo familiar. Teóricamente, una muy buena estación después del tercer ciclo en España, donde terminó su incursión en el primer mundo futbolístico, con la camiseta del Betis.
Inesperadamente, esos pasos se ralentizaron, al punto de detenerse completamente. Semanas pasadas, de hecho, la vida del guardameta gira más en torno a sus compromisos familiares y a alguna actividad comercial. De hecho, se transformó en rostro de una cadena de malls y ha participado en campañas en ese sentido, que también ha exhibido en sus redes sociales. También estuvo más cerca de sus negocios. Hoy, casi dos meses después de los ofrecimientos, el oriundo de Viluco decidió comunicar su adiós.
Leyenda en la Roja
La selección chilena es una parte fundamental en la historia del golero nacido en la cantera de Colo Colo, quien en estos días cumple dos décadas en el arco del equipo nacional, tras debutar en el cuadro adulto de Chile, que significó el inicio de una ruta que lo catapultó a ser uno de los pilares de la Generación Dorada. Alcanzó a sumar 150 encuentros con la camiseta nacional, en los cuales jugó los 90′ en 143 y 149 fueron como titular. La experiencia del meta bicampeón de América (levantó el trofeo continental en 2015 y 2016) con Chile se desglosa de la siguiente manera: 63 partidos de Eliminatorias, 49 amistosos clase A, 27 en la Copa América, ocho en Copas del Mundo y tres en la Copa Confederaciones.
Su estreno con la camiseta chilena se produjo el l 11 de julio de 2004. Fue en la Copa América de Perú, en un duelo que terminó empatado 1-1 con Paraguay en el Estadio Monumental de la UNSA, en Arequipa, por la segunda jornada de la fase grupal.
Aquella selección la dirigía Juvenal Olmos y tenía como norte la clasificación al Mundial de Alemania 2006, lo que no sucedió. Además de Bravo, el otro arquero del equipo era Alex Varas, quien estaba en Wanderers. Chile quedaría eliminado en la primera ronda, lo que se repitió 20 años después en Norteamérica.
Con 21 años, Bravo tuvo su primera vez en el combinado absoluto. Ya desde 2005 tendría una participación más estable en la Roja y comenzará a sumar hitos en su trayectoria.
El 8 de octubre de ese año debutó en las Eliminatorias, ante Colombia en Barranquilla, en una igualdad 1-1. Dos años después, asumió la capitanía del seleccionado. El 7 de septiembre de 2007, en el estreno de Marcelo Bielsa como entrenador, Bravo se hizo dueño de la jineta, en el amistoso ante Suiza.
Luego de dos décadas, marcó un récord de longevidad en la actual Copa América. En el primer partido de Chile, contra Perú, se convirtió en el futbolista de más edad en jugar un partido en la competición, que data desde 1916.
Jugó con 41 años y 69 días. Superó la marca del argentino nacionalizado boliviano Carlos Trucco, quien jugó con 39 años, 10 meses y 18 días en la final de la edición 1997, en la derrota de la Verde ante Brasil.
“Me gustaría también cerrar un ciclo importante en la selección chilena. Me ha tocado llevar la bandera de nuestro país por todo el mundo, la he llevado con mucho orgullo. Para mí como jugador y exjugador ha sido lo más maravilloso dentro de mi carrera, con dos mundiales, dos copas américas, con dos títulos para Chile. Es un orgullo máximo, pero también es momento de cerrar esta etapa”, enfatizó.
Además, agregó que “también quiero agradecer a los hinchas el respeto, el cariño, la admiración; en un estadio, en la calle, en un centro comercial a lo largo de todo Chile. Los guardaré con cariño y respeto. Es un momento oportuno, pleno dentro de mi vida, en todos los aspectos que se puedan desarrollar. Ahora toca una nueva etapa en mi vida”.