Adiós, Alemania: eliminado en la fase grupal del Mundial por segunda vez consecutiva
Los germanos derrotan 4-2 a Costa Rica (tras estar 2-1 abajo en el segundo tiempo), sin embargo no es suficiente para clasificar en el grupo E. Tal como sucedió en Rusia 2018, el cuadro teutón se despide de la Copa del Mundo de manera prematura. Un fracaso.
Para una selección con la historia que tiene Alemania en las Copas del Mundo, superar la barrera de la primera fase es un desde, un mínimo. Por eso mismo, lo sucedido en Rusia 2018 fue un golpe tan doloroso y sonrojante: había sido la única vez que quedaron eliminados tan temprano en la cita planetaria. Cuatro años después, sucede de nuevo. Como si fuera un deja vú cruel, ajeno a la época de gloria de una selección ganadora por décadas. Un campeón del mundo se va de Qatar por la puerta de atrás.
El escenario del grupo E estaba completamente abierto. Podía pasar cualquier cosa. Por lo mismo, el nerviosismo se iba a tomar una definición de pronóstico incierto (y así fue). De inicio, los alemanes necesitaban ganar y una ayuda de España ante Japón. Pero los ticos también tenían que decir algo, porque una victoria los instalaba en la siguiente ronda. El desenlace fue con drama para los involucrados y un gusto para los neutrales, observando una verdadera montaña rusa. De película.
Además, el partido pasó a la historia por otro hecho: por primera vez, la terna arbitral de un juego de la Copa del Mundo masculina fue de mujeres. La francesa Stéphanie Frappart fue la jueza central del cotejo.
Los equipos salieron al campo con posturas totalmente diferentes. Alemania, consciente de la necesidad de ganar y anotar varios goles, salió con una actitud ofensiva y de tenencia de pelota desde el primer minuto. Por su parte, el colombiano Luis Fernando Suárez dispuso de un planteo absolutamente defensivo. Un 5-4-1 en propio terreno, cediendo el control del balón y el espacio para que los germanos controlaran el tránsito del juego. Keylor Navas fue clave en el arranque, sosteniendo la estantería.
La resistencia costarricense duró 10 minutos. Un cabezazo de Serge Gnabry se cuela en la portería de Navas, conectando un certero centro del lateral izquierdo David Raum, abre la cuenta. Sin un 9 natural, fue Thomas Müller la referencia ofensiva más adelantada que puso Hansi Flick. Como complemento, habían volantes que rompían hacia el área. El 70% de la posesión de balón reflejaba la superioridad de los germanos durante los 45′ iniciales. Sin embargo, no fueron lo suficientemente precisos en un espacio reducido y sobrepoblado como el área tica como para sacar una ventaja mayor. Y Alemania necesitaba convertir.
El primer remate al arco de los centroamericanos llegó en los 42′, uno de Fuller que sacó Neuer. El lapso inicial fue un monólogo teutón. Pero todo iba a cambiar para el segundo tiempo. Así, la definición del grupo E fue la más cardiaca de la Copa del Mundo. Tan cambiante como vertiginosa.
Si bien el control de la pelota le perteneció a Alemania en casi todo el compromiso, Costa Rica encontró el arco rival con una increíble eficacia y también la dosis de suerte necesaria como para soñar. En los 58′, un rebote de Manuel Neuer acaba con la anotación de Yeltsin Tejeda, lo que trastocaba las opciones germanas, porque en la otra cancha Japón le había remontado a España.
El equipo de Flick buscó por todos los medios. Jamal Musiala, el talentoso volante ofensivo germano, tuvo dos tiros en los palos cuando estaban empatados. El jugador del Bayern Múnich tiene un gran presente y promisorio futuro, sin embargo podría definir mejor las jugadas. Mientras, Costa Rica dio la sorpresa y se puso en ventaja. Con otro rebote, el central Juan Pablo Vargas anotó el 2-1 parcial, lo que ilusionó a los ticos. Con la victoria parcial, se estaban metiendo en octavos de final, sacando nada menos que a España y Alemania. Era el batacazo más brutal del campeonato.
Pero ese sueño duró tres minutos. Duró nada. Kai Havertz, quien comenzó como titular en el torneo pero después perdió el puesto, fue clave para devolverle la ventaja a los alemanes. En los 73′, empató 2-2. Y más tarde, en los 84′, el atacante del Chelsea nuevamente convirtió, conectando un centro de Gnabry. Alemania volvía a quedar arriba, sin embargo no le alcanzaba por la victoria japonesa. El equipo de Flick necesitaba un gol de los españoles para meterse en octavos. Ya no estaba en sus manos la clasificación.
En el epílogo, gracias al VAR, el espigado Niclas Füllkrug puso el 4-2. Sin embargo, ya nada estaba por hacer. Japón aguantó y se terminó quedando con el grupo. Mientras Alemania mastica el amargo sabor de la frustración, otra vez. Tal como en Rusia 2018, se terminan despidiendo en la fase grupal. Moraleja: ya nadie gana solo con el nombre ni con la camiseta. Pregúntenle a Japón.
Ficha del partido
Costa Rica 2: K. Navas; K. Fuller (74′, J. Bennette), O. Duarte, K. Waston, J. P. Vargas, B. Oviedo (90′+3′, R. Wilson); J. Campbell, C. Borges, Y. Tejeda (90′+3′, A. Contreras), B. Aguilera (46′, Y. Salas); y J. Venegas (74′, R. Matarrita). DT: L. F. Suárez.
Alemania 4: M. Neuer; J. Kimmich, N. Süle, A. Rüdiger, D. Raum (67′, M. Götze); L. Goretzka (46′, L. Klostermann), I. Gündogan (55′, N. Füllkrug); L. Sané, J. Musiala, S. Gnabry; y T. Müller (66′, K. Havertz). DT: H. Flick.
Goles: 0-1, 10′, Gnabry, cabezazo tras centro de Raum; 1-1, 58′, Tejeda, tras rebote de Neuer; 2-1, 70′, Vargas, le rebota el balón en el área chica; 2-2, 73′, Havertz, define dentro del área; 2-3, 85′, Havertz, conecta centro de Gnabry; 2-4, 89′, Füllkrug, remata tras pivoteo de Sané.
Árbitra: S. Frappart (FRA). Amonestó a Duarte (CRC).
Estadio Al Bayt, Al Khor. Asistieron 67.054 personas.
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