Ver un partido del Arsenal y que no esté en su banca Arsene Wenger (69) de a poco se hace más familiar, porque la ruta del exitoso técnico francés y el club de Londres iban de la mano. Pero todo cambió, así como el fútbol. Hace un año, una noticia modificó la historia reciente del exequipo de Alexis Sánchez: Wenger abandonaba la institución al cabo de la temporada, luego de 22 años ligado a los Cañoneros.
Fue en septiembre de 1996 cuando se incorporó al Arsenal, como un desconocido. Luego de una vida en uno de los grandes de la capital inglesa, se fue como una leyenda. El 6 de mayo dirigió su último partido, venciendo 5-0 al Burnley, ocasión en la cual recibió un pasillo de honor de parte de los dos equipos y hasta de los árbitros. El 20 de abril de 2018, Wenger explicó: "Después de una cuidadosa consideración y de conversaciones con el club, creo que es el momento adecuado para dejar el cargo al final de la temporada". Los irregulares resultados obtenidos por la escuadra en las últimas campañas, en las que ni siquiera clasificó a la Champions, apuró el fin de una era. Ganó 17 títulos con los Gunners, pero la última Premier League obtenida fue en 2004, demasiado tiempo sin ganar la liga para un grande.
Luego de su salida, el Profesor se confesó con la cadena gala RTL, diciendo que "permanecer en el mismo club durante 22 años fue mi gran error. Me gustan las cosas nuevas, el cambio, pero también los desafíos. Fui siempre prisionero de mi desafío". Ante esto, ¿cómo va la vida de "separados" del entrenador y el club de su vida?
El elegido para reemplazarlo fue el español Unai Emery, con la mochila que implica sustituir a una gloria. Hasta la fecha, el balance es positivo desde lo estadístico. Registra un 68,7% de rendimiento: 32 victorias, siete empates y 11 derrotas en 50 partidos, con 97 goles anotados y 53 recibidos. Si en la Premier marcha cuarto con 66 unidades, en zona de clasificación a la próxima Champions, en la Europa League avanzó a semifinales, cita en la cual se cruzará con el Valencia.
Mientras tanto, Wenger es parte del selecto grupo de entrenadores top que está sin club, al igual que José Mourinho, Antonio Conte y Laurent Blanc, por citar a ilustres. A principios de mes dio una clase magistral en el teatro Olympia de París, ante más de mil asistentes. Además de descartarse como candidato a la banca del PSG, habló de cómo afronta su nueva vida. "Extraño la competición porque solo he hecho eso en mi vida. Disfruté teniendo tiempo libre, caminando en París, yendo a Córcega, tomando tiempo para mí, pero extraño la adrenalina. He estado 35 años sin parar… He descuidado toda mi vida", declaró.
No solo su nombre ha sido sondeado para la dirección técnica, sino que además para cargos ejecutivos, como por ejemplo como director deportivo del propio París Saint-Germain, elenco que lo sigue desde hace tiempo.