La primera etapa de la Vuelta de Chile parecía sencilla: bastantes kilómetros, dos ascensos leves y un remate al final. Pero estuvo lejos de serlo. La jornada que unió Concepción con Chillán Viejo, en un recorrido de 128,5 kilómetros, exigió con fuerza a los 90 ciclistas que comenzaron a disputar la prueba en su regreso.

Fueron más de tres horas de competencia (aún no hay tiempos oficiales) en las que los mejores exponentes del ciclismo nacional, además de otros cinco equipos internacionales, pedalearon para quedarse con los primeros puntos y la clasificación general.

La ganó el puertomontino Adrián Alvarado, del equipo Chile España – San Fernando, que en un remate a 300 metros de distancia, logró quedarse con la primera victoria. "Cuando nos acercábamos a la meta, vi un hueco y me metí con todo para ganar", contó el ganador.

Lo siguieron en el podio Patricio Baeza (Club Regional Talca), en segundo lugar y Ricardo Hazbún, de Kilómetro 0. Todos a segundos de Alvarado

Ya hay descalificados

Pero no sólo hubo buenas noticias durante la jornada, porque también durante el día hubo tres descalificaciones. Se trata de los ciclistas Matías Westermayer (Club Regional Talca), Jaime Marchant (Quinta Normal) y Carlos Riveros (Kilometro 0), quienes fueron descubiertos tomados de un vehículo.

"He visto muchos casos como esto y siempre el castigo es el mismo, la descalificación", dijo el juez UCI, el colombiano Héctor Arcila.

Uno de los afectados, Matías Westermayer, habló respecto a su sanción, la que calificó de justa. "Sufrí un desperfecto técnico en mi cadena, no podía seguir y por eso me tomé de un vehículo. Me parece correcta la descalificación, así son las reglas", dijo el estudiante de Geología.

Sin embargo, dijo que su decisión en ningún caso la tomó para hacerse de la ventaja. "Iba casi 40 minutos atrás", explicó. El resto de los sancionados no quiso referirse a su expulsión.