Son las 4 de la tarde en Santiago y el empresario español Alejandro Agag (48), fundador y director ejecutivo de la Fórmula E, se encuentra en Pudahuel dispuesto a tomar un vuelo de regreso a casa. Pero antes de hacerlo, echa la vista atrás para evaluar el debut de Chile como sede de la carrera. Y para proyectar el futuro.

¿Qué balance hace del debut de la Fórmula E en Chile?

El balance para mí es extremadamente positivo. La carrera fue un éxito rotundo, el público lo pasó muy bien y hubo una gran afluencia de gente. A nosotros nos encantó la gran pasión y la gran acogida del público chileno a la carrera. Los pilotos están encantados, todos han dicho que este circuito es fantástico y que quieren volver a Santiago, así que creo que desde todo punto de vista fue un éxito.

Que hubo una buena afluencia de espectadores es innegable, ¿pero realmente percibió esa pasión deportiva de la que habla?

Bueno, lo que pasa es que hay lugares donde hay más tradición o más conocimiento de los pilotos o de la competición. Pero el evento deportivo es lo que al final le enseña a la gente sobre la parte deportiva. Por ejemplo, en Hong Kong tenemos un megaevento, pero nadie sabe ni siquiera cómo se llaman los pilotos. Y es un evento enorme, pero en Hong Kong nunca ha habido una carrera. Y en Chile hay mucho más conocimiento que en Hong Kong sobre motor, pero a lo mejor no es un país tan tuerca como puede ser Brasil, donde Di Grassi y Piquet son nombres que se escuchan todos los días. Lo que nos importa es que se hable del auto eléctrico. Y lo decía muy bien el intendente de Santiago, con todo lo que se ha hablado de un lado y de otro, lo que se ha conseguido es que se hable de autos eléctricos. Y hoy en Chile se habla mucho más de autos eléctricos que hace un mes. Y eso es un objetivo enorme cumplido.

Generó debate la protección del mobiliario urbano y patrimonial de la ciudad. Ayer reportaron daños en una escultura de 90 años.

No, ni idea. Pero ésa es una zona donde, por lo visto, hay muchos eventos muy grandes siempre. Y en los grandes eventos hay mucha gente y a veces se producen daños. No están específicamente ligados con que sea un evento de Fórmula E, sino a la afluencia de público. Como ha habido mucha afluencia de público, pues es un éxito, pero tiene siempre sus consecuencias.

De probarse la relación directa de la Fórmula E con estos desperfectos, me imagino que asumirían alguna responsabilidad…

Por supuesto. Si cualquier cosa, y no sólo esa, es culpa nuestra, evidentemente asumimos cualquier tipo de costo para reparar lo que sea.

¿Le sorprendió la buena respuesta que tuvo el evento?

Es que las disidencias, aunque son muy minoritarias, hacen ruido. Hoy en día, con las redes sociales, una sola opinión hace mucho ruido. Pero la grandísima mayoría de Santiago está a favor de la carrera. Están orgullosos de Chile y de que vengan grandes acontecimientos. Como se demostró, de que era muy minoritaria esa parte crítica. Me dio mucho gusto ver los balcones de los residentes de los edificios, donde se suponía que estaba esa parte más crítica, llenos de gente mirando la carrera.

¿Hace falta ser un fanático del automovilismo para aficionarse a la Fórmula E o lo que buscan es lo contrario, ganar nuevos adeptos?

Efectivamente, nosotros queremos nuevos fans. Lo que buscamos es entregar un mensaje sobre el auto eléctrico y los jóvenes son los que tienen que recibir ese mensaje. Y es muy sencillo ir consiguiendo nuevos fans a través de las redes sociales. A mí me dio mucho gusto también por eso ver a tantos niños en la carrera, muchas familias con niños.

¿Es el evento masivo en sí mismo o lo estrictamente deportivo lo que en realidad les importa a ustedes?

Digamos que lo que es el evento en su conjunto tiene más impacto localmente y lo deportivo internacionalmente. Es decir, hoy en Inglaterra, Brasil, Suecia o Suiza se habla del resultado de la carrera, porque la gente sigue a esos pilotos y nuestros fans globales siguen la competición. Ahora, en el ámbito local, donde se produce el evento, se habla más de lo que sucede en la ciudad. Por ejemplo, la audiencia televisiva de la carrera duplicó a la Copa Davis y al fútbol, a Colo Colo. Y eso es una muestra inequívoca del seguimiento que ha tenido en Chile la Fórmula E.

¿Manejan ya datos sobre acabados sobre el impacto que tuvo?

No, solemos tardar como 10 días en tener datos específicos, porque las televisiones nos los van mandando a Londres, pero lo que sí tenemos es el dato de Chile, porque Canal 13 estaba ahí y nos lo dijeron al acabar.

¿Y cuál era ese dato?

Creo que fue 8% la carrera, 5% el tenis y 4% Colo Colo.

¿Veremos a Santiago en el próximo calendario de la Fórmula E?

Ojalá. Chile puede ser la superpotencia mundial de la electromovilidad. Chile tiene el cobre y aquí se usa cuatro veces más cobre que un auto normal; tiene litio para las baterías, tiene gente preparada, ingenieros que pueden desarrollar más valor añadido. Chile tiene una oportunidad increíble y la Fórmula E es el escaparate donde los grandes constructores están desarrollando la tecnología. Es una asociación ganadora tanto para Chile como para la Fórmula E. Así que ojalá volvamos. Y donde nos gustaría volver, que estuvo la alcaldesa muy positiva, es a la parte de Providencia, donde podemos organizar un circuito muy interesante. Y bueno, evidentemente, depende también del nuevo gobierno, de que piense que la Fórmula E es interesante para Chile.

¿Conversaron ya con el presidente electo?

Todavía no. No hemos tenido aún ninguna conversación oficial. Vamos a esperar a que estén investidos para tener unas conversaciones que serán muy sencillas. Si ellos quieren que nos quedemos, nos quedamos.

¿Lo sucedido el sábado favorece el curso de esas negociaciones?

Sin duda. Un éxito tan rotundo favorece las posibilidades de que nos quedemos, pero vamos a esperar.

Pero el trazado cambiará seguro.

Bueno, yo creo que casi sin duda sería un trazado distinto, sobre todo porque la Municipalidad de Santiago no ha demostrado un gran interés ni un gran apoyo al evento. Entonces casi seguro que si volvemos sería un trazado diferente.

¿Qué nota le pone a Santiago como sede y a ustedes como organizadores de este e-Prix?

A Chile le pongo un diez y a nosotros nos pongo un ocho, porque siempre se puede mejorar. Pero todas las notas son muy altas.