Este viernes, Universidad de Chile visitó La Calera para medirse por la ida de los cuartos de final de la Copa Chile ante San Antonio Unido. A los 28 minutos, pese a que igualaban sin goles, los azules mostraban un control en el juego sobre un equipo que milita en la Segunda División Profesional. Sin embargo, Leandro Fernández cometió una increíble irresponsabilidad que dejó a los azules con un futbolista menos.
El delantero estudiantil bajó a disputar un balón en el campo propio, momento en que el jugador Kevin Hidalgo lo golpeó por el costado. Tras eso, el argentino, que acaba de renovar su vínculo con el club por dos años más, reaccionó y le tiró un manotazo en el estómago al defensor del SAU, quien, como suele ocurrir en el fútbol chileno (y con el propio Fernández en más de una ocasión), exageró una agresión que efectivamente existió y se arrojó al piso retorciéndose de dolor. El árbitro Rodrigo Rivera, al notar esto, no dudó y expulsó de inmediato al artillero.
Se fue contra el juez
Tras la roja, el ex Nacional e Independiente reaccionó de la peor forma posible: se fue encima del juez, a tal punto que lo tomó del brazo, se le colocó frente a frente, lo obligó retroceder y hasta lo intentó empujar, acompañado de Ignacio Tapia y Matías Sepúlveda, quienes le exigían explicaciones a Rivera por el cobro.
Finalmente, al notar que sus intentos por hablar con el juez no rindieron frutos, se resignó y se fue caminando hacia los vestuarios, mientras se pasaba las manos por la cara, con evidente frustración.
Con un futbolista menos, Gustavo Álvarez decidió mover el equipo. Salió el mencionado defensor central Ignacio Tapia e ingresó el delantero Ignacio Vásquez.