El caos en Flamengo no termina. Y es que la agresión del preparador físico Pablo Fernández sobre Pedro no dejó indiferente a nadie. Se desató un escándalo que rodea al Mengao, sobre todo en torno al cuerpo técnico de Jorge Sampaoli.
Durante la jornada de este domingo, se entregaron más antecedentes sobre el hecho. Mediante las declaraciones del atacante, este constató que el argentino le dio tres bofetadas en la cara (no se menciona la magnitud de los golpes). El mundialista con el Scratch tomó su mano, ante lo que el PF reaccionó propinándole un puñetazo. El relato fue confirmado por Thiago Maia, Pablo y Everton Cebolinha, jugadores del Fla que declararon como testigos ante la policía. Fernández pidió perdón, mientras que Sampaoli entregó un sentido mensaje en contra de la violencia.
En ese sentido, el casildense no fue testigo, pues llegó al camarín pocos minutos después. La situación no escaló a mayores debido a la interrupción de futbolistas de Flamengo, que separaron a ambos involucrados.
La directiva, que llegó más tarde, recibió la noticia con sorpresa. Marcos Braz, vicepresidente del equipo, se hizo cargo de la situación y llamó a la policía, además de acompañar a Pedro para que prestara declaraciones. También, conversó directamente con Sampaoli y Fernández, señalándoles que él haría lo que se ajuste a la ley. Finalmente, el PF terminó cesado de sus funciones.
Otro antecedente
El incidente con Pedro no es el único de este tipo que ha protagonizado Fernández. Cuando trabajaba en el Olympique de Marsella, también junto a Sampaoli, el PF se vio involucrado en una violenta polémica con unos hinchas galos.
En agosto de 2021, en un duelo entre el conjunto focense y el Niza, Fernández golpeó a un aficionado que saltó e invadió el terreno de juego. El hecho ocurrió luego de que Dimitri Payet devolviera una botella de agua lanzada por algunos fanáticos, desatando embrollo. La parte más radical de la hinchada de las Águilas saltó al terreno, en una situación que también protagonizó el extécnico de la Roja.
Sampaoli encaró a los invasores, enfrentándolos cara a cara. Incluso, debió ser controlado por algunos de los miembros de su cuerpo técnico para que la situación no escalara. No obstante, esta no terminó ahí.
Se generó una gresca entre las delegaciones y jugadores de ambos equipos. En medio de la aglomeración, el preparador físico le propinó un potente puñetazo al fanático. Este cayó tumbado al suelo producto del golpe, mientras el agresor rápidamente se retiró del lugar. Después de la acción, la organización de la Ligue 1 decidió darlo de baja. De hecho, fue suspendido por el resto de la temporada.