Cincuenta y tres kilos, 500 gramos arroja la pesa. Miguel Aguja González se retira rápidamente. A su lado, el venezolano Jimson García, su rival por el título latino súper mosca de la Asociación Mundial de Boxeo, esboza una sonrisa. Y claro, porque el chileno estaba excedido en un kilo y 300 gramos del máximo permitido para la categoría. Mientras tanto, las miradas incrédulas de las autoridades locales no se explicaban cómo había ocurrido tamaño inconveniente en la víspera de uno de los eventos más esperados por los magallánicos.
"Vamos a dar un plazo de dos horas, a partir de las 12.30, para que pueda rectificarlo", avisaba Luis Valenzuela, el árbitro de la contienda, que se disputará mañana en el gimnasio de la Confederación Deportiva, en Punta Arenas.
"Si logra rectificar, la pelea sea hace de forma normal. Si no da el peso, va a perder el título en la báscula. Y si Jimson gana, va a ser el nuevo campeón", añadía posteriormente el juez, mientras el púgil nacional abandonaba rápidamente el lugar para ver cómo solucionaba este complicado problema.
El actual campeón latino optó por no subirse nuevamente a la pesa, por lo que no podrá defender la corona por sexta vez. Sin embargo, esto tampoco significa que el venezolano se convierta automáticamente en el nuevo monarca, ya que el combate debe efectuarse de todas maneras y, en caso de que el chileno se imponga, el cetro quedará vacante.
El púgil nacional reconoce que creyó que cumpliría con el peso. "En realidad, pensé que lo haría, pero corrí media hora en la madrugada y no transpiré absolutamente nada", explica. Y añade: "Se dio, porque llevo 16 años peleando en esa división, y cada vez costaba más. Y el médico me dijo que no bajara más, ya que yo no tenía más fuerzas. La verdad es que mi cuerpo no dio más".
El futuro es algo incierto. Aguja evalúa subir de categoría, aunque sin descartar una pausa.