Hasta los emojis que en el comienzo de su estadía en el Barcelona le jugaron tan en contra se le vuelven a favor a Arturo Vidal. El volante chileno es ahora objeto de admiración en el club español, que le pide que recurra a una de sus formas de comunicación favoritas para describir a sus compañeros en el estelar plantel culé.
La situación es muy distinta a la que se produjo en octubre,. después de que una cara de enfado que colgó en Instagram tras el triunfo del Barcelona ante el Tottenham, por la Champions League. Ese día, Vidal había jugado apenas tres minutos, por lo que su reacción fue interpretada como un acto de rebeldía hacia la decisión del técnico Ernesto Valverde.
En el ejercicio lo acompaña Kevin-Prince Boateng, otro de los refuerzos blaugranas, cuya personalidad ha sido comparada con la del Rey. "Los malotes" es el calificativo que se usa para referirse a ambos.
Vidal y Boateng muestran su faceta más amable. Y van disfrutando el ejercicio que parte asignándole un pulpo al arquero Mar-André Ter Stegen. Para la pareja, Semedo es un cohete;Piqué, un fantasma, Rakitic, se asocia a un smartphone y Busquets a un policía. A Todibo lo vinculan con la fuerza y a Coutinho lo señalan como 'cool'; Arthur recibe el emoticón de caca y Luis Súarez el de la bomba y Messi, rápidamente, el de 'top'. A Dembelé le asignan el del control de videojuegos, por su afición al Fortnite, que incluso le costó una sanción interna por no llegar a un entrenamiento.
Durante todo el video abundan las risas. Vidal le asigna a su compañero de andanzas el signo de música. "Un bailarín", le dice. Y Boateng a Vidal uno indiscutible: la corona de rey.