Ahora o nunca: la Roja desafía a Perú sin margen de error
La selección chilena visita al conjunto del Rímac muy diezmada y con la obligación de sumar, al menos, un punto. Una derrota dejará al equipo de Martín Lasarte muy lejos de la clasificación y también del repechaje. El Clásico del Pacífico más decisivo del último tiempo.
Las matemáticas muestran que Chile aún tiene opciones de ir al Mundial de Qatar 2022. La Selección tiene apenas siete puntos en nueve partidos, pero le restan otros nueve por disputar, por lo que puede agregar 27 unidades más, en el escenario ideal, pero imposible. Y aunque está antepenúltima en la tabla, la distancia con el quinto lugar, que se va a un repechaje, es de seis puntos. Si el escenario se mira con ese ángulo, no parece tan adverso.
Sin embargo, lo es. Y bastante. La situación de la Roja en las Eliminatorias es muy delicada. El problema del equipo de Martín Lasarte va más allá de una cuestión numérica, de una simple estadística y de probabilidades positivas o negativas. El asunto es mucho más complejo que elegir entre ver el vaso medio lleno o medio vacío. Hay un funcionamiento colectivo que no está dando resultados. Y por eso urge sumar esta noche, ante Perú. De lo contrario, la situación será insalvable desde cualquier punto de vista.
La última triple fecha de Eliminatorias fue una prueba más del declive de la Selección, de la falta de recambio y de la cuestionable capacidad de Martín Lasarte para liderar al equipo. De nueve puntos posibles, Machete solo rescató uno. Y para esta nueva jornada triple que se avecina, que comienza esta noche, cuando Chile visite a Perú, en Lima, le exigieron siete unidades, al menos.
Una misión más que compleja, porque a la Roja le cuesta jugar bien y mucho más hacer goles. Si desafiar a los del Rímac en su casa siempre es complicado, la tarea es mucho más difícil si no están Arturo Vidal, Eduardo Vargas ni Eugenio Mena. También se quedó afuera Francisco Sierralta. Y si a eso se suma que Charles Aránguiz tiene a mal traer el pie derecho, más cuesta arriba se pone el asunto.
Como sea, Chile no puede darse el lujo de perder frente al conjunto de Ricardo Gareca. Hasta ahora, la tabla de posiciones ha sido benevolente con el cuadro nacional, que no está tan lejos como debiera del quinto lugar y una posible repesca. Por eso, es ahora o nunca.
La Selección tiene que salir prendida y con los ojos muy abiertos en el estadio Nacional de Lima. No puede pasar lo que ocurrió en Barranquilla, en septiembre, donde estuvo al borde de una vergüenza histórica. La actitud, el planteamiento y la concentración deben ser diferentes desde el primer minuto.
Hay tres razones poderosas. Primero, la tabla. Chile necesita recuperar los puntos perdidos de local y la visita a Perú asoma como una buena opción. Además, le descontaría puntos a un rival directo, que actualmente antecede al equipo criollo con ocho puntos, y que también está complicado. Por otro lado, una victoria incaica sepultaría las pretensiones nacionales. Chile se quedaría derechamente en la parte baja de la tabla, muy lejos incluso del repechaje, y ya con escasas oportunidades para recuperarse.
La Selección ha ganado un solo partido en estas Eliminatorias. Increíble, pero cierto. Precisamente, fue ante el combinado del Rímac, en noviembre del año pasado, con Reinaldo Rueda como entrenador. Casi un año después debe buscar un nuevo triunfo ante el mismo rival, ahora en su casa, y sin varias de sus principales figuras.
Ya no hay margen de error, aunque las matemáticas digan que sí. La Roja tiene que salir viva de Lima, o simplemente dependerá de un milagro para clasificar a una nueva Copa del Mundo.
Lasarte apostó a poblar el mediocampo y a retrasar a Alexis Sánchez, con el fin de contener el juego local y de poder nutrir a Ben Brereton Díaz, la nueva carta de gol de la Selección. Un Clásico del Pacífico que será decisivo en el derrotero mundialista de chilenos y peruanos.
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