El panameño Armando Cooper dejó la Universidad de Chile a mitad de año, luego de que Azul Azul decidiera poner fin a su vínculo con el club después de la Copa del Mundo, cuando el centroamericano apenas llevaba un semestre en la tienda estudiantil. Y aunque solo disputó algunos minutos con la camiseta universitaria, su presencia será recordada como una de las principales evidencias de la mala gestión de la gerencia deportiva de la escuadra laica.
Tras dejar Chile, el futbolista partió a Rumania para defender los colores del Dinamo de Bucarest, donde llegó con la intención de recuperar su carrera, estancada en su paso por el Centro Deportivo Azul. Ayer, volvió a la palestra, sin embargo, lo hizo por ser el protagonista de un repudiable hecho. Y es que, tras ser sustituido en el 0-0 de su escuadra ante el Concordia, el mediocampista fue víctima de insultos racistas de parte de los hinchas de su propio equipo.
"Después de ser reemplazado en el segundo tiempo, Cooper se dirigió al vestuario y cruzó la cancha. En ese momento, un grupo de ultras comenzó a insultarlo y a hacer sonidos evidentemente racistas", detalla el diario rumano Pro Sport. "Cooper respondió con una señal y ahí reaccionaron otros hinchas. Uno de ellos, incluso, escupió al jugador, provocando que éste amagara irse encima, pero no pasó a mayores. La seguridad intervino y el panameño dejó la cancha", agrega la publicación.
Después del incidente, de acuerdo al mismo medio, el ex Universidad de Chile pidió la rescisión de su contrato, aunque "luego cambió de opinión". De todas maneras, "el equipo ha completado una mala campaña y el futuro de Cooper, así como el de varios jugadores del plantel, podría estar lejos de la institución", cierra la información.