Con urgencia, Universidad de Chile necesitaba aire. Algo (o alguien) que le permita salir del fango. El elegido fue, de momento, Sebastián Miranda. En su reestreno como el técnico interino, le brindó una alegría a los azules, que sufren una vez más en la cerrada lucha por la permanencia. En La Cisterna, vencen por 2-1 a Palestino. Pasaron más de dos meses para que volvieran los abrazos en el Torneo Nacional. No sucedía desde el inicio de la segunda rueda (el agónico 2-1 a La Calera), el 7 de julio.
El exfutbolista asumió por segunda vez en el año el interinato, tras el fracaso en la gestión de Diego López. Para enfrentar a los árabes, recurrió a lo que usó en su anterior estadía y que le dio cierto resultado: el 4-4-2 con rombo en el medio. Con Osorio cargado a la izquierda y Assadi, detrás de los delanteros. La misión era compleja no solo por la coyuntura institucional, sino que los antecedentes deportivos tampoco eran halagüeños: la U es uno de los peores visitantes del torneo (hasta antes del juego, rescató apenas cinco puntos de 36 posibles). Por su parte, Palestino, que lamentó la ausencia del suspendido Maxi Salas, había ganado 7 de 11 encuentros en casa, con solo una caída (ante Colo Colo).
Además, La Serena dio el golpe venciendo a Unión Española, en Santa Laura, con lo cual la presión de rescatar puntos en La Cisterna se hacía obligatoria para los estudiantiles.
El primer tiempo desmoronó cualquier previsión que se podía dar respecto al partido, más allá de que los azules se fueran al descanso arriba 2-0. La U intentó presionar alto y ser un equipo corto, con ataques directos, lo que le resultó en la primera mitad. En los 12′, encontraron la apertura de la cuenta con tanto de Darío Osorio, en la primera chance que tuvieron en el cotejo. Sin embargo, la anotación se anula por un fuera de juego (de VAR) del Chorri Palacios. El festejo de los laicos se hizo esperar, pero llegó. De la manera menos glamorosa, sin embargo en estas circunstancias da lo mismo.
En los 32′, un centro de José Castro es desviado de cabeza por el defensa Franco Pardo (uno de los puntos más bajos del local) y se mete en la portería de Sappa. Desahogo azul. Quizás un poco de rabia contenida que se desata en la celebración de un gol. La U de Miranda se acoplaba mejor en la cancha, con mayor claridad en los roles respecto a lo que se veía con López. Por cierto, el DT no paraba de gritar y dar instrucciones. Vivió el partido con intensidad. Mientras tanto, Palestino lateralizaba en exceso, sin resultado.
Seis minutos después del 1-0, Lucas Assadi aumenta la diferencia. El juvenil remata y el balón nuevamente se desvía en la trayectoria para meterse en la portería baisana. El ataque directo azul hacía daño en una frágil defensa tetracolor. Curioso en un equipo dirigido por Costas, que está próximo a asumir la banca de Bolivia.
En el complemento se dio otro partido. Palestino despertó y se pareció más al equipo que arremetió en la segunda rueda. Pasó a tener una línea de tres en el fondo y soltó a sus laterales, siendo más punzante por afuera (Benítez fue mucho más activo). Quien se hizo grande en la U fue Cristóbal Campos. El golero tuvo intervenciones notables para mantener el cero, ante la embestida palestinista.
Los delanteros azules perdieron toda conexión con el resto del equipo, mientras que las bandas sufrían con cada avance de los jugadores locales. En los 65′, llegó con suspenso el descuento del local, que fue un autogol de Ojeda, tras un remate bajo de Jonathan Benítez. La acción es revisada en el VAR y el tanto se validó. Luego de un buen primer tiempo, empezaron a aflorar dudas. El desenlace era abierto.
La U aguantó, con Nery Domínguez liderando la defensa y con un Sebastián Miranda que no paraba de ordenar a los suyos y mirando el reloj a cada rato. El cuadro del chuncho alcanza los 26 puntos y toma algo de aire, aunque este resultado no significa que la batalla haya finalizado. Restan aún cinco jornadas. Pero ganar siempre hace bien. Sobre todo a un equipo con el agua hasta el cuello.
Ficha del partido
Palestino 1: D. Sappa; F. Pardo (60′, A. Vilches), J. Bizama, C. Suárez, V. Fernández; B. Véjar, A. Farías, F. Chamorro (83′, N. Meza), J. Benítez; B. Carrasco y B. Barticciotto. DT: G. Costas.
U. de Chile 2: C. Campos; Y. Andía (50′, B. Tapia), N. Domínguez, L. Casanova, J. Castro (73′, F. Gallegos); I. Poblete, E. Ojeda (81′, J. Fernandes), D. Osorio; L. Assadi (73′, F. Seymour); C. Palacios (81′, J. Vargas) y R. Fernández. DT: S. Miranda.
Goles: 0-1, 32′, Autogol de Pardo, desvía con la cabeza un centro de Castro; 0-2, 38′, Assadi, remate que se desvía y se cuela por arriba de Sappa; 1-2, 65′, Autogol de Ojeda, conecta un tiro bajo de Benítez.
Árbitro: P. Maza. Amonestó a Farías, Fernández (P); Palacios, Tapia, Campos (U).
Estadio Municipal de La Cisterna. Asistieron 918 personas.
En cursiva, jugadores juveniles.