Fue un horario inusual para un partido inusual. Teniendo en mente el público asiático, esta versión del Clásico inició más temprano que de costumbre, aunque en cuanto a emociones, tardó en empezar.

El Barcelona visitaba el Santiago Bernabéu como líder invicto de la liga española. El Real Madrid, en tanto, presentaba a su público el trofeo recién ganado del Mundial de Clubes, pero en el torneo local llegaba necesitado de puntos. Por eso el ímpetu blanco a comienzos del partido. Sonó el pitazo inicial y los madrileños se hicieron con el balón. Tan solo a los 2' se le anularía un gol a Cristiano Ronaldo por posición adelantada.

Se iniciaba lo que sería una tendencia durante el primer tiempo. Diez minutos le costó al cuadro catalán pasar hacia el campo contrario. Esperaban en su área sin aventurarse a atacar, debido a la fuerte presión de CR7 y Benzema. La banda izquierda, con Kross instalado allí en una variante para sorprender a Sergi Roberto, era la preferida para guiar los embates de la Casa Blanca. A los 10', sería el alemán quien centraría para Cristiano, aunque de manera inexplicable el luso erró y la pelota siguió su curso.

Recién a los 30 minutos llegaría la ocasión más clara del partido, aunque sorpresivamente, fue para el Barza. Messi, que había aparecido poco —como todo el equipo— sacó un pase magistral desde el lateral derecho para dejar solo a Paulinho, que con clase remató de primera solo para ver cómo su tiro lo desviaba al córner Keylor Navas.

Comenzaba a avisar el equipo culé. Comenzaba a encontrarle la vuelta al juego del Madrid. No obstante, el partido seguía siendo dominado por ellos. CR7, otra vez por la banda izquierda, inventaría una jugada personal para ingresar al área y pegarle al balón, que ter Stegen, con los pies, desvió de su curso al arco. A los 41', Benzema cabeceó desde el punto de penal y la pelota fue a parar al palo izquierdo de Navas. Los de Zidane merecían la ventaja.

Pero en el segundo tiempo las cosas cambiarían. El Barcelona entró a disputar el partido y logró desequilibrar. Todas las ocasiones desperdiciadas en el primer tiempo le pasarían la cuenta al Madrid, ya que a los 54' Rakitic, absolutamente sin oposición y tras una excelsa jugada de Busquets, corrió por campo contrario para ceder a la derecha a Sergi Roberto, que al primer toque asistió a Luis Suárez, que llegaba por la banda contraria y que no tuvo problemas para batir al portero tico.

Era el derrumbe del Madrid. Su disposición psicológica cayó por unos minutos y eso lo aprovechó Messi. A los 64' el argentino inició una jugada que tendría una serie de atajadas y rebotes dentro del área del Madrid, y que culminó con una mano clara de Carvajal para evitar un cabezazo de Paulinho. Roja para el defensor y penal para los de Valverde. Messi lo convirtió sin problemas y llegó a los 25 goles en Clásicos.

Lo demás serían intentos fallidos y desesperados por anotar el descuento, que fueron errados o detenidos por ter Stegen. En cambio, la visita se frenó en sus ataques y controló el partido, aunque no dejó de amenazar la zaga alba en los minutos finales.

Fue así como, casi sin querer, Messi asistió al ingresado Aleix Vidal y a los 92' convirtió el 3-0 y final. Una debacle para un Madrid que fue superior en el primer tiempo, pero que sufrió por su incapacidad de anotar. El Barcelona sigue invicto en la liga española y se encamina hacia un nuevo título.