El dominio de Universidad Católica en el fútbol chileno parece incontrarrestable. Incluso cuando su juego no brilla se las arregla para doblegar a su adversario, meterlo en el área y dominarlo. El bicampeón vuela, sin contratiempos, padeciendo algunos sustos surgidos más por culpa propia que por mérito de los rivales. Audax Italiano sufrió esta supremacía. Con un 3-0 acaso demasiado amplio en relación a lo que los itálicos mostraron en cancha. Pero ahí está: un resultado que confirma que la UC se mueve a una velocidad distinta a la del resto de los equipos del fútbol chileno.

Pese a la sólida postura del cuadro de Francisco Meneghini, el control cruzado nunca estuvo en duda. La posesión de la pelota se repartió durante los primeros minutos del partido, con los de La Florida bien posicionados en el centro de campo. Aued firmó un opaco inicio en el que su nombre influyó poco y nada en el juego. Pecó de ausente y luego de impreciso.

La diferencia estuvo en qué es lo que hacía cada equipo mientras tenía el balón en sus pies. Mientras que Audax no profundizaba y la mantenía en su área, los Cruzados buscaban raudamente el arco de Devecchi, escorándose hacia la derecha para aprovechar el tándem Fuenzalida-Lezcano, que tan bien ha funcionado hasta el momento. El capitán de la UC, el mejor lateral derecho del Torneo, hace gala de su polifuncionalidad para funcionar casi como un puntero extra, turnándose con el Gato en el ingreso al área con la pelota dominada. Por el contrario, la acción en la franja izquierda depende solo de lo que haga Puch en solitario, fallando Rebolledo en imitar el rol que el Chapa cumple por su zona.

Fue Puch quien probó por primera vez las manos de Devecchi a los 22′. Los intentos eran tímidos, pero mucho más claros que los de Audax, quien disfrutaba de cierta sensación de peligro solo cuando Dituro fallaba en alguna salida con los pies. De cualquier manera, cada intento de la escuadra audina fue suprimida por una sólida última línea cruzada, con Huerta como su principal figura. El ex Huachipato completó uno de sus mejores partidos como central, convirtiéndose así en un imprescindible de la zaga.

La ventaja que entrega la superioridad de nombres, juegos e ideas se manifiesta en contextos como los que envolvieron la apertura de la cuenta de Pinares. No necesitó demasiado para que una chispa de una de sus figuras marcara el camino del triunfo. El 14 de los Cruzados recibió desde la izquierda, enganchó hacia el centro dos veces, y con un zurdazo decretó el 1-0.

El tanto golpeó a Audax, que 10 minutos después sufrió el cobro de un polémico penal en contra. Puch cayó dentro del área tras disputar un balón con Devecchi y Francisco Gilabert no dudó en cobrar la pena máxima. Pese a los reclamos verdes el árbitro no cambió su decisión. Aued marcó el 2-0.

Pasó menos de un minuto para el 3-0 de la UC y el fin de partido. Los de la franja recuperaron rápidamente la pelota, se inclinaron hacia la derecha y la combinación Lezcano-Fuenzalida terminó con el Chapa provocando un autogol de Torres.

El segundo tiempo fue un trámite. Sin demasiadas ocasiones, con la UC jugando sin presión y Audax Italiano rendido ante un resultado casi imposible de revertir. El bicampeón del fútbol chileno sigue a paso firme en la cima de la tabla.

FICHA DEL PARTIDO

U. Católica 3 - 0 Audax Italiano

U. Católica: Dituro; Fuenzalida (88′, Núñez), Lanaro, Huerta, Rebolledo; Aued, Saavedra (89′, Silva), Pinares (87′, Buonanotte); Lezcano (74′, Munder), Zampedri (73′, Valencia), Puch. DT. Ariel Holan.

A. Italiano: Devecchi; N. Fernández (46′, Rojas), M. Fernández, F. Torres, D. Torres; Cabrera, Martínez (62′, Ledezma); Delgado (62′, Marín), Henríquez (73′, Bosso), Crovetto (46′, Ramírez); Lavandeira. F. Meneghini.

Goles: 1-0, 29′, recorte de Pinares hacia el centro desde la derecha, seguidilla de enganches en el borde del área y remate cruzado; 2-0, 39′, Aued marca de penal, tras caída de Puch; 3-0, 41′, autogol de Fabián Torres tras centro de Fuenzalida.

Árbitro: F. Gilabert. Amonestó. a Pinares, Puch y Buonanotte (UC); Rojas (AI).

Estadio San Carlos de Apoquindo.

En cursiva, jugadores juveniles.