El tetracampeón del fútbol chileno está jugando mal. Está extraviado. No lee bien los partidos. Y también los rivales le tomaron la mano. Lo concreto es que Universidad Católica entró en un espiral de malos resultados de la que no logra salir, pese a tener herramientas para lograrlo. Ahora su verdugo fue Everton. Tercera derrota seguida, algo curioso para un equipo que se acostumbró (o mal acostumbró) a ganar.
La UC tenía la obligación de cambiar la cara, de levantarse tras dos caídas consecutivas, algo que no le pasa con frecuencia en los últimos años. Y además, en la previa la tienda estudiantil se remeció por la situación de Yamil Asad, formalizado luego de tener un accidente automovilístico manejando en estado de ebriedad. Antes del lance, el técnico Paulucci no se quedó callado. “Me molesta lo que hizo”, manifestó. Con esos ingredientes, Católica solo tuvo un cambio: el ingreso (y debut) de Nehuén Paz en la zaga, acompañando a Asta-buruaga, considerando las ausencias de Lanaro y Ampuero.
Con todas las parejas de centrales que ha tenido Católica en el inicio del torneo, lo único que queda claro es que reemplazar a Valber Huerta es un dolor de cabeza.
Da la sensación de que la UC no transa su esquema. El 4-3-3 asoma como intocable. ¿Por qué su entrenador no prueba otras estretegias? En esa dirección, uno que va al sacrificio es Diego Valencia. El delantero es, en esencia, un 9, sin embargo ha debido adaptarse a la banda. El año pasado lo hizo muy bien abierto por la derecha, llegando al gol. Pero ahora lo mandaron a la izquierda (Gonzalo Tapia ocupa la franja diestra) y se ve incómodo, con esa sensación de que tiene que hacer una de más, ya sea para rematar o centrar. Durante el primer tiempo fue importante para generar ocasiones (a los 48 segundos tuvo la primera chance), sin embargo no es lo mismo.
Everton, que no dosificó pese a que está en medio de su llave con Estudiantes por la Copa Libertadores, fue un equipo directo, que mantiene a tres hombres en el fondo y que sabe explotar al ariete Lucas Di Yorio, veloz más allá de su estatura.
Ya sea con centros o remates de fuera del área, Católica se acercaba a la portería viñamarina. En los 17′, un tiro de Gutiérrez dio en un poste. Y en la jugada siguiente, Cuevas también estrelló su disparo en un vertical. Luego, en los 26′, el local casi abre la cuenta con un intento entre Tapia y Zampedri. Nada muy elaborado. A un equipo con riqueza técnica y muchas variantes, la escasez de profundidad en ataque llama poderosamente la atención. Todo muy predecible: Parot llega a tres cuartos y lanza centros, no muy precisos.
Para el segundo lapso, Everton se quedó con 10 por la expulsión de Juan Cuevas. Era una oportunidad para la Católica. Sin embargo, en el resto del encuentro no se notó la diferencia de un jugador. Y se complicó todo en los 57′, con el gol de Lucas Di Yorio. Luego de que el intrascendente Felipe Gutiérrez (una vez más) pierde un balón, sale rápido la visita y la pelota le cae al espigado delantero, que arranca solo de cara a portería y saca un remate al segundo palo de Pérez. El balón tiene un leve desvío en Paz. La incredulidad y el nerviosismo se apoderó de San Carlos.
El tiempo se hizo enemigo de los cruzados, pero los anfitriones no cambiaron el ritmo. Lateralizaron mucho el juego y la estrategia que eligió Paulucci fue la de llenar con delanteros y vaciar el mediocampo. Hacia los 10 minutos finales, la zaga estaba mano a mano y el único volante central era Marcelino Núñez, quien ingresó por Gutiérrez. Fueron a la cancha Buonanotte, Melano y Montes. Pero el resultado quedó igual.
Desde enero de 2021 que Universidad Católica no perdía en su estadio por torneos nacionales. Fue un 3-2 con Palestino. Hay que ir más atrás para encontrar la última vez que tuvieron tres derrotas seguidas en Primera. Fue en 2017, con Mario Salas en la banca, cuando sumaron cuatro caídas al hilo: 3-1 con Huachipato, 1-0 con la U, 2-0 con San Luis y 3-1 con O’Higgins.
El tetracampeón lo pasa mal. No encuentra respuestas para salir del pantano en el que se metió. ¿Paulucci tendrá la capacidad para hacer salir al equipo de este laberinto? Lo último: como echan de manos a Valber Huerta.
Ficha del partido
U. Católica 0: S. Pérez; J. P. Fuenzalida, T. Asta-buruaga, N. Paz, A. Parot; F. Gutiérrez (61′, M. Núñez), I. Saavedra (80′, C. Montes), J. Leiva (73′, L. Melano); G. Tapia (61′, D. Buonanotte), F. Zampedri y D. Valencia. DT: C. Paulucci.
Everton 1: F. De Paul; R. Echeverría, J. Barroso, D. Oyarzún; A. Sánchez (46′, C. Medina), A. Madrid (80′, S. Pereira), B. Berríos, A. Ibacache; J. Cuevas, I. Sosa (61′, G. Moya); y L. Di Yorio (68′, M. Campos). DT: F. Meneghini.
Gol: 0-1, 57′, Di Yorio, con un zurdazo al segundo palo.
Árbitro: C. Garay. Amonestó a Saavedra, Paz, Valencia (UC). En los 52′, expulsó a Cuevas (E).
Estadio San Carlos de Apoquindo. Asistieron 10.716 personas.
En cursiva, jugadores juveniles.