Alejandro Tabilo cayó ante Alexander Zverev y se despidió del Masters 1000 de Roma. El chileno se fue dolido, pero también orgulloso. La semana que vivió en la capital italiana roza lo inolvidable. Sin dudas, el triunfo sobre Novak Djokovic será el principal recuerdo de un paso que, aunque le faltó el broche de oro, formará parte de los capítulos más relevantes de una carrera que le puede ofrecer muchos más de esos momentos.

La felicidad del oriundo de Toronto no solo estuvo circunscrita a la cancha, con el Foro Italico convertido, virtualmente en su segundo hogar. Fuera de ella, también encontró el ambiente ideal para rendir en el nivel más alto que se le conoce, logrando ponerse a la par de los mejores jugadores del circuito.

En familia

La cuenta oficial del torneo recoge, de hecho, una muestra de la energía fundamental que recibió el chileno. A la capital italiana llegó acompañado por su staff, que hace unas semanas modificó por la salida del técnico Guillermo Gómez, una situación que mantuvo en reserva, y por sus afectos más próximos: su novia, la argentina Malena De Lorenzo, y sus padres, quienes viajaron precisamente para verlo actuar en el decisivo encuentro ante el alemán. También estuvieron su hermano y su mejor amigo.

“Estas dos semanas son inolvidables para mí, lo mejor es estar con todo el equipo mi hermano, mejor amigo, mi polola que llegó hoy. Estoy rodeado de grandes personas y me pone feliz estar avanzando acá”, había declarado el tenista a ESPN, dando cuenta de la positiva influencia que significa sentirse apoyado en momentos clave. “Le ayuda mucho a un deportista que tiene una vida muy solitaria tener un apoyo constante como el de una pareja”, había dicho De Lorenzo a LUN.

Abrazos y palabras

La salida de Tabilo a la cancha tuvo, de hecho, un momento emotivo que resume lo importante que es la presencia de sus seres más cercanos. El tenista los saluda cariñosamente, uno a uno. Hay palabras de agradecimiento y afecto, al margen de las que apuntan a la motivación.

Para su novia, naturalmente, Tabilo reserva el último momento: un abrazo y un beso antes de tomar el bolso y realizar los últimos ajustes antes de salir al court central romano. Ahí donde pretendía ampliar su historia ante el duro germano, uno de los mejores jugadores del último tiempo. Aunque no lo consiguió, igualmente redondeó una presentación histórica. Una semana que lo puso entre los mejores jugadores de la actualidad y de la historia del tenis chileno.

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