¿Alcanzará hasta fin de año? La estrategia de Gustavo Álvarez para mantener a la U en lo más alto del Torneo Nacional
Universidad de Chile se mantiene firme en el liderato gracias a múltiples factores, marcados por la llegada de un técnico que provocó un cambio rotundo desde su llegada al CDA. Se destaca una labor psicológica, el trabajo físico y el efecto estadio. La actualidad se ha contagiado en otras ramas del club.
Universidad de Chile vive un momento de prosperidad. Tras propinarle un sólido 4-0 en su visita a O’Higgins, los azules se afianzaron y sostuvieron el liderato exclusivo del Campeonato Nacional. La U logró agarrar consistencia tras una segunda rueda bastante menos regular que la primera. Antes de enfrentar a los rancagüinos, los laicos sumaban un solo triunfo, dos empates y una derrota.
Sin embargo, la aplastante victoria ante O’Higgins recordó los mejores momentos del año, marcados por un increíble inicio del certamen y la solidez adquirida en la cima de la tabla. Todo parece indicar que la pelea será ante Colo Colo y Universidad Católica.
El cuadro dirigido por Gustavo Álvarez ha mantenido permanentemente la sonrisa. Es indudablemente el mejor momento tras un lustro tortuoso. El recuerdo de años peleando el descenso quedó atrás. Hoy, son pocos los momentos en la temporada que han borrado la felicidad. En Azul Azul, la apuesta por el vigente campeón, cobró resultados positivos.
Trabajo físico y psicológico
El éxito de la U se explica por varios factores. Es una mezcla de variables que se alinearon para que los azules hayan retomado una competitividad inédita en las últimas campañas. Álvarez, campeón con Huachipato, recaló en el CDA a fines del año pasado. Su llegada produjo una transformación total, tanto en lo emocional como en sus métodos a la hora de trabajar. Fue un cambio de paradigmas desde el primer minuto.
El técnico de 51 años realizó un trabajo profundo para dar con su idea de juego. Sus equipos se han caracterizado por cultivar un fútbol ofensivo, que someta al rival a través del control del balón y la amplitud en ataque. Por ende, desde el principio buscó un “equipo protagonista” con jugadores que “superen sus propios límites y que hagan cosas que no han hecho nunca”. En otras palabras, brindarles confianza y convencimiento, algo perdido en el cuadro azul, para que encuentren su mejor rendimiento.
Por lo mismo, una de las primeras tareas de Álvarez en el Centro Deportivo Azul fue conversar con la psicóloga de la institución, Carolina Delmónaco, quien lleva trabajando con los futbolistas desde agosto de 2022. La profesional le preparó un informe individual de cada uno de los futbolistas, describiendo cada una de sus personalidades. ¿La primera conclusión? Que existía la materia prima para dejar atrás años de frustraciones e iniciar el proceso de reconstrucción. “He hablado con la psicóloga. Me ha dado un buen detalle de cada uno de los jugadores en otro contexto, otra experiencia, pero no me lleno de prejuicios ni de preconceptos”, detalló el director técnico en ese entonces.
Su arranque estuvo marcado por el adelanto del inicio de las prácticas del plantel. El regreso estaba previsto para el 3 de enero, pero el cuerpo técnico estimó que era ideal arrancar un día antes, ya que durante las primeras jornadas se realizan exámenes médicos y evaluaciones kinésicas para apreciar en qué condiciones llegan de sus vacaciones.
Esto trajo consideraciones que se han mantenido durante la temporada. Para el transandino es imperante la forma física. La importancia de los entrenamientos las ha mantenido. Sin ir más lejos, después de la última goleada ante O’Higgins, el plantel entrenó a primera hora del otro día, en algo que ha sido la tónica. Otro ejemplo ocurrió tras el histórico triunfo el Superclásico. Luego de la alocada celebración en el camarín del Monumental después de vencer a Colo Colo, el equipo volvió a las prácticas tempranamente durante el día posterior.
Gran momento institucional
La U pasa por un momento increíble. “El equipo está bien. Trabaja día a día pensando en el próximo rival. El profe nos da mucha tranquilidad, muchas herramientas para afrontar el partido. Nosotros después aportamos lo nuestro y gracias a Dios las cosas están saliendo. Lo importante es que seguimos sumando y seguimos arriba”, aseguró Cristian Palacios tras marcarle dos dianas a O’Higgins.
De hecho, esto se ha traducido en diferentes materias del club. Los azules son el equipo con más asistencia de local en el año. Acumulan un total de 327.935 espectadores y promedian 36.437 personas por partido, con ocho duelos jugados en el Estadio Nacional y uno en el Ester Roa de Concepción. Además, son un golpe positivo la llegada de refuerzos y principalmente de Charles Aránguiz, quien se consolidó como ídolo tras obtener un tricampeonato, una Copa Chile y la Copa Sudamericana.
Eso sí, el momento también repercute en otras ramas. Tras 19 jornadas, el equipo femenino, que goleó por 6-0 en la última fecha a Antofagasta, marcha en la primera ubicación, con 49 unidades. Lo mismo para la Proyección, que son líderes e invitos luego de cuatro fechas. Además, el primer equipo es el líder del minutaje de juveniles, con 1591 minutos.
Álvarez, en tanto, intenta mantener la calma. El técnico ha propagado un mensaje durante todo el año. “Son tres puntos, un partido importante, un clásico, pero son tres puntos. Tenemos que seguir creciendo y evolucionando para apuntar a cosas importantes”, señaló, por ejemplo, después de superar a Colo Colo en la cuarta fecha. “Nunca hay que perder el foco de dónde empezamos y adónde queremos llegar manteniendo la tranquilidad y la autocrítica”, dijo tras golear a Huachipato en la undécima. O “los triunfos dan confianza y nos permite trabajar con equilibrio y ver que cosas debemos corregir”, en la decimoquinta ante Everton, en el cierre de la primera rueda. Es decir, su discurso se ha mantenido durante el año.
Las palabras son las mismas de manera externa, pero en la interna, Álvarez también le remarca a sus pupilos que aún no han ganado nada. El transandino no quiere que al equipo le suceda lo mismo que le pasó en los años anteriores, que terminaban cayéndose en la segunda rueda. O dejaban de competir o tropezaban a tal punto que terminaban peleando duramente el descenso.
Ahora, la U tiene desafíos cruciales. Serán tres semanas trascendentales, marcadas por un calendario cargado. Disputarán duelos seguidos por el Campeonato Nacional y por la Copa Chile. Buscarán mantenerse firmes en los dos frentes. Para ello, deberán recibir a Cobreloa (viernes 23 de agosto) y Unión Española (martes 27), para después visitar a Coquimbo Unido (sábado 31). Ahí arranca la final de la zona centro contra Palestino (5 y 8 de septiembre). Coincidentemente, una semana después volverán a enfrentar a los árabes por la liga (15 de septiembre), justo antes del descanso por Fiestas Patrias.
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