Alejandra Orozco, doble medallista olímpica que estará en Santiago 2023: “Traer estos eventos vale la pena, es un gran proyecto”

Alejandra Orozco
La clavadista mexicana Alejandra Orozco, posando con Fiu, la mascota oficial de Santiago 2023, y sus dos medallas olímpicas. Foto: Panam Sports.

La clavadista mexicana llegará a los Juegos Panamericanos con la plaza a París 2024 asegurada y como la gran favorita en su prueba. Asume eso y reflexiona en torno a una carrera llena de hitos.



México tendrá a una medallista olímpica en Santiago 2023. Se trata de la clavadista Alejandra Orozco (26 años), referente planetaria de la disciplina tras haber conseguido la plata en Londres 2012 cuando solo tenía 15 años, convirtiéndose en la atleta de su país más joven en llegar a un podio en la cita de los anillos.

El hito la puso en el plano mundial y significó, según sus palabras, el inicio de un viaje hermoso. Después de la gloria en Inglaterra, llegaron preseas en diversas series mundiales y un nuevo podio olímpico en Tokio 2020. Ahora, con la plaza para París 2024 asegurada, se prepara para conquistar su cuarta medalla panamericana.

Toda esa historia la repasa en una entrevista con La Tercera mientras visita el país como parte de un spot publicitario de Panam Sports. También habla de la evolución de los clavados a nivel internacional y de cómo fue trabajar la presión en un país con grandes resultados en su deporte, siendo apenas una adolescente.

¿Se siente como una leyenda del deporte latinoamericano?

Te diría que ahora me lo tomo con más naturalidad, porque la verdad me cuesta trabajo. Mi historia es una historia diferente, yo siempre digo que parte al revés. Entonces, el ir viviendo todos estos procesos, el ir asimilando estos logros ha sido muy especial y, más bien, me siento muy emocionada y motivada de este honor, de este reconocimiento.

Con 15 años ya tenía una medalla olímpica… ¿Cómo se va trabajando esa presión para seguir rindiendo?

A veces se visualiza que un Juego Olímpico es un camino en el que ya hay muchos filtros escritos y a mí me tocó romper toda esa parte. Abrir esa puerta de un límite de edad, de cómo tienen que ser los procesos, fue muy emocionante porque no lo dimensioné. De niña llegué soñada, motivada, inspirada. Recuerdo que estaba en la piscina de Londres y no visualizaba las gradas, no sabía cuánta gente me estaba viendo. Mi cabeza todavía no lo entendía. Obviamente se da el resultado y claro que viene un proceso de cambios y el de mantenerme, que es algo muy difícil. Era una constante decirme que siempre tenía que estar en lo más alto. Fueron momentos en donde tenía que entender que me estaba exigiendo para mejorar, pero en donde también tenía que vivir el otro lado de los filtros que tanto me había saltado. Fue un proceso muy distinto.

¿Se terminó la vida normal en ese momento?

En nuestro país también es mucho fútbol, pero la disciplina en el deporte olímpico son los clavados, entonces sí creo que cada cuatro años, y ni siquiera, cada vez que hay un evento deportivo, el mexicano prende su televisor y se pone a ver a los clavadistas. No es algo de todos los días, podemos llevar una vida normal, pero tenemos un foco encima cuando hay una competencia. Que los mexicanos se representen en nosotros cuando estamos en otro país, significa mucho.

¿Qué le diría a esa niña de Londres?

Que disfrutara mucho todos los procesos. A veces vamos viendo siempre para adelante y nos olvidamos de lo que hemos pasado. Nos falta darle mucho valor y presencia a lo bueno. A mí me llegó a pasar eso de estar en una competencia, pero no estar. Estuve presente, pero me faltó vivirlo al cien por ciento y es algo que no regresa. Hay que aprovechar las oportunidades y saber que estar en unos Juegos Panamericanos es inolvidable, estar en unos Juegos Olímpicos es inolvidable y no sabemos el futuro, no sabemos lo que puede pasar después.

¿Se siente una referente para las futuras generaciones?

Más allá de un referente, me siento con una responsabilidad buena, porque yo fui esa niña en un momento. Veía a las atletas, a mis compañeras más grandes, y ellas me compartieron muchas herramientas, experiencias que me han servido. Yo también quiero ser esa persona que comparte, ayuda y facilita el camino.

¿Los éxitos se traducen en patrocinios en México?

Hay situaciones que no están en nuestras manos, entonces siempre trato de cumplir con lo que sé que está en mí. Cuando es nuestro momento tenemos que responder de la mejor manera. Claro que se agradece mucho cuando tenemos apoyo para los viajes, las competencias y que sea mutuo. Se trata de trabajar de la mano, no solo pasa en México o acá, pasa en muchos países. Las dos áreas tienen que estar comunicadas para poder dar el verdadero salto y crecimiento del país en el deporte.

Está cursando estudios internacionales... ¿Cómo comparte aquello con la piscina?

Tengo muchos proyectos personales de muchas cosas. Yo digo que somos malabaristas, tenemos muchas cosas y no podemos descuidar ninguno y hay que darle su prioridad y calidad de tiempo a cada una. Todo es parte de ti, pero también todo tiene su tiempo.

Además, ahora es un ciclo olímpico corto...

Nos tocó algo único, porque vivimos un ciclo de cinco años y ahora otro de tres. Ojalá no vuelva a pasar por situaciones como las que pasaron, pero es verdad que tuvimos que adaptarnos y armar un nuevo plano. Este 2023 la prioridad son los Juegos Panamericanos. También tenemos un Mundial, pero lo más importante en este año es este evento.

¿Cómo ve a los competidores sudamericanos?

Siento que han crecido mucho. Yo creo que se debe a la difusión tanto nacional como internacional; a estos eventos que atraen a niños, jóvenes, a lo que se vive en el deporte. Yo te podría decir que estuve en una grada y me inspiré mil veces para creer que podía estar en una piscina. El traer estos eventos a una ciudad, el estar recibiendo a tantos extranjeros que vienen por un mismo sueño, vale la pena, es un gran proyecto. Hay mucha competencia. Cada vez somos más atletas mujeres compitiendo por esa plaza olímpica o esa medalla. Competencia hay, es un nivel muy alto a nivel continente y a nivel mundial también son potencia, entonces es una competencia que vale mucho la pena.

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