Alejandro Domínguez reconoce conversación pendiente con Milad tras el papelón de Chile por el Mundial 2030: “Hay que ir de frente y hablar de las cosas como son”

Alejandro Domínguez, con los timoneles de las federaciones que recibirán partidos inaugurales del Mundial 2030
Alejandro Domínguez, con los timoneles de las federaciones que recibirán partidos inaugurales del Mundial 2030 (Foto: AP)

El presidente de la Conmebol insiste en endosarle a la FIFA la responsabilidad por el desaire a la candidatura nacional y elogia profusamente al timonel del fútbol chileno.



Las relaciones entre la Conmebol y Chile siguen siendo tirantes. El desaire que sufrió el país en la asignación de la sede del Mundial de 2030, que dejó a Sudamérica relegada a segundo plano, pero con un premio de consuelo que no lo consideró, dejó heridas que aún no cierran. Eso sí, hay palabras y gestos que impulsan el acercamiento.

Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, no ha dejado de dedicarle guiños a Pablo Milad, el timonel de la ANFP y uno de los vicepresidentes del organismo. Tampoco ha dejado de culpar a la FIFA por la salomónica salida que incluyó a Uruguay, Argentina y Paraguay como sedes de tres partidos inaugurales del evento, que, finalmente, en su parte medular, organizarán España, Portugal y Marruecos.

Una conversación pendiente

El dirigente paraguayo es especialmente conceptuoso cuando habla de Milad. “Con Pablo (Milad) mantenemos conversaciones constantes. Hablar con él en privado será un placer. En esto siempre hay que ir de frente y hablar de las cosas como tienen que ser, Milad y Chile se lo merecen. No hay nada que esconder, al contrario”, plantea, en declaraciones a la radio ADN.

Gianni Infantino junto a Alejandro Domínguez, en Santiago de Chile.
Gianni Infantino junto a Alejandro Domínguez, en Santiago. (Foto: Agenciauno)

A Milad le pidió no renunciar a la vicepresidencia de la Conmebol, una de las medidas de protesta que se evalúan en Chile como respuesta al papelón que terminaron protagonizando el fútbol chileno y el país, considerando que las autoridades del más alto nivel se involucraron en la iniciativa. “Es una decisión muy personal de él. No veo los motivos por los cuales tenga que renunciar, y si lo hace, ahí sabremos las razones. Ojalá que no lo haga. Milad es una persona muy trabajadora, es un dirigente de fútbol de raza y quiere lo mejor para Chile”, enfatiza.

La explicación de siempre

Luego aborda concretamente la exclusión de Chile de la fiesta inaugural del evento con que se conmemorará el centenario de la Copa del Mundo, que se disputó por primera en Uruguay, en 1930. “Particularmente, lo que yo siempre hice fue abogar por todos los países de Sudamérica. Quién más que yo hubiese querido que Chile esté dentro de los países para inaugurar el Mundial. Lamentablemente, las cosas son así. Sudamérica no decide y no organiza. Esto es de la FIFA y ellos tienen la última palabra”, manifiesta.

“Siempre habrá críticas, pero hay que ser objetivos. Hoy en día, organizar un Mundial para 48 países conlleva un nivel de demandas que exigen inversión y facturación, porque la FIFA vive de esto. Consideren que el Mundial de Qatar facturó siete billones y se calcula que el Mundial 2026 facturará 11 billones para la FIFA”, sostiene, llevando la explicación al ámbito económico.

“Debemos ser responsables. Nosotros no podemos proponer algo igual. Lamentablemente, las economías en Sudamérica no dan para hacer un pronóstico con una facturación similar. Y con las necesidades que tienen nuestros pueblos, no sé si se justifica que estemos invirtiendo en estadios de fútbol. Me siento muy confortable por haber sido responsable”, añade, respecto de la postura que mantuvo.

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