Luego de un comienzo de temporada difícil, Alejandro Tabilo buscaba enderezar el rumbo en el Chile Open, en la misma cancha central de San Carlos de Apoquindo, donde le hizo un gran partido a Rafael Nadal a fines de noviembre del año pasado. Y, justamente, su rival era un producto de la academia del manacorí: el español Jaume Munar (66º), quien se impuso por 6-0, 6-7 (4) y 7-6 (5), en dos horas y 42 minutos de juego.
El momento del zurdo es complejo y muy dispar al que vivía hace exactamente un año, cuando llegó a la final del ATP 250 de Córdoba y fue semifinalista en Santiago, puntos que ya se le borraron del ranking y que hoy lo tienen confinado en el puesto 186, muy lejos del lugar 64 que ostentó a mediados de 2022. Por eso, la derrota pega duro.
No fue fácil el comienzo para el nacido en Toronto. Demasiados errores no forzados le facilitaron bastante la tarea a su rival, que rápidamente se puso en ventaja con un quiebre en el primer juego. Luego, repetiría la faena con una nueva ruptura en el tercer game. A esas alturas, Tabilo lucía muy apagado, con muchos errores no forzados y con un tenis bastante predecible para el hispano, quien consiguió un tercer rompimiento consecutivo y luego cerró el set con su saque.
Una esperanza que no alcanzó
Las cerca de 2.000 personas que llegaron al recinto de Las Condes intentaron levantar al crédito local con gritos de apoyo, mientras que este también se intentaba sacudir de esa modorra. Al menos, ganó en cero el primer juego del segundo set, lo que le dio un poco más de dulzura al panorama. El tenista nacional necesitaba rápidamente recuperar esas sensaciones que lo llevaron a triunfar el año pasado, pero el español tampoco aflojaba en su regularidad. Para colmo, la cancha le jugó varias malas pasadas al pupilo de Guillermo Gómez.
Cada vez que Tabilo aceleró, complicó a Munar. Y así fue como logró su primer quiebre del partido, a punta de tiros más planos y profundos. Sin embargo, una seguidilla de errores no forzados, sobre todo con el revés, le permitieron al balear recuperar inmediatamente su saque.
La historia del segundo parcial definió en el tie break, donde el local comenzó muy bien. Un miniquiebre en el inicio ilusionó al público, Munar ya no lucía tan tranquilo y también sufría con los malos botes, mientras que el chileno conectaba varios tiros ganadores para llevar todo al desempate. Además, la gente se mostró cada vez más participativa y eso también incomodó bastante al europeo, quien reclamó por la situación.
Parecía que el capítulo final encontraba al chileno con más confianza. Incluso, se colocó 0-30 en el primer juego, pero nuevamente esa falta consistencia le pegó fuerte. El español salvó su servicio y en el siguiente quebró, para ponerse 3-0.
Pero Tabilo todavía estaba dispuesto a dar la pelea y logró recuperar el quiebre. Nuevamente con buenas derechas invertidas volvió a meterse en el partido. El balear se vio presionado y cometió varios errores no forzados con su derecha, que le permitieron romper en el séptimo game. Sin embargo, Ale nuevamente no pudo conservar la ventaja, lo que ya comienza a ser una tendencia preocupante. Así, todo se definió en el desempate, donde el hispano hizo las cosas mejor y el chileno no tomó buenas decisiones.
La derrota cala hondo en Alejandro Tabilo, quien se va con las manos vacías de la gira sudamericana de arcilla y con la seria amenaza de salir del top 200 en caso de no defender los 50 puntos que obtuvo el año pasado en el Challenger de Santiago. El desafío será enfocarse rápidamente y recobrar el nivel que lo llevó a dar un salto importante en el circuito para así salir de su primera crisis importante.