Después de haberse sacado el mal trago de sus derrotas en singles con una victoria ante los italianos Lorenzo Musetti y Luciano Darderi, la dupla compuesta por Nicolás Jarry (sin ranking) y Alejandro Tabilo (178º) salió en busca de un nuevo triunfo que los metiera en los cuartos de final y los dejara a una victoria de meterse en la pelea por las medallas en estos Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, para ilusionarse con eso, antes debían superar a los checos Tomas Machac (53º) Adam Pavlasek (42º). Y eso no ocurrió, pues terminó en una dramática derrota por 5-7, 7-6 (8) y 10-4.
A diferencia de su anterior encuentro, sus rivales eran especialistas en la modalidad y venían de dejar en el camino a los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski, quintos sembrados, por lo que asomaban como adversarios de sumo cuidado, de modo que el espectáculo prometía emociones en un court número 13 de Roland Garros repleto de chilenos, que también tuvieron que hacer frente a los 36 grados de la tarde parisina.
En el primer set, el binomio nacional se vio muy sólido, a pesar de las complicaciones de Jarry debido a su neuritis vestibular. Sin zozobras con su servicio y muy agresivos en la red, lograron imponer sus términos. En el primer set, todo se mantuvo sumamente parejo hasta el undécimo game, donde lograron romper el saque de Pavlasek gracias a puntos espectaculares. En el siguiente turno, con el saque de Nico, cerraron con mucha categoría el primer parcial, por 7-5, en 38 minutos.
En el segundo set, las cosas comenzaron a complicarse en el cuarto juego. Ahí los checos rompieron el servicio de Jarry y tomaron una ventaja importante. Fue un golpe a la confianza para los nacionales. Sin embargo, no dejaron de luchar y así fue como lograron recuperar el break cuando Machac servía por la manga. Incluso, en el undécimo tuvieron dos oportunidades más, pero sus rivales lograron salir de esa dificultad, tal como ellos mismo lo hicieron salvando un set point en el siguiente.
Dura caída
Las emociones se trasladaron al tie break, que se dio de manera dramática después de que el binomio criollo pasara de estar 5-2 a perder el set por 8-6, producto de descoordinaciones y aciertos de sus contendores. Un mazazo anímico del que necesitaban recuperarse rápidamente, pues todo se definía en otro desempate al mejor de 10 puntos, tal como sucedió el lunes frente a los italianos.
Esta vez la suerte no estuvo de lado de los chilenos, pues estuvieron muy erráticos en la toma de decisiones. Por otro lado, los checos sirvieron muy bien y aprovecharon todas las oportunidades que tuvieron, de manera que el desenlace fue el más triste que pudieron imaginar los tenistas nacionales, quienes cerraron una amarga participación en París.