Alemania cayó 2-0 ante Corea del Sur y se despidió de la Copa del Mundo. El vigente campeón no podrá revalidar su título. Además, su eliminación revivió la "maldición de la Copa Confederaciones", que dice que quien gana ese torneo, no triunfa en el posterior Mundial.
Los teutones son los vigentes monarcas de la Confederaciones. Vencieron a Chile en la final del año pasado. Y tras perder ante los asiáticos, se convirtieron en un campeón más del torneo previo a la Copa del Mundo que se despide sin el título. Tampoco podrán luchar por su bicampeonato en el Mundial.
La primera Copa Confederaciones se jugó en 1992, antes de Estados Unidos 1994. Argentina se alzó con el torneo inaugural y en el Mundial siguiente quedó eliminada en octavos de final.
Luego, en la previa a Francia 1998, Brasil, que venía de ser campeón en Norteamérica, se quedó con el torneo de 1997, pero no revalidó su título en la Copa del Mundo. El Scratch perdió la final ante el local.
En 2001, el campeón del mundo, Francia, se quedó con la Confederaciones previa a Corea y Japón 2002. Al igual que los alemanes en la presente edición, los galos dijeron adiós en primera ronda.
En 2005, 2009 y 2013 el campeón fue Brasil, pero ni en Alemania 2006, Sudáfrica 2010 ni Brasil 2014 pudieron consagrarse.
Así, se cumple que quien se queda con la Copa Confederaciones, no gana el Mundial. Maldición o no, los datos así lo indican.