Alexa Guarachi (29 años) vive el mejor momento de su carrera. Se le nota en su cara, en su forma de expresarse. Hoy es la número 49 del mundo y la primera chilena en ganar torneos WTA. La semana pasada estuvo en el país, defendiendo los colores nacionales en la eliminatoria de la Zona Americana I de la Fed Cup, en el Club Palestino, donde finalmente las capitaneadas por Belus Prajoux salvaron la categoría gracias al triunfo de Alexa y Bárbara Gatica sobre las venezolanas Andrea Gámiz y Aymet Uzcategui.
"Me emociona jugar en el país, significa mucho para nosotras", dice en inglés, ya que el español todavía no le sienta del todo bien. Y añade: "Me siento en casa. No podría ser más bello, el clima está perfecto. Es tan lindo poder ver a tus amigos y familiares. Siempre estoy ansiosa de venir".
En sus días en Santiago algo pudo interiorizarse sobre lo que sucede en el país. "He escuchado mucho sobre las manifestaciones y de las cosas que están pasando. Espero que puedan resolver todo y que haya paz", comenta.
El año pasado fue muy bueno para la tenista nacida en Estados Unidos e hija de Fernando Guarachi, un exjugador y entrenador. Esto le permitió dar un salto importante en el ranking mundial y destacar en los grand slams. De hecho, cuajó su mejor actuación en el US Open, alcanzando los octavos de final.
"Me siento genial. Siento que el trabajo duro ha dado frutos. Creo que es solo el principio, que aún puedo lograr grandes cosas este año, y espero continuar con este momento", señala la doblista, cuyo objetivo en un comienzo era llegar a los Juegos Olímpicos y jugar el dobles mixto con Nicolás Jarry, con quien ganó el oro en los Panamericanos de Lima.
"Sí, me proyecto. Por lo bien que jugamos y lo bien que lo pasamos, que es lo más importante, feliz volvería a jugar con ella. Ojalá que se dé en Tokio, si es que logramos clasificar. Espero que cuando esté la lista para jugar los dos estemos en el mejor momento y podamos hacerlo. Los Juegos Olímpicos siempre han sido un sueño para mí", decía Nico tras el éxito en Lima. Sin embargo, el proceso que el tenista enfrenta por dopaje prácticamente echa por tierra la posibilidad de estar en la cita de los anillos, más allá de que antes de la sanción las chances de llegar a Japón no eran tan sencillas.
Guarachi lamenta la situación de su compañero, quien actualmente espera la resolución de la ITF para ver su futuro, aunque en su círculo vislumbran que al menos no podrá jugar durante este semestre. "Es terrible lo que le pasó, pienso que es una tremenda persona y creo que podrá resolverlo. Esperemos que haya sido solo un error", afirma. Y también asume que deberá trabajar duro para buscar la clasificación: "Definitivamente. Por eso tengo que enfocarme en mí, cuidar mis resultados y así esperar poder llegar a los Juegos Olímpicos".
Para clasificar en dobles mixtos, el requisito principal era que ambos jugadores participen en una prueba individual o de dobles, lo que tiene a Alexa por ahora fuera de Japón. Otra opción es acceder siendo top ten en duplas. Así, podría clasificar directamente y escoger a su pareja, siempre y cuando esté dentro de los 300 primeros del ranking ATP.
Una posibilidad, igualmente compleja, es que las otras chilenas puedan escalar en el ranking de aquí a a junio. Para eso, Daniela Seguel, Fernanda Brito o Bárbara Gatica necesitan estar, como mínimo, dentro de las mejores 150 del planeta en singles o dobles.
La Gringa, como le dicen en el mundo tenístico chileno, es de objetivos exigentes. "El año pasado mi meta fue estar en el top 50, lo cual logré. Quiero llegar más lejos en los grand slams y quizás terminar top 20 este año", se plantea.
Esta semana, la tenista volverá al circuito en el WTA Premier de San Petersburgo, en busca del segundo título de su carrera y de acercarse un poco más a su objetivo de encumbrarse entre las mejores del mundo.